Mondher Bettaieb, gestor del Vontobel Fund Euro - Corporate Bond Mid Yield, considera que, si se elimina el efecto que ha tenido la crisis financiera en el mercado de renta fija europeo, los diferenciales están en su media histórica.
Mondher Bettaieb es el gestor del Vontobel Fund - Euro Corporate Bond Mid Yield, fondo que a lo largo de los últimos tres años ha conseguido ofrecer una rentabilidad anualizada del 8%, batiendo en 1,6 puntos al índice de referencia en dos a la media de su categoría. El interés por este producto de deuda corporativa europea Vontobel Asset Management ha ido creciendo a lo largo de los últimos meses, lo que ha situado el volumen de activos bajo gestión por encima de los 500 millones de euros. Se trata de uno de los productos más vendidos por la gestora suiza en España y que, tal y como explican sus responsables, tiene una base de inversores muy diversificada y que recibe entradas netas diarias del orden de un millón de euros por parte de inversores retail (entre 150.000 y 200.000 provienen de España y entre 300.000 y 400.000 euros de Italia).
El buen comportamiento registrado por este producto a lo largo de los últimos tres años sería uno de los factores que habrían despertado el interés de los inversores por un producto que, en lo que va de año, arroja un retorno del 4,4%. Y, de cara a los próximos doce meses, Bettaieb se muestra convencido de ser capaz de ofrecer una rentabilidad del 3%. Así lo asegura el propio gestor en una entrevista concedida a Funds People, en la que el experto se muestra convencido de que, a pesar de las voces que alertan sobre la fuerte compresión de los spreads, al mercado de renta fija europeo todavía le queda un importante recorrido. “La gente tiene mala memoria. Si quitas el efecto de aumento de las tires que ha tenido en el mercado de bonos la crisis financiera, los spreads están en su media histórica”, afirma.
El gestor no está de acuerdo con los que aseguran que los spreads están caros. “Quien crea que asistiremos a un escenario de fuerte aumento de las tires es que piensa que estamos ante una nueva crisis sistémicas, como la acontecida en 2008”. Pero Bettaieb considera que este escenario es poco probable, especialmente si entramos en una fase de intervención por parte del BCE. “Su mandato es el de lograr la estabilidad de precios. Por lo tanto, en un escenario de amenaza de deflación, podría actuar”. La medida más eficaz que podría poner en marcha, a su juicio, sería implantar una tasa negativa a los depósitos bancarios que custodia el BCE. “Las entidades se vería forzadas a prestar y, si no encuentran oportunidades para ello, invertirían en deuda pública y deuda corporativa”, explica el experto.
Pero no sería la única herramienta a disposición de Mario Draghi. Una nueva bajada de tipos u otro programa de compra de bonos (LTRO) también podrían ser puestas en marcha. “Todas ellas son medidas que beneficiarían a la periferia”, asegura el experto. Esto se produciría sobre la base de una recuperación ya contrastada de las economías de países del sur de Europa. “Los gobiernos de España e Italia han hecho muchos progresos. Es normal que las tires hayan caído. Las tires de los bonos del Tesoro de ambos países seguirán contrayéndose. En el caso de España, la rentabilidad del bono se encuentra actualmente en torno al 3% y podría bajar al 2,5% en los próximos 18 meses”, estima el gestor del Vontobel Fund Euro - Corporate Bond Mid Yield.
Bettaieb se muestra especialmente optimista sobre el futuro de la economía española, al considerar además que el país está más adelantado en el proceso de reformas que Italia. “Es evidente que España ha hecho progresos muy destacables. Es un gran país con un gran potencial, sobre todo en el sector energético, donde puede ser la puerta de Europa a una nueva fuente de abastecimiento procedente del norte de África. Teniendo en cuenta los problemas que existen con Rusia, si yo fuera un empresario alemán empezaría a instalar empresas en España”, afirma. Actualmente, el gestor muestra su preferencia por los bonos del Tesoro español frente a la deuda corporativa del país, al entender que los spreads corporativos ofrecen menos valor.
El gestor muestra sus preferencias por la deuda subordinada, el high yield con calificación crediticia BB y la deuda pública española, que considera ofrece más valor que la deuda corporativa del país, cuyos spreads se han estrechado significativamente. “Aunque es cierto que Europa todavía afronta desafíos muy importantes – existe un problema de apalancamiento, de ruptura social y de crisis financiera, que todavía no está resuelta- en un entorno de más crecimiento económico en Europa, no tengo ninguna duda de que estos segmentos del mercado ofrecen valor y son un buen lugar en el que estar invertidos actualmente”, señala el experto.
Sin embargo, Bettaieb considera que es momento de ser muy selectivo. “No es una cuestión de comprar mercados, sino un asunto de invertir en nombres muy concretos. Nos gusta la deuda subordinada de algunas compañías de servicios, de las operadoras de telecomunicaciones, así como la deuda subordinada TIER 1 de entidades financieras, entre ellas algunas españolas”, revela. “Si un bono es caro, intentamos buscar una nueva oportunidad. Si no la encontramos, nos posicionamos en liquidez”. No obstante, por ahora no está siendo el caso. Existen oportunidades y, por lo tanto, la parte que el gestor reserva en liquidez es del 3,5%.
El 67% de la cartera está invertida en activos con una calificación crediticia entre el A- y el BBB-. La otra gran posición la mantienen en el mercado de deuda de alto rendimiento, ya que el 17% de la cartera está invertida en activos con una calificación crediticia de BB, si bien por folleto pueden llegar hasta el 25%. En este sentido, el gestor apuesta por una cartera concentrada, en la que actualmente caben 89 posiciones, que suelen mantenerse a largo plazo. “Las operaciones de compra-venta generan costes y este no es un fondo de buy & hold, por lo que la rotación de la cartera es baja”. La duración de la cartera es de 4,76 años, frente a los 4,5 años del índice de referencia, si bien este no es un aspecto que Bettaieb considere de relevancia a la hora de analizar el fondo.