Visión de los mercados privados en 2025 de los inversores institucionales españoles
Damos la palabra a los principales inversores de mercados privados en España que comparten cuáles son las tendencias y variables más relevantes para 2025, desde el punto de vista de negocio o inversión.
Montserrat Formoso
En 2024, los mercados privados comenzaron a mostrar signos de recuperación tras un inicio de año marcado por tensiones geopolíticas, altos costes de financiación y correcciones en valoraciones. La actividad transaccional repuntó en la segunda mitad del año, gracias a una moderación en la inflación y expectativas de relajación de tipos de interés. Sin embargo, los elevados niveles de incertidumbre mantuvieron la prudencia en los mercados, con un enfoque en la creación de valor operativa y estrategias conservadoras.
Para 2025, se prevé un entorno más dinámico, impulsado por un gobierno pro-empresarial en EE.UU., con regulaciones flexibles e impuestos bajos. Los ojos del mercado están puestos en las mejora de las condiciones de financiación y una ansiada convergencia de precios entre vendedores y compradores que fomente la actividad de M&A y las desinversiones. Como telón de fondo, la expectativa de que los mercados privados seguirán ganando terreno frente a los cotizados, con el auge de los secundarios y los fondos evergreen, adaptados a las necesidades de liquidez y democratización de inversiones.
Damos la palabra a los principales inversores de mercados privados en España que comparten cuáles son las tendencias y variables más relevantes en los mercados privados para 2025, desde el punto de vista de negocio o inversión.
Ante un posible escenario de crecimiento global positivo, tiene sentido considerar estrategias de Private Equity en sus distintas modalidades para tratar de captar el sentido del mercado en las valoraciones de estas inversiones. De igual manera, se pueden seguir incluyendo estrategias generadoras de cash yield como la Deuda Privada o las Infraestructuras, alineadas con las mega tendencias a largo plazo, como la digitalización y la revolución de la IA o la transición energética.
Si bien nuestra perspectiva de inversión en el mercado privado es optimista, creemos que, dados los riesgos geopolíticos actuales y su posible escalada, unidos a las tensiones comerciales y a los cambios macroeconómicos, sigue siendo esencial ser muy selectivos y mantener una diversificación sólida dentro de las asignaciones al mercado privado.
Es fundamental recuperar el ritmo de las desinversiones y las actividades corporativas para equilibrar los flujos y las exposiciones en activos privados de los inversores.
El creciente desarrollo de estos mercados seguirá generando mayor y mejor oferta de producto. La democratización de los alternativos es un reto y oportunidad para la industria, que tendrá que seguir estando muy respaldada por la educación financiera y los cambios regulatorios.
Las nuevas megatendencias de inversión son el foco de diversas estrategias alternativas y permiten cumplir objetivos de rentabilidad y sostenibilidad a largo plazo.
El mercado secundario seguirá siendo una fuente de liquidez y una solución para inversores y fondos GP, además de una fuente de rentabilidad para las carteras, prácticamente en cualquier entorno de mercado.
1/8Para el 2025 son muchos los temas a considerar y que pueden afectar a los mercados privados. Destacaré tres de ellos sin estar ordenados por importancia, ni ser excluyentes de otros más relevantes.
Uno de ellos será comprobar que realmente el mercado de M&A se recupera y los fondos más maduros empiezan a vender las empresas que tienen en cartera (ya sea a un tercero o a través de OPV en mercados cotizados) y los fondos con capacidad de inversión (Dry Powder) realizan inversiones “poniendo el dinero a trabajar” de los partícipes que han comprometido dinero recientemente. Son muchas las gestoras que han notado una ralentización de los compromisos de los clientes, a la espera que los fondos más maduros devuelvan el dinero que se comprometieron a devolver en su día.
Otro factor clave será la evolución de los tipos de interés, ya que éstos tienen un impacto importante en activos como la deuda privada, infraestructura y/o inmuebles. Para el resto de activos también es relevante, pero en éstos, los partícipes tienden a comparar el tipo que pueden obtener en inversiones directas de deuda, ya sea pública o privada, con la rentabilidad que ofrecen este tipo de activos con pagos recurrentes asimilables, en cierta medida, a los de los bonos.
