Alejada de la deuda periférica, es positiva con bonos y bolsa emergente, y convertibles
La gestora francesa UFG-LPD prefiere la seguridad a la rentabilidad y se mantiene alejada de la deuda de los países periféricos en sus carteras de renta fija, a la vez que compra deuda emergente, tanto en divisa local como en dólares, aprovecha las oportunidades de renta variable y selecciona determinados bonos convertibles y activos inmobiliariarios comerciales, a la hora de construir su asset allocation para inversores institucionales destinado a encarar el complicado escenario en los mercados.
En su comentario titulado "A target allocation in the current turmoil", Xavier Lépine, presidente del Consejo de la gestora, explica que su estrategia consiste en estar al margen de los problemas de la periferia europea, pues los precios de los bonos están siendo impulsados por los gobienos pero sólo de forma temporal, y apostar por deuda de corto plazo en las carteras de deuda. Así lo hace en sus fondos LFP Mid Term Bonds y LFP Money Market. Lépine, que también es positivo con deuda emergente, cree que en este activo hay que saber seleccionar los ganadores y evitar los perdedores, con sus fondos LFP Emerging Premium y LFP Emerging Bonds.
En renta variable, activo con mejor relación rentabilidad-riesgo que muchos bonos públicos, apuesta por sobreponderar emergentes y firmas expuestas a su crecimiento, independientemente de la región de origen, así como apostar por acciones de alta rentabildidad por dividendo. Por regiones, sobrepondera la bolsa de EEUU frente a la europea y por sectores, infrapondera el financiero en el Viejo Continente. Para jugar alguna de estas apuestas, destaca el fondo LFP JKC China Value, de bolsa china.
En convertibles, cree que algunos han sufrido más que las acciones, a pesar de la seguridad que ofrece el componente de renta fija y apuesta por el LFP Convertible Bonds 2015 mientras cree también que hay añadir activos alternativos a las carteras. Por ejemplo, en el terreno inmobiliario, cree que los activos comerciales (en forma de SCPI) serán un activo refugio que ofrecerá protección y rentabilidad en los distintos escenarios de mercado. De ahí los fondos UFG Pierre y OPCI UFG IMMO SR .
Grandes desequilibrios
Y es que el experto cree en la importancia de la selección, pues habrá grandes diferencias entre regiones, activos, sectores y compañías, que están en mejor forma que los gobiernos. “Muchos países afrontarán problemas de deuda pero otros tienen fondos soberanos y su problema es cómo lidiar con esa gran actividad económica”, dice.
Desde el punto de vista macroeconómico, cree que los emergentes tirarán del crecimiento mundial, que será positivo éste y el próximo año. Mientras EEUU aún puede solucionar sus problemas –a través de la reducción del déficit y la debilidad del dólar-, en Europa las cosas son más difíciles: a corto plazo, podrían dispararse las tensiones entre gobiernos y bancos y desembocar en una nueva crisis de confianza. “Desde la salida de algunos países del euro hasta los eurobonos, las soluciones existen, aunque esta última es la más difícil de implementar rápido y los politicos tienen un distinto ritmo que los mercados”, comenta, mencionando que el bono alemán a 10 años dejará de ser un activo seguro.
“La serie de crisis, tanto financieras, económicas, políticas como sociales, son la perfecta ilustración, desfortunadamente, de los desequilibrios estructurales traídos por la generación actual”, explica, mencionando los desequilibrios de las divisas (la infravaloración del yuan, la divisa única en Europa y la crisis de la eurozona) y las ramificaciones en el mundo occidental (los altos niveles de desempleo y su apoyo por un estado de bienestar que no se sostiene y vive por encima de sus posibilidades). Para el experto, las respuestas a la crisis de 2008 fueron sólo temporales en vez de estructurales, es decir, se centraron en abaratar el crédito en vez de restaurar la competitividad, razón por la que cree que esta crisis no es una sorpresa y es una “extension natural” de la primera.