La cifra de la semana en mercados privados y la caída del fundraising en private equity
La cifra de la semana es 23%.
El año 2024 marcó un desafío importante para la industria de private equity, especialmente en el segmento de buyouts, con una caída significativa del fundraising del 23% en comparación con 2023. Este descenso, aunque no catastrófico, refleja los retos estructurales y macroeconómicos que enfrenta la industria en los últimos años.
Esta es una de las conclusiones del informe anual de Bain & Company. Sin embargo, la consultora también destaca que el panorama estuvo acompañado por un crecimiento notable en las inversiones (37%) y en los exits (34%), lo que sugiere una dinámica compleja, pero con oportunidades emergentes.

Factores detrás de la caída del fundraising
La disminución del fundraising en 2024 estuvo impulsada por factores tanto macroeconómicos como microeconómicos. En el ámbito macroeconómico, la incertidumbre global generada por las alzas en las tasas de interés y la inflación persistente desde 2022 y 2023 creó un entorno menos favorable para las inversiones. Aunque los mercados comenzaron a estabilizarse hacia finales de 2024, los efectos acumulativos de estos desafíos redujeron la confianza de los inversores.
En el ámbito microeconómico, la liquidez se mantuvo como un desafío clave. Según el informe, las distribuciones globales de buyouts como porcentaje del valor neto de activos (NAV) alcanzaron solo un 11% en 2024, una cifra comparable a la crisis financiera global de 2008. Este nivel históricamente bajo limitó la capacidad de los inversores (LP) para prever retornos futuros, lo que afectó directamente su disposición a comprometer capital en nuevos fondos.

La falta de liquidez tuvo consecuencias significativas tanto para los LP como para los gestores (GP). Para los LP, la incertidumbre sobre los flujos de efectivo futuros y el rendimiento esperado generó cautela al considerar nuevas asignaciones de capital. Además, aproximadamente el 50% de las inversiones realizadas en 2019 no tuvieron realizaciones después de cinco años, duplicando el promedio histórico esperado.
Para los gestores, la caída del fundraising implica una mayor competencia por atraer capital en un entorno ya desafiante. La industria ha triplicado su tamaño en la última década, intensificando la rivalidad entre las gestoras por talento, capital y oportunidades de inversión.