Matt Williams es parte del equipo de renta variable europea de BlackRock. En su última visita a España, ha destripado la estrategia que siguen Andreas Zoellinger y Alice Gaskell en uno de los fondos estrella de la gestora.
Matt Williams se incorporó a la división de análisis fundamental de BlackRock en 2012 como estratega de producto, convirtiéndose en un nexo de unión entre el equipo de inversión y los gestores de las carteras. El experto ha estado de visita en Madrid, tiempo que ha aprovechado para explicar a los clientes de la entidad la estrategia que siguen Andreas Zoellinger y Alice Gaskell en el BGF European Equity Income, fondo cinco estrellas Morningstar que actualmente representa una de las grandes apuestas de la oficina en España.
Creado en diciembre de 2010, durante los últimos tres años el fondo ha logrado ofrecer a sus partícipes una rentabilidad anualizada del 16%, superando en 4,4 puntos al MSCI Europe y en 1,85 a la media de su categoría. Todo ello a través de un enfoque centrado en el dividendo. Uno de los éxitos en los que el experto cimenta el éxito de la estrategia es la política de inversión seguida por los gestores. “No se trata de buscar compañías con alta rentabilidad por dividendo, sino de ser cautos y siempre conscientes de los riesgos. Los criterios cualitativos no cambian en ningún momento, pero las empresas que cumplen con estos criterios sí: se trata de analizar las compañías por sus fundamentales, la sostenibilidad del negocio, la fiabilidad de su equipo directivo… pero nunca comprar caro”, afirma.
A la hora de realizar el análisis, Williams revela que el equipo gestor presta especial atención a dos aspectos: “el acceso al capital de la compañía y el hecho de que cuente con fuertes posiciones de caja en sus balances”, explica. Y aquí conviene ser muy exhaustivo, porque el mercado está lleno de trampas. “Hay que ser conocedor de por qué lado ha venido la fuerte posición en caja de la compañía, ya que puede que ésta haya sido fruto de la venta de una división importante del negocio”. También resulta clave asegurarse de que las empresas en las que se invierte cuentan con un buen sistema operacional, para lo que es necesario conocer a su equipo directivo. “Es importante cerciorarse de que éstos no sean proclives a emprender operaciones de M&A absurdas”.
Williams reconoce que Andreas Zoellinger y Alice Gaskell no tienen ningún inconveniente en añadir a la cartera compañías que en el pasado hayan visto recortado su dividendo. “Lo importante es que la empresa haya reparado su balance y que tengamos confianza en el dividendo futuro. De lo contrario, no invertimos. Toda empresa está en cartera por una buena razón”. En ese sentido, existen muchas empresas en el índice que no les gustan. El fondo busca específicamente un riesgo más bajo que el del mercado. "Nos gustan los sectores históricamente defensivos, como las empresas de telecomunicaciones o de salud, pero sólo cuando están infravaloradas. Tenemos exposición a la recuperación de la economía europea, pero de una manera muy prudente".
Esa flexibilidad y alejamiento del índice de referencia es lo que les lleva a separarse del benchmark, como demuestra el hecho de que, típicamente, el tracking error suela moverse entre el 3% y el 8%. “No es suficiente pensar en sectores: hay que hacer una gestión muy activa. Ahora el bottom up es mucho más importante. El discurso de Mario Draghi y las reformas políticas es lo que ha impulsado a los mercados. Antes, el mercado no se movía por criterios de calidad, ahora sí”. En consecuencia, conocer al equipo directivo es crucial. Por ese motivo, mantienen alrededor de 800 reuniones al año con los equipos directivos de distintas compañías. “Algunas las realizamos por videoconferencias; en otras ocasiones son ellos los que nos visitan en la oficina o nosotros los que vamos a visitarles. Les hacemos preguntas y tratamos de conocer a las empresas mejor, para así entender su modelo de negocio”.
Un mercado menos barato
El equipo del BGF European Equity Income apuesta actualmente por una cartera defensiva, con una beta de 0,8, compuesta por 46 nombres en los que la rotación es baja. Las 10 primeras posiciones ocupan el 30% de la cartera. Servicios financieros, con un 20%, industriales y empresas de sanidad, con un 16%, respectivamente, son los sectores que cuentan con un mayor ponderación en estos momentos. En el caso del sector financiero, Williams destaca que el equipo solo cuenta con dos bancos en la cartera. El resto del peso lo ocupan compañías aseguradoras. (conozca cómo han movido últimamente la cartera Andreas Zoellinger y Alice Gaskell). En términos generales, el experto considera que los beneficios empresariales crecerán este año un 8%, mientras que la rentabilidad por dividendo –actualmente en el 4%– también lo hará. Calcula que la rentabilidad del MSCI Europe será del 15%, del que un 3% vendrá vía dividendo.
“Aunque las valoraciones no son tan baratas como lo han sido en el pasado, siguen siendo atractivas frente a otros mercados desarrollados y, sobre todo, frente a la renta fija. Los flujos de entrada han sido buenos en el mercado. Europa es hoy un lugar atractivo para invertir. Los progresos realizados han sido extremadamente grandes. Hace tres años Europa era un lugar difícil para las inversiones. Se hablaba de la ruptura del euro, de la salida de algunos países… Los progresos han sido particularmente notables en Italia tras la llegada de Renzi. Por otro lado, el consumo empieza a recuperarse, lo cual es un buen indicador para el crecimiento económico. Hace tres años, el consumidor no gastaba dinero no porque no dispusiese de él, sino porque tenía miedo a hacerlo”. (Leer más).