Private equity: toca pasar de un optimismo cauteloso al apetito inversor
Los fondos de private equity españoles coinciden en que la travesía del desierto de la industria experimentada en los dos últimos años llega a su fin. Las condiciones del mercado han ido mejorando a lo largo de 2024, el gap entre compradores y vendedores se ha minimizado y hay cierto optimismo global a medio plazo.
Todos estos factores apuntan a que el apetito inversor volverá en 2025, dada la elevada liquidez y la necesidad de muchos fondos de deshacer operaciones y volver a invertir. Estas fueron algunas de las principales conclusiones de los más profesionales del sector M&A que se reunieron a la 24º edición de CAPCorp, el Congreso anual para los profesionales del Private Equity y el M&A en España, celebrado a finales de octubre en Madrid.
El marco que rodea a la industria es más constructivo. Según KPMG, a pesar de las dificultades arrastradas en los dos últimos años, se ha extendido el optimismo sobre la situación económica mundial de aquí a tres años, especialmente en España. Una tendencia bautizada como optimismo cauteloso.
En la sesión inaugural, Javier Lendines, director general de Mapfre AM, dibujó un panorama más optimista, sustentado por el control de la inflación, la rebaja de tipos y un entorno macroeconómico de crecimiento débil pero estable en Europa y más fuerte de lo esperado en EE.UU. Esto lleva a recuperar el apetito del inversor.
Por el lado de la oferta, Alfredo Zavala, socio de Realza Capital, señaló que, a lo largo del último año, los fondos de inversión han asumido que los múltiplos de 2020 han quedado atrás, lo que ha facilitado el alineamiento y ajuste del gap entre vendedores y compradores. Esto facilitará que “2025 sea un gran año de inversión, incluso con subida de valoraciones”, señala. Un entorno mejor para inversiones y desinversiones, aunque lejos de niveles de euforia.
Nuevas formas de crear valor
Una de las mesas de la hornada estuvo dedicada a las Nuevas vías de creación de valor, moderada por Guillermo Padilla, socio de Strategy and Value Creation de KPMG en España. En un contexto de descenso de la actividad de M&A e importantes retos macroeconómicos de los últimos años, profesionales como Mario Pardo, Managing Director de Carlyle, destacó que ha habido retos comunes en todas las participadas. Sin embargo, a la hora de acometer mejoras en una compañía “todo empieza en la parte de talento”, decidiendo “quién es la persona adecuada para dirigir una compañía”. El private equity ha de trabajar mano a mano con el CEO para encajar la estrategia de la compañía.
“Si nos equivocamos con el CEO tenemos un problema”, explica Juan Eusebio Pujol, operating partner de Miura Partners. Para hacer frente a los retos a los que se enfrentan sus participadas, en los últimos años en su firma han creado un operating toolkit que aplican en las compañías en las que invierten y que está centrado en profesionalización, el acompañamiento a la participada y en la parte de sostenibilidad e impacto.
En relación a la aportación de valor, “la responsabilidad social corporativa y la innovación está hoy presente en todos los niveles”, señala A&O Shearman, Iñigo del Val socio responsable de Mercantil y M&A. “Ambas palancas han sofisticado los Consejos. La IA, además, está haciendo más eficiente los procesos”.