Y otro de los factores a considerar es el posible impacto geopolítico de la toma de posesión de Donald Trump como presidente. Hay muchas incertidumbres a fecha de hoy, que a medida que se vayan despejando, ayudará a tener una visión más clara a futuro y del posible impacto de las decisiones que tome, ya sean positivas o no. El “no saber qué puede pasar” nunca ha sido un buen aliado de la toma de decisiones en inversiones en general, y los activos alternativos no están exentos de dicho impacto.
2/8Durante el año 2024 hemos asistido a cierta normalización de los mercados privados después de unos años de ajuste de valoraciones y dificultades en la captación de fondos. La cartera de Loreto Mutua ha ido recibiendo distribuciones a lo largo del año con especial intensidad en el último trimestre.
La actividad vuelve al mercado impulsada por la “necesidad” de las gestoras de pagar a sus partícipes con el fin de favorecer el lanzamiento de fondos sucesores.
Así, contemplando este panorama, la estrategia de la mutualidad para 2025 en mercados privados es analizar los nuevos lanzamientos de los gestores de los fondos más maduros de la cartera y decidir si es idóneo que esos equipos gestores permanezcan. Porque, aunque sean conocidos y de la casa, las circunstancias cambian y hay que evaluar desde cero.
El trabajo se nos acumula, son bastantes las gestoras en cartera que nos visitan para presentar sus nuevos fondos y me atrevo a decir que solo con esas oportunidades de inversión tendremos listo el pipeline del año.
3/8De cara a 2025, los inversores de mercados privados nos enfrentamos a un panorama dinámico influenciado por varios factores. Estas clases de activos siguen siendo atractivas debido a su potencial para generar rendimientos más altos en comparación con los mercados tradicionales. Pero, efectivamente, será necesario analizar los nuevos desafíos y aprovechar las oportunidades.
En el caso de la deuda privada, las previsiones de bajadas de tipos no desaniman al inversor. Sigue siendo un activo muy atractivo, dado el auge de los préstamos no bancarios. Cada vez más empresas recurren a fuentes de financiación alternativas frente a la financiación tradicional bancaria. La evolución en los dos últimos años ha sido muy positiva, llegando a niveles récord en este activo. El hecho de seguir manteniendo una cartera diversificada desde el punto de vista de gestor, geografía, sector, añada, geografía, etc. aporta mucho valor, especialmente teniendo en cuenta la complejidad del activo de deuda, la prelación en los determinados tramos, desde senior loans, a mezzanine y oportunista, atravesando direct lending, unitranche y añadiendo la aportación de valor que ofrecen en la deuda tanto infraestructuras como real estate.
En el caso del equity, nos encontramos en un ciclo más favorable respecto a los reembolsos, dada la evolución de fusiones y adquisiciones. Consolidación clave en sectores como tecnología, salud e infraestructura. Así, la perspectiva dada la aceleración del ciclo es de mejora en los rendimientos y mejor eficiencia en dichos sectores.
Siguen siendo relevantes, y no cambia respecto a ciclos anteriores, la incertidumbre económica debido a las tensiones geopolíticas y la volatilidad en los mercados globales, los cuales tienen impacto directo dificultando la evaluación precisa de dichos activos. Pero estos puntos no dejan de ser muy diferentes a los anteriores ciclos, y el inversor en mercados privado es consciente de dicha dificultad. Por tanto, la selección medida de los activos y los due diligence precisos ayudarán realizar un selección correcta.
Los inversores de estas dos clases de activos en los mercados privados tanto a nivel global como en España proyectan una tendencia en el que las inversiones sostenibles y los modelos de negocio innovadores jugarán un papel crucial en la toma de decisiones. Los criterios ESG actuarán como un punto adicional a la hora de hacer un allocation del portfolio diversificado y con creación de valor.
4/8El entorno actual de tipos de interés a la baja contribuye a crear condiciones más favorables en los mercados privados, mejorando la dinámica general, favoreciendo recuperaciones en las valoraciones y una mayor actividad de M&A, que previsiblemente ayudará a incrementar las distribuciones a inversores en los próximos meses. Esto creará un clima favorable para nuevas inversiones y captación de fondos.
Dentro de las tendencias de negocio, se espera una mayor accesibilidad para inversores minoristas, impulsada por cambios regulatorios, avances tecnológicos y una creciente demanda de capital. Este proceso es clave que vaya acompañado de una mayor formación a inversores minoristas sobre las principales características de estos activos: horizonte de inversión de largo plazo y liquidez limitada.
