El equipo de renta variable paneuropea de Invesco cree que la recuperación durará años porque el capex y el consumo parten de una base muy deprimida. "Los desequilibrios acumulados durante la pasada década irán desapareciendo gradualmente".
Los países emergentes y, en particular, Rusia con su disputa territorial con Ucrania han introducido ruido en los mercados, restando repercusión a un flujo de noticias macro que sigue manteniendo el tono positivo, como hace notar el equipo de renta variable paneuropea de Invesco AM en Henley. Sus expertos ponen el acento en datos como los PMI o la caída de los rendimientos de la deuda periférica. “Incluso la demanda interna está dando signos alentadores de mejora, especialmente la inversión de capital y el gasto de los consumidores”, señalan. Estos dos últimos indicadores son claves en el análisis del equipo de esta gestora, como se verá más adelante.
“Creemos que Europa está en el inicio de una fase de recuperación de varios años, lo que debería provocar que los desequilibrios acumulados durante la pasada década vayan desapareciendo gradualmente”, afirman los expertos de Invesco. En su opinión, la recuperación generará oportunidades tanto a nivel individual como por sectores, en particular en aquellos más perjudicados por la crisis del euro (sector financiero y de medios de la comunicación). En este sentido, consideran que estas empresas también se beneficiarán de la mejora de la inversión y del sentimiento de los consumidores.
Una de las primeras conclusiones del equipo de Invesco es que hay razones para pensar que tanto la inversión como el consumo se recuperarán desde los niveles actuales, muy deprimidos: en el caso de la inversión en bienes de capital (capex), se encuentra en su nivel más bajo de al menos 20 años; respecto a las ventas al por menor (que toman como indicador del gasto de los consumidores), se retrotraen a cifras de 2004. “La demanda, tanto dentro de Europa como internacionalmente, está lista para aumentar este año”, afirman desde Invesco.
Ponen como ejemplo que ha empezado a repuntar la utilización de la capacidad productiva, usualmente muy correlacionada con el capex. La razón es que durante el periodo de crisis muchas empresas retrasaron el momento de invertir y desarrollar nuevos proyectos, prefiriendo en cambio reducir sus deudas y mantener saneados sus balances, incrementando los niveles de efectivo, por lo que ahora cuentan con más recursos para volver a gastar. “Hay un cierto déficit en los últimos años que se debería reducir en los próximos tiempos”, explican desde la gestora. Paralelamente, sus analistas observan que se está recuperando la disponibilidad de crédito, y esto repercutirá positivamente sobre aquellas compañías que han tenido problemas para financiarse en los últimos años. “Consecuentemente, la confianza empresarial está volviendo gradualmente a la región”, apuntan.
Desde Invesco indican otros factores que también están contribuyendo a la mejora de la confianza: “Una política monetaria acomodaticia, un menor ritmo de reducción de la deuda, una menor presión de la austeridad y la vuelta al crecimiento económico”. Gracias a este conjunto de indicios, la confianza ha regresado a niveles de 2010. “Todo esto apunta a un crecimiento modesto pero positivo en Europa durante los próximos años, animado por la recuperación de la demanda interna desde sus niveles ultradeprimidos”, añaden.
Según los cálculos del equipo de renta variable paneuropeo, el incremento del capex en combinación con el aumento del consumo también debería favorecer el comercio neto, del cual un 60% de las exportaciones de bienes se haría hacia otros países europeos.
La mejora del cuadro macroeconómico lleva a los analistas de Invesco a hacer dos pronósticos. El primero, que gracias a la recuperación Europa podría resistir el impacto de la ralentización del crecimiento de los países emergentes. El segundo, que apoyaría un mayor optimismo en torno a la renta variable europea.
En este punto vuelven a establecer dos diferencias. Por un lado, consideran que el repunte del capex beneficiará a las empresas situadas en los sectores de bienes de capital, servicios tecnológicos, transporte industrial, publicidad y gestión de personal. Por otro lado, señala como principales beneficiarios del aumento del gasto entre los consumidores a los fabricantes de automóviles y minoristas. Asimismo, sobreponderan en su cartera valores financieros al considerar que una mejora económica superior a la prevista debería impulsar las inversiones en este sector.