Implicaciones para las carteras de la última decisión de la Fed

Foto cedida (Federal Reserve)

Con la histórica subida de tipos de 75 puntos básicos, la Reserva Federal lanza un claro mensaje al mercado. La política monetaria estadounidense ha acelerado su tono restrictivo. ¿Qué implicaciones tiene para las carteras? Las gestoras internacionales desgranan su posicionamiento.

El mensaje general es que la volatilidad ha llegado para quedarse. “Al debilitar el alcance de su forward guidance, la Fed se arriesga a mantener una alta volatilidad en los mercados, cuyos ojos estarán aún más centrados en la inflación. Cualquier nueva sorpresa sobre una inflación superior a la prevista contribuirá a alimentar la presión al alza de los tipos”, vaticina Franck Dixmier, director de inversiones global de Renta Fija de Allianz GI.

Presión en los plazos largos de la curva

Más notablemente, la volatilidad se sentirá en los vencimientos a más largo plazo que en la parte delantera de la curva, cree Jason England, gestor de carteras de Janus Henderson. En su opinión, el feroz movimiento alcista de este año en los rendimientos a más corto plazo los ha dejado potencialmente más cerca de lo que el mercado puede esperar para la trayectoria de los tipos durante los próximos 24 meses. En similar línea opina Eva Sun-Wai, gestora M&G Investments: “No es de extrañar que debamos esperar que la parte larga reaccione con más fuerza a las perspectivas de crecimiento”. Dado que los rendimientos entre estos dos conjuntos de vencimientos son bastante cercanos, England no cree que el rendimiento incremental de mantener valores a más largo plazo justifique los elevados riesgos en un entorno macro todavía incierto.

Y la reacción del mercado tras la reunión de la Fed es buena muestra de ello. Los tipos a largo plazo cayeron en medio de una perspectiva de menor crecimiento, mientras que las tires a 2 años se derrumbaron 20 puntos básicos debido a que se descontaron las expectativas de recortes de tipos en 2024. Con un ajuste tan agresivo este año, los riesgos de recesión han aumentado aún más en 2023. Teniendo en cuenta esto y el aumento de los rendimientos en lo que va del año, Lucía Gutiérrez-Mellado, directora de Estrategia de J.P. Morgan Asset Management para España y Portugal, opina que los bonos básicos de alta calidad de duración intermedia a larga pueden ser los activos de renta fija más atractivos a considerar en este momento.

Cautela. No es momento de ser héroes

En general hay un consenso entre las gestoras de que no es momento de ser héroes. Porque a pesar de la corrección, la macroeconomía no ha pasado aún por el verdadero dolor. “La economía mundial se está desacelerando, como era de esperar dada la política monetaria más restrictiva de las economías desarrolladas”, afirma Kristina Hooper, estratega de mercado global de Invesco. Así, la experta favorecería tácticamente una postura de riesgo reducida con una ligera sobreponderación de las acciones. Dentro de la renta variable, optaría por valores defensivos, calidad y baja volatilidad. Dentro de la renta fija, estaría infraponderados en crédito de riesgo.

Salman Ahmed, responsable global de macro & Asignación estratégica de activos en Fidelity International, se mantiene cauteloso. Está infraponderando tanto renta variable, crédito como renta fija de EE.UU. frente a otros países del mundo desarrollado. “Mientras atravesemos esta fase de fuerte halconismo, creemos que esta configuración tiene sentido”, sostiene. Defiende que los mercados de crédito siguen siendo vulnerables dado el alcance de la desaceleración y recesión que el actual endurecimiento inducido por la Fed puede precipitar. Sin embargo, también diría que nos estamos acercando al punto en el cual el daño al crecimiento, que está ya en el disparadero, empezará a imponerse a la inflación como la principal preocupación tanto de los responsables políticos como de los mercados.

Enfoque defensivo incluso en renta variable

Esta posición defensiva también lo están implementando en la parte de renta variable. Porque la volatilidad también se deja ver en la bolsa. “Calmar la volatilidad de los bonos debería ser el primer paso para estabilizar el mercado de renta variable”, opina Olivier de Berranger, director de inversiones de La Financière de l’Echiquier.

Vincent Mortier, director de Inversiones del Grupo Amundi, y Monica Defend, directora del Amundi Institute, se mantienen cautos en renta variable de países desarrollados. Ve  que las perspectivas de beneficios siguen siendo demasiado optimistas y el riesgo es a la baja. “El repricing actual está eliminando la mayor parte de la sobrevaloración, pero los niveles actuales son vulnerables a cualquier deterioro de los fundamentales corporativos”, afirman. La resiliencia de los beneficios de las compañías y su capacidad de fijación de precios serán los principales motores de la gran discriminación en los mercados de renta variable.

El mercado está en modo esperar y ver. “Cada vez más vemos que los inversores buscan una capitulación total y recortes significativos en las estimaciones antes de volverse más constructivos sobre una empresa o un sector”, detecta James Rutherford, director de Renta Variable Europea de Federated Hermes. En sus carteras, favorecen a empresas que están en posición de jugar al ataque más que a la defensiva, con fuertes flujos de caja libres que les permiten invertir en I+D y recomprar sus propias acciones. Estas empresas saldrán de las turbulencias económicas o del mercado en una posición comparativa más fuerte.