Por otra parte, destacamos un auge de los vehículos evergreen. Estos fondos de estructura abierta ofrecen liquidez periódica y menores barreras de entrada, con mínimos de inversión muy bajos. Permitirán una implementación inmediata del capital y mayor flexibilidad para los inversores. El auge de este tipo de fondos semilíquidos, junto con la evolución de regulaciones como ELTIF 2.0, podría marcar un punto de inflexión en 2025 para el acceso de inversores minoristas a los mercados privados.
5/8Tras un 2024 marcado por las tensiones geopolíticas, la desaceleración en las desinversiones ante el mayor coste de financiación y la corrección de las valoraciones, esperamos para 2025 un mercado más dinámico con un gobierno en EE.UU. que fomenta un entorno pro-empresarial, con regulaciones flexibles e impuestos más bajos. El impulso de la actividad de fusiones y adquisiciones y la mejora de las condiciones de financiación conllevará una aceleración de las desinversiones.
Aunque haya cierto ajuste en los tipos, la tasa de interés neutral esperada se situará por encima de los niveles pre-covid (“higher for longer”), lo que hará a los gestores centrarse en la creación de valor a través de mejoras operativas para impulsar el crecimiento orgánico de los ingresos y la rentabilidad. Los niveles de apalancamiento también serán más conservadores.
El entorno macroeconómico y la elevada incertidumbre en el mercado generan una volatilidad que puede ser una fuente de oportunidad para los hedge funds.
Destacamos la proliferación de estructuras evergreen o fondos semilíquidos que permiten ganar exposición desde el inicio y dan flexibilidad a los LPs a la hora de gestionar la liquidez. En estos productos es clave prestar atención al cash management ya que el gestor necesitará balancear los flujos de entrada y salida del fondo. La proliferación de estas estructuras está también muy relacionada con el enfoque que tienen los gestores en “democratizar” la inversión en alternativos y la creación de vehículos que satisfagan las necesidades de los inversores individuales e institucionales. La entrada de estos nuevos tipos de inversores fomentará el impulso de los activos bajo gestión en los mercados privados.
Por otra parte, el mercado de secundarios está en auge, los LP y GP cada vez utilizan más este mercado para ajustar sus carteras y obtener liquidez. Aunque se espera un aumento en las distribuciones gracias a la reactivación de los exits, el mercado secundario continuará su desarrollo, convirtiéndose en un mecanismo importante del ecosistema ya que la liquidez es un tema clave. Cabe destacar que, aunque el mercado secundario en private equity ha madurado considerablemente, el mercado secundario para crédito privado e infraestructura aún es relativamente incipiente.
Desde el punto de vista de negocio, en los últimos tiempos la industria ha experimentado un fenómeno de creciente consolidación, donde los grandes gestores han concentrado una parte muy significativa del capital levantado. Esta tendencia se mantendrá en los próximos tiempos. Los gestores de tamaño inferior deberán seguir acreditando un estricto control de riesgos y ser capaces de navegar en distintos ciclos de mercado.
Entre las diferentes estrategias de mercados privados, el inmobiliario ha experimentado la corrección más severa en recaudación de fondos, transacciones y valoraciones. El consenso general es que podríamos estar en los niveles más bajos, lo que unido a una bajada moderada de tipos podría dar lugar a oportunidades en el sector y buenas añadas siempre y cuando se mantenga una inversión muy rigurosa y disciplinada.
El segmento de deuda privada se ha visto afectado en los últimos meses por una documentación más favorable al prestatario y una creciente presión en márgenes ante el aumento de la competencia y el retorno de los bancos, si bien todavía esperamos retornos razonables por el mantenimiento de los tipos base y es una inversión interesante en cuanto a generación de yield.
La IA está revolucionando las economías globales, y el capital privado es esencial para aprovechar su potencial. Las inversiones en activos privados abarcan toda la cadena de valor de la IA, desde centros de datos hasta infraestructura de datos. También está impulsando inversiones en generación y transmisión de energía. Los operadores de centros de datos están colaborando con productores de energía y explorando soluciones autónomas como solar, eólica, gas natural y energía nuclear.
