Juanma Jiménez (PIMCO): “Nuestros expertos consideran que lo más duro en renta fija ya ha pasado: el momento de comprar se acerca”

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Firma: cedida (PIMCO).

Han pasado ya 10 años desde que Juanma Jiménez se incorporase a PIMCO. Primero lo hizo para dar servicio a sus clientes de España y Portugal desde Londres. Posteriormente se trasladó a Madrid, cuando la gestora abrió oficina en 2019. En todo este tiempo, la entidad ha logrado mantenerse como una de las firmas internacionales de referencia en el mercado español, con un patrimonio que, según datos del barómetro que cada mes publica FundsPeople, se mueve actualmente en torno a los 7.000 millones de euros. Para Jiménez, el dar el salto del Reino Unido a España ha sido una experiencia muy positiva, no exenta de algunos retos.

“Estos tres años trabajando desde Madrid han sido para mí muy buenos. Tanto a nivel personal, porque me permite estar cerca de mi familia, como profesional”, revela en una entrevista con FundsPeople. Pero no fueron fáciles. En primer lugar, porque había que crear un equipo. “Este ha sido el gran cambio. Empezamos Ángel de Molina y yo y ahora somos cinco profesionales los que nos dedicamos a dar servicio en Iberia. Estructurar una oficina es complicado. Nunca sabes si lo mejor es hacerlo por canal, región o cliente. Intento que haya un objetivo común. Si alguien va a una región, se reúne con todos los clientes, existiendo dos responsables para cada uno de ellos”.

El segundo gran reto apareció un año después de haber abierto oficina, con el estallido de la pandemia. Al igual que ocurrió con el resto de entidades, las restricciones del COVID-19 les obligaron al trabajo en remoto, algo a lo que, en realidad, Jiménez ya estaba acostumbrado de su etapa en Londres. “Teletrabajar no es fácil. Hay que ponerse una rutina”, recuerda. No fue un periodo excesivamente largo para él, ya que a los pocos meses PIMCO anunció a sus trabajadores que, siempre que la ley y la crisis sanitaria lo permitiesen, podían volver a las oficinas. “Para mí, fue una oxigenación mental”, reconoce.

El responsable de PIMCO para España y Portugal es plenamente consciente de lo importante que es el contacto humano en esta industria. “La videollamada está muy bien para dar un servicio determinado. Puedes mantener un negocio de forma telemática, pero no puedes hacerlo crecer. Necesitas el contacto humano para explicarle el producto a tu cliente”. Su experiencia de haber prestado servicio desde Londres a estar haciéndolo ahora desde Madrid le dice que “todo sobre el terreno se hace mejor. La informalidad te permite cerrar rápidamente una cita con tu cliente. En Londres tenías que planificar todo con antelación”.

Aunque ese mayor dinamismo a la hora de planificar reuniones presenciales con los clientes se ha visto mermado por los estragos de la pandemia, Jiménez cree que se está volviendo a recuperar. “Existe cierta fatiga de las video conferencias. Cuando tienes 20 personas en una sala, llega un momento en el que el cliente se pierde. En las reuniones one to one es diferente. Interactúas. El mercado acostumbra a tener sobrerreacciones y esto también lo hemos visto a nivel de servicio con el elevado volumen de conferencias y encuentros virtuales que se han producido en la industria”, opina.

Su visión sobre la renta fija

Esa sobrerreacción también podría haber ocurrido en el mercado de bonos. “La visión de nuestros expertos es que lo más duro en renta fija ya ha pasado. Las subidas de tipos están puestas en precio. Muchos inversores creen que la cartera 60-40 no funciona y se están yendo a bolsa, pero la renta variable es justamente lo que apenas ha corregido. El mercado de bonos ha sufrido la mayor caída desde la Segunda Guerra Mundial. Lo vivido este año ha sido incluso peor que la masacre de 1994. No decimos que sea el momento de volcarse, pero el momento de invertir se está acercando cada vez más. Con yields más altos y precios más bajos, el punto de partida en renta fija es hoy mucho mejor”, destaca.

