Amundi presenta estrategias de diversificación centradas en activos alternativos y mercados emergentes, destacando su potencial para capitalizar oportunidades en un 2025 lleno de incertidumbre.
Los mercados financieros enfrentan un incio de 2025 marcado por un entorno de polarización geopolítica, tensiones inflacionarias persistentes y una creciente fragmentación económica. Según la gestora Amundi Iberia, estas anomalías no son simples desviaciones temporales, sino reflejos estructurales de un sistema global en transformación. Factores como las tendencias demográficas, los cambios geopolíticos e industriales, así como los efectos del cambio climático, la innovación tecnológica y el coste de la transición energética, definen este nuevo panorama.
Estas tendencias son las que presentó Víctor de la Morena, director de inversiones de Amundi Iberia, durante un encuentro con los medios de comunicación el pasado lunes. De acuerdo con el experto, la clave para afrontar este entorno radica en la flexibilidad y la diversificación. "Las anomalías actuales exigen una reevaluación frecuente y ajustes dinámicos, con especial atención a los activos de riesgo en el primer semestre", apuntó De la Morena. Según Amundi, los inversores que adapten sus carteras hacia sectores resilientes, combinando activos tradicionales con nuevas áreas de crecimiento, estarán mejor posicionados para aprovechar las oportunidades en medio de la incertidumbre.
Un mundo en transición
Amundi proyecta un crecimiento global del 3% para 2025 y 2026, impulsado principalmente por las economías emergentes de Asia, gracias a su cadena de suministro tecnológica, políticas gubernamentales de apoyo y a la creciente integración regional y resiliencia. Destacan especialmente India e Indonesia, motores clave del crecimiento global, según indicó el director de inversiones de la entidad.
En Europa, el panorama es mas complicado. Aunque se espera una recuperación modesta, los problemas estructurales persisten. De la Morena subrayó la importancia de que Europa se enfoque en mejorar su productividad y fomentar la inversión en sectores innovadores para mantener la competitividad frente a EE.UU. y Asia.
En cuanto a EE.UU., el segundo mandato de Donald Trump añade incertidumbre al panorama económico global. Las políticas fiscales expansivas, los aranceles y las reformas en inmigración podrían generar un impacto inflacionario, complicando el ciclo de relajación monetaria iniciado por la Fed. Aunque los bancos centrales han logrado reducir la inflación, Amundi advierte que será difícil alcanzar los objetivos del 2% para 2025. Este entorno plantea un escenario dual: por un lado, pone presión sobre las políticas monetarias, pero por otro, genera oportunidades en activos ligados a la renta fija y a los mercados emergentes.
"Este enfoque pro-crecimiento de Trump podría fortalecer sectores tradicionales como el financiero y el energético, aunque a costa de mayor inflación y volatilidad en mercados globales", destacaron desde Amundi.
Renta fija y variable ¿dónde están las oportunidades?
Amundi identifica áreas clave tanto en renta fija como en renta variable para 2025. En el ámbito de renta fija, Amundi apuesta por bonos soberanos y deuda corporativa de grado de inversión (IG), especialmente en mercados emergentes, donde los rendimientos reales y los sólidos fundamentales crediticios posicionan estos activos como pilares clave para 2025.
En renta variable, la gestora destaca la importancia de diversificación, alejándose de la concentración en megacapitalizaciones estadounidenses, que presentan mayores riesgos ante perspectivas de liquidez y beneficios más ajustadas. "Sectores como el financiero, utilities y servicios de comunicación y consumo discrecional, ofrecen valoraciones más atractivas y perspectivas de crecimiento más sólidas", señaló De la Morena.
Además, Amundi apuesta por la inversión en compañías value y en empresas de pequeña y mediana capitalización como cobertura frente a posibles caídas de los valores growth y grandes capitalizaciones. Europa y Japón, con valoraciones ajustadas y potencial de reactivación, también los presentan como mercados interesantes de cara a 2025.
Explorando más allá de los activos tradicionales
En un contexto de fragmentación y volatilidad, Amundi subraya la importancia de explorar activos alternativos en las carteras. "Las estrategias de retorno absoluto, los mercados privados y las infraestructuras combinan crecimiento, diversificación y protección frente a la inflación", indican desde la entidad.
De la Morena también destacó el papel del oro y los bonos ligados a la inflación como herramientas clave para mitigar riesgos macroeconómicos y geopolíticos. "Estos activos ofrecen una cobertura eficaz en u entorno donde los riesgos globales siguen siendo elevados y los mercados necesitan estabilizarse tras los ajustes de los bancos centrales", puntualizó el experto.