En la segunda mitad del año los expertos han notado más actividad y esperan que continúe de cara a 2025. Esta es una de las conclusiones del tercer evento de capital privado organizado por Caceis de la mano de Spaincap.
Los últimos dos años han sido complicados para la industria de inversión alternativa. Los mercados han tenido que hacer frente a un nuevo contexto: una inflación más alta, nueva política monetaria, tensiones geopolíticas o el cambio de presidencia en Estados Unidos, entre otros. Así lo explica Alfonso Erhardt, socio de Oquendo Capital, durante el tercer evento de capital privado organizado por Caceis de la mano de Spaincap, quien destaca que 2024 está siendo un año de dos mitades. “La subida de tipos ha generado un parón en el mercado de alternativos en la primera mitad del año. Hay un pequeño atasco en salidas, pero también en fundraising. Hay demanda embalsada a nivel de captación y debería empezar a notarse una mejora. En la segunda mitad del año hemos notado más actividad y esperamos que continúe de cara a 2025”, explica.
También lo cree Íñigo Serrats, socio de Impact Bridge, ahora que hay más visibilidad en el plano político y las posibles políticas fiscales que se puedan imponer: “La actividad de M&A podría empezar a despegar y, con ello, descongelar las carteras. Hay muchos fondos buscando oportunidades y en 2025 se materializarán muchas de ellas”. En su caso están centrados en la inversión de impacto, un nicho con sus propias dinámicas y descorrelacionado de la industria, cuenta Serrats. “Aunque tenemos una visión global a través de los acuerdos con Morgan Stanley IM y Tikehau”, apunta.
España vs Luxemburgo
A la hora de registrarse en un domicilio u otro, existen una serie de diferencias entre hacerlo en España o en Luxemburgo. Para Tresmares Capital hacerlo allí “fue el resultado de un análisis estratégico más que de coste-beneficio. Queremos ocupar un espacio en la industria paneuropea como gestora de fondos alternativos”, confiesa Ignacio Vicente, CFO en la gestora. Ahora bien, esto no quiere decir que no se hayan beneficiado de otras ventajas de operar en Luxemburgo. Por ejemplo, mayor agilidad en el registro de vehículos y un