Dice el refrán que lo que no te mata, te hace más fuerte. Y ese ha sido claramente el caso del sector bancario europeo. Tras superar una crisis que puso en duda la propia supervivencia del sistema y que impulsó la aplicación de duras normas de regulación prudencial –plasmadas en Basilea III– los bancos europeos cuentan hoy con balances más saneados y colchones de capital mejor dotados, y sus niveles de riesgo se han reducido considerablemente.
Este es un artículo exclusivo para los usuarios registrados de FundsPeople. Si ya estás registrado, accede desde el botón Login. Si aún no tienes cuenta, te invitamos a registrarte y disfrutar de todo el universo que ofrece FundsPeople.