Representantes de las gestoras de cuatro grandes bancos españoles analizan las perspectivas de crecimiento de los fondos cotizados durante el primer desayuno sobre ETF organizado por Funds People y patrocinado por UBS ETF.
2018 ha marcado el 25 aniversario del primer ETF: el SPDR S&P 500 de State Street Global Advisors, lanzado el 22 de enero de 1993. En este tiempo, los fondos cotizados se han convertido en una industria que gestiona casi cinco billones de dólares en activos en todo el mundo y que registra una tasa de crecimiento muy superior a la de los fondos de gestión activa. “Si bien los activos bajo gestión pasiva siguen siendo significativamente inferiores a los gestionados activamente, la proporción de activos bajo gestión pasiva ha crecido del 16,5% al 21,6% en tan solo cinco años”, señala David Cienfuegos, Head of Investment para Willis Towers Watson en España, con los datos del último informe Global 500 de la consultora, que analiza la evolución del patrimonio total (AuM) de las 500 principales gestoras de fondos a nivel mundial.
Innovación
Este fuerte crecimiento viene impulsado, además, por la innovación, una de las cuestiones que más interés despertó entre los participantes del primer desayuno sobre ETF organizado por Funds People y patrocinado por UBS ETF. “La innovación es un tema muy importante para la industria de ETF, que intenta descomplicar temas que son complicados”, explica Pedro Coelho, director de UBS ETF para España y Portugal. “Por ejemplo, los ETF de smart beta o factoriales intentan aislar los sesgos value o momentum o small cap que forman parte de la gestión activa tradicional y crear estrategias específicas para cada uno de esos factores. Ese es el objetivo de la innovación dentro de los ETF: deconstruir algo complicado en bloques fáciles de usar y que faciliten el trabajo del gestor profesional”.
Pedro Martínez, director de gestión pasiva y estructurados en CaixaBank, describe la evolución que han experimentado los ETF de renta variable, principalmente, como una historia de tres generaciones: “La primera generación serían los ETF sobre índices generalistas, geográficos o sectoriales; la segunda, los smart beta. Y la tercera, los ETF temáticos que intentan captar las megatendencias del mercado como el cambio climático, el envejecimiento poblacional, la revolución tecnológica, la revolución en el cuidado de la salud, el cambio de peso económico de Occidente a Oriente, etc.”.
“Una vez que ya están cubiertas las principales betas del mercado, la innovación va claramente a buscar mercados más nicho”, comenta Francisco Simón, gestor de soluciones de inversión en Santander Asset Management. “Y eso, como gestor, te da más herramientas y te permite ser mucho más específico a la hora de implementar determinadas estrategias de una forma rápida y eficiente”.
También en renta fija
Aunque, hasta ahora, gran parte de la innovación en ETF se ha centrado en el segmento de la renta variable, “tampoco hay que olvidar la innovación y crecimiento en los ETF de renta fija”, apunta Luis González, selector de fondos de renta variable y responsable de análisis cualitativo de ETF en BBVA Asset Management (Quality Funds). “Los ETF de renta fija están registrando un crecimiento orgánico mucho más rápido que los de renta variable, aunque estos últimos crecen más en términos absolutos por partir de una base más alta”. González anticipa “más innovación en los ETF de renta fija, ya que se encuentran en un nivel de desarrollo inferior a sus homólogos de renta variable”.
“En renta fija aún estamos en una etapa inicial en temas de innovación”, añade Pedro Martínez. “Para mí, lo de descomponer por tipo de crédito o por plazo de la curva representaría la primera generación, en el sentido de que eso sería el equivalente en renta fija de los ETF sectoriales en renta variable. Pero, sin duda, hay mucho campo para crecer en renta fija y, aunque no sea tan fácil, también se llegará a aislar factores de renta fija y a descomponer el alfa en renta fija, ahí hay mucho potencial de crecimiento”.
Un caso práctico
César Gil, gestor de carteras sénior en Bankia Fondos, pone como ejemplo de innovación un ETF de UBS que a él le ha resultado particularmente útil. “A la hora de hacer un roll-over en commodities, puedes perder mucha rentabilidad. Lo interesante de este producto es que hace un roll-over constante en los vencimientos de los futuros sobre materias primas. Eso es algo innovador que se ha demostrado eficaz, y para mí eso es la innovación: salirse de lo que era la tónica habitual para sumar algo más. Si los ETF continúan en ese proceso de innovación, cada vez los incluiremos más en las carteras, porque nos permiten llegar a un activo de manera más eficiente”.