El papel de la financiación
En 2024 la actividad ha mejorado sustancialmente respecto a 2023, que fue un año de “wait and see”. Es una reflexión de Leticia Ruenes, de Pemberton AM. “El mercado ha ido recuperando tono a lo largo de este año, lo que le hace ser optimista de cara al cierre de ejercicio y 2025”, añade. Su expectativa se sustenta en el descenso de tipos y una mayor visibilidad sobre los mismo, que permite a muchos fondos ser fiables y también flexibles en financiación. “No nos permitimos el lujo de esperar más”. Sobre el escenario, Ruenes defendió el papel de la financiación alternativa como dinamizador de la actividad corporativa. Enfrente tenía a Jean François Guicheteau, de BBVA Corporate & investment Banking, representando el modelo bancario tradicional, y a Diego Benguria, de Tresmares, entidad participada por Santander que juega un doble rol ofreciendo una paleta de financiación diversa entre sus propuestas de financiación. Las tres firmas debatían sobre la convivencia entre el tradicional bank lending sobre el private debt. Aunque esta segunda forma de financiación supone el 70% de las fuentes de capital en países como EE.UU., Europa sigue siendo un mercado muy bancarizado, y España incluso más. “La deuda bancaria es más barata que en otros países”, apunta Guicheteau. Una afirmación que Ruenes rebatió en tanto que “hay otros costes que se deben tener en cuenta”. A pesar de las discrepancias entre los expertos, que evidencian que la competencia entre ambas fuentes de financiación está activa, todos coinciden en que se complementan, no son sustitutivos. “La posibilidad de trabajar juntos a nivel estratégico tiene recorrido, no solo a nivel operación”, señaló Ruenes. Es la razón de ser, por otro lado, de proyectos como Tresmares.
¿Destino España?
Sobre la conveniencia de invertir en España, José Antonio Zarzalejos, socio responsable de Corporate Finance España y EMA de KPMG, explicó que la evolución de la economía española en los dos últimos años la ha aproximado a otras grandes economías europeas, y permitido que el segmento middle market nacional haya ganado relevancia entre inversores internacionales. “Desde el punto de vista macro, España compara bien con otros países del entorno. Es una economía diversa y de pymes en manos de sus fundadores con potencial de crecimiento orgánico”, añade.
Subrayó que el país ahora necesita converger en tamaño, salarios, normativas y regulaciones. Jaime Fernández-Rubíes, partner de Fremman Capital, apuntó que el interés internacional por las empresas españolas se mantiene sostenido desde hace dos años, con oscilaciones en función de las compañías. El experto se lamenta que “el tema regulatorio es la gran limitación para el desarrollo de la actividad en España”. En Europa hay deberes pendientes para la unidad de mercado.
Exits
Un debate que no podía faltar era para abordar los desafíos actuales para las desinversiones en el contexto económico actual. Idoia Bengoa, directora general corporativa de Talde, señaló que venimos de unos años complejos, con dificultades para la desinversión, provocadas por factores como el COVID, las tensiones en la cadena de suministro y desajustes en balances. Sin embargo, “el entorno está cambiando. El comprador se va sintiendo más convencido de que llegará un financiero o un industrial”. A pesar de estos retos, destacó que las empresas españolas, especialmente las industriales, se mantienen competitivas en comparación con otros países europeos.
En esta línea, Rafael Muñoz, socio de MCH Private Equity, coincidió en señalar que la incertidumbre es un factor clave que impide el cierre de numerosas transacciones. Muñoz anticipó que 2024 será un año de inflexión, “es el primer año normalizado, vemos menos miedo a una crisis de consumo y las bajadas de tipos ayudan a los múltiplos”, apunta. Avanza que surgirán alternativas de salida más creativas y se observará un incremento de comités de desinversión en los fondos: “hay que volverse a sentar y negociar acuerdos”.
Además, Sergio García, fundador de Qualitas Funds, defendió que “las estrategias tienen que estar basadas en la creación de valor, en lugar de en el arbitraje o en la deuda”. Por su parte, Iván Plaza, socio de Aurica Capital, subrayó la importancia de priorizar a los socios en el proceso de desinversión, destacando que "el equipo directivo es el principal valedor del activo en el mercado". También mencionó que, para maximizar el retorno a los inversores en el menor tiempo posible, recurren en ocasiones a procesos bilaterales, especialmente cuando los gestores aportan un valor diferencial y el vendedor está abierto a ese tipo de acuerdos. Finalmente, Gerard García, fundador de Deale, destacó la creciente relevancia de los family office, señalando que “es el usuario que más ha crecido, multiplicándose por cinco en comparación con el año pasado”. García afirma que este inversor aporta una visión más interesante al empresario.