6/8Las dinámicas de los mercados privados continúan en una fase de transición, tras el fuerte repunte de inflación provocado por el enorme impulso monetario y fiscal en 2020. Aunque la inflación ha cedido y está más controlada, se encuentra por encima de los objetivos de los bancos centrales, presionando los tipos al alza y generando incertidumbre sobre los mercados. Los miedos ante posibles repuntes hacen que los recortes vayan lentos, y sean muy dependientes de los datos de corto plazo de actividad económica. El sentimiento de los mercados es lo que está marcando las pautas.
Esto afecta directamente al private equity, ya que encarece el apalancamiento y ralentiza la actividad en términos de transacciones y, como consecuencia, los procesos de captación de capital. Esperamos una mejora gradual a medida que se despejen los nubarrones y los tipos se relajen. Consideramos que existe una tendencia estructural en la que los mercados cotizados continuarán cediendo terreno frente a los privados, aumentando las oportunidades en operaciones, incluso en los segmentos de tamaño grande ganarán terreno a las salidas a Bolsa (IPO). Además, los elevados niveles de liquidez disponible (Dry Powder) presionan, a su vez, a las gestoras a acometer inversiones, y las obliga a invertir o buscar un punto de encuentro con la oferta. Esto ya se ha trasladado en mayores ajustes en los descuentos en la parte de secundarios, aunque estructuralmente sigue siendo una estrategia atractiva.
En private debt, tras unas añadas favorecidas por los elevados niveles de tipos base y diferenciales de crédito privado por encima de la media, en First Lien Senior Secured comienzan a reducirse ambas partes, haciendo menos atractiva la oportunidad. A su vez, existe un volumen de deuda a tipo bajo que necesita refinanciarse en 2025, a tipos mucho mayores, la presión será mayor sobre los balances y la ratio de defaults se espera que aumente. Estamos positivos en Crédito Oportunístico por este motivo. El Asset Base Lending es un complemento muy bueno también al crédito corporativo, por la deuda amortizable, con otros riesgos complementarios y que tendremos en cuenta de cara al año próximo.
Infraestructuras es la parte de privados que ha seguido creciendo, ha sido la que mejor ha aguantado la subida de la inflación. Digitalización, Transporte, Transición Energética, Economía Circular, todas estas tendencias permanecen intactas, aunque no están exentas de riesgos geopolíticos o regulatorios. Pensamos que, a pesar de los ruidos a medio corto plazo, son tendencias de crecimiento estructural. Las estrategias de buy&built, que puedan desarrollar plataformas y expandirse, nos parecen buenas inversiones para capturar el creciminto en Infra.
Por último, real estate, que lleva dos años ajustando valoraciones, aunque no siempre a gusto de todos los inversores. Pensamos que si continúan bajando tipos y no se produce una recesión, es una estrategia que debería tomar más protagonismo en las carteras. Es un mercado muy grande y siempre encontramos segmentos de valor, como en este caso podrían ser los Sectores Alternativos o el de Infra Social, o todo lo que esté asociado a calidad con ángulo de mejoras ESG.
En cuanto a vehículos, los evergreen ganarán protagonismo en los próximos años como soluciones para dar acceso a determinados segmentos de clientes no institucionales.
7/8La mejora en los costes de financiación resultantes de las bajadas de tipos y la convergencia de las expectativas de precios de comprador y vendedor deberían liberar la actividad acumulada de negociaciones y mejorar el entorno de salidas para el 2025. Además, con la evolución positiva de los mercados públicos a lo largo del 2024, parece que tras años de inactividad las gestoras están acelerando sus planes de salidas a bolsa.
En el mercado secundarios estamos viendo una oportunidad interesante por ser un segmento donde la oferta supera a la demanda. Esto ofrece a los gestores la oportunidad de tener un flujo de operaciones muy alto y ser selectivos en las inversiones que quieren realizar. El mercado ha crecido mucho en los últimos años y se espera que siga creciendo a un ritmo considerable haciendo que la oferta aumente tanto por la parte de LP-leds (participaciones en fondos) como en GP-leds (el gestor del fondo vendiendo una parte de la cartera de un fondo).
En el mercado middle-market buyout vemos también una oportunidad atractiva. Las compañías de este segmento usan menos apalancamiento, crecen a mayor ritmo, cotizan a menores múltiplos de compra y tienen más vías de venta que compañías del large o mega market. La selección de fondos en este segmento es clave por el hecho que la dispersión es mayor en términos de rentabilidad: mayor rentabilidad en los mejores gestores, pero menor rentabilidad en los peores gestores comparado con un segmento de compañías grandes.
8/8