En sus foros internos, en la gestora deciden cuál sería la exposición en una cartera modelo sin restricciones. Una vez han dibujado su visión de mercado, toman una decisión, que es en bloque, pudiendo moverse el gestor de cada fondo dentro de una determinada horquilla. “Ese es uno de los secretos del éxito de PIMCO”, subraya. En estos momentos, el escenario base de la casa es de crecimiento bajo e inflación elevada, aunque moderándose. “Nuestro escenario base no es el de que vaya a haber una recesión, pero la probabilidad es cada vez mayor. Y, por primera vez en muchos años, Europa podría ser uno de los factores desencadenantes”.

En su opinión, el inversor está cauto porque lo sucedido es un escenario que nadie preveía. La corrección en renta fija ha sido muy rápida y abultada y -a su juicio- algunos inversores se están olvidando del papel tradicional de la renta fija. “Según suben los tipos, el papel tradicional de los bonos es mayor. Volvemos a una renta fija más tradicional”, asegura. Al mismo tiempo, dado el rally registrado por la renta variable en la última década, también hay inversores propensos a caer en el error de pensar que la bolsa siempre sube. “Te puedes llevar sorpresas”, alerta. En el actual entorno, el principal mensaje que lanza a sus clientes es el de pensar en el largo plazo.

“Está muy bien comentar lo que pasa en los mercados cada día, pero lo importante es pararse a analizar en perspectiva sobre cómo debo posicionarme a largo plazo y aislarme de determinados ruidos. Si eres capaz de definir las tendencias que lo van a hacer bien los próximos cinco años, vas a ser capaz de batir al mercado con una menor exposición a él. En PIMCO nuestro objetivo es dar la mejor rentabilidad por unidad de riesgo al cliente. El de la oficina, ofrecer el mejor servicio posible. Es algo que te permite estar 100% alineado con tu cliente final. Aportando eso, todo lo demás llega. Parece una obviedad, pero en este negocio no necesitas nada más”.

Un modelo de análisis diferencial

En sus procesos de análisis, se apoyan en el acceso a la información y los sistemas internos y propietarios que tiene PIMCO. “Para analizar una cartera, dispongo de siete modelos distintos. Por lo general, necesitas formación porque son poco intuitivos, pero permiten entender muy bien la composición de una cartera”. Aquí se apoyan en la tecnología. “Abrimos una oficina en Austin en 2018 porque allí está la Universidad de Texas, fábrica de talento de matemáticos y físicos, que atraemos para crear algoritmos, modelos de predicción de datos y de inteligencia artificial para nuestros gestores. Son modelos que tenemos en propiedad, exclusivamente para nosotros”.

El proceso de inversión, como el tamaño de la gestora, son para Jiménez ventajas competitivas de PIMCO. “Es repetitivo, consistente… Nos ayudó mucho en la crisis de las subprime. Entonces ya contábamos con sistemas que nos ofrecían información sobre el nivel de endeudamiento por código postal. El desarrollo tecnológico en PIMCO ha jugado siempre un papel clave, al igual que las visiones de los integrantes de nuestro Consejo de Asesores Globales”, compuesto por un equipo de pensadores macroeconómicos y antiguos responsables de formular políticas, entre ellos los ex gobernadores de la Fed (Ben Bernanke) y del Banco de Inglaterra (Mark Carney).

Según el responsable de PIMCO para España y Portugal, en su casa no siguen modas, sino tendencias de inversión. “Intentamos buscar cuáles son las mejores alternativas de inversión para nuestros clientes. El ser la mayor gestora de deuda del mundo nos ha hecho dar un paso natural hacia el private debt, convirtiéndonos en una de las mayores plataformas de deuda privada a nivel global”. Se trata de una clase de activo muy en boca de los inversores. Aunque Jiménez ha detectado un interés de los clientes por activos privados, considera que aún queda un camino por recorrer para la democratización de los alternativos ilíquidos.

“Actualmente, determinadas inversiones pueden ser adecuadas solo para clientes profesionales. Tratar de hacer líquidos activos que son ilíquidos por naturaleza es extraordinariamente complejo. Diseñar vehículos de inversión que puedan hacer frente a una demanda más allá del cliente profesional es un auténtico desafío”. Sea por esta vía o por otras, lo que tiene claro es que, en la oficina que dirige, tanto él como su equipo van a mantenerse fieles a tres conceptos clave: “proximidad, cercanía y, sobre todo, rapidez en la respuesta, sobre todo cuando las cosas van mal. Esto es algo fundamental”, concluye.