El director de Renta Variable Europea y Ana Rivero, directora de Producto y Market Intelligence de SAM España, presentan las perspectivas económicas y la estrategia de inversión para 2018 de la firma.
Tras estar dos años apostando dentro de su estrategia en renta variable europea por valores cíclicos frente a defensivos, el director de Santander Asset Management para este área reconoce que, desde la firma, ahora están abordando el activo desde otro punto de vista. “Es momento de hablar más de valores value y growth”, señala José Antonio Montero de Espinosa, que ve “más atractivo en compañías de estilo value como los bancos o las petroleras que en compañías de estilo growth”.
La gestora de activos de Santander, que ha presentado sus perspectivas económicas y su estrategia de inversión para 2018, pretende asentar la idea de un próximo curso marcado por dos tendencias claras: un crecimiento sincronizado global y la oportunidad de inversión que supone la renta variable europea, “el activo con mejores perspectivas gracias a su valoración relativa y sus buenos fundamentales”, esgrime Ana Rivero, directora de Producto y Market Intelligence de SAM España.
Existen cuatro factores que deberían empujar los fondos con acciones europeas en cartera, a juicio de SAM: la aún política monetaria expansiva del BCE y las condiciones financieras favorables interpuestas por Mario Draghi desde la institución; el apalancamiento operativo de una economía que crece sin inflación de costes, algo positivo para los beneficios empresariales; la solidez de unas empresas con balances saneados y poca deuda que favorecen una mayor remuneración al accionista o procesos de fusiones y adquisiciones y, por último, una valoración atractiva, “sin señales aún de sobrevaloración en renta variable europea”, indica Montero de Espinosa.
Según las previsiones de la firma, en 2018 los beneficios empresariales en Europa podrían crecer entre un 8% y un 9%, la rentabilidad por dividendo podría situarse entre el 3% y el 4% y el retorno total de la renta variable europea podría ser de doble dígito.
Renta variable europea… ¿y también renta fija europea?
A nivel macro, el próximo año habrá subidas de tipos de interés oficiales en Estados Unidos pero no en Europa, augura la gestora española. Internamente, la Fed prevé tres subidas de tipos en EE.UU., aunque desde SAM proyectan estas subidas en dos al menos. En Europa, la firma sin embargo descarta subidas de tipos en 2018 y, seguramente, en la primera mitad de 2019, aunque el BCE reducirá a la mitad la compra de bonos, como ya ha anunciado, durante los tres primeros trimestres de 2018.
Con este contexto, la renta fija no se antoja como activo vertebrador de las carteras, pero sí como complemento a la renta variable, en especial el crédito. “En renta fija corporativa, los spreads se han reducido significativamente pero no de forma uniforme ni por sectores ni por países. Por eso”, confía Rivero, “el stock picking ofrece oportunidades”. Según la directora de Producto y Market Intelligence, estas oportunidades en crédito están en los países periféricos de Europa, así como en empresas financieras.