"Según datos del Panel Intergubernamental del Cambio Climático, el sector energético es responsable de un 33% de las emisiones", indica Luisa Gil, analista de Infraestructuras Sostenibles en Arcano Partners, en este vídeo para la AAA Academy.
Entrevista a Luisa Gil, Analista, Infraestructuras Sostenibles
Para alcanzar el Acuerdo de París, es decir, mantener el incremento de temperatura por debajo de 1.5ºC sobre los niveles preindustriales, es necesario alcanzar el objetivo de cero emisiones netas para el año 2050.
La inversión en infraestructura es crucial si queremos lograr este objetivo. Según datos del Panel Intergubernamental del Cambio Climático, el sector energético es responsable de un 33% de las emisiones. Por ello, es imperativo invertir en transición energética con el fin de mitigar el cambio climático, lo cual implica reducir drásticamente el uso de combustibles fósiles e invertir en tecnologías limpias y renovables como la energía solar y eólica, en la mejora de la eficiencia energética y la optimización de la red eléctrica. En este sentido, la Agencia Internacional de la Energía estima que será necesaria una inversión de unos 4 trillones de dólares de aquí a 2030 para conseguir la descarbonización del sector energético.
Asimismo, también es fundamental transformar otros sectores de la economía. El transporte es responsable de un 15% de las emisiones de efecto invernadero, por lo que electrificar este sector es imprescindible. Para ello será necesario invertir, por ejemplo, en la infraestructura de recarga de vehículos eléctricos o en la electrificación del transporte público.
Además, el boom de la digitalización requiere de una alta capacidad de almacenamiento de datos, lo que se traducirá en un crecimiento sin precedentes en infraestructura digital, como los centros de datos, las torres de telecomunicaciones o las redes de fibra óptica. Sin embargo, es clave que este crecimiento no se haga en detrimento de los objetivos climáticos, ya que esta infraestructura digital requiere un gran consumo energético. Por lo tanto, es necesario invertir en infraestructura digital con una baja o nula huella de carbono, como los centros de datos altamente eficientes, y que suministren su energía de fuentes renovables y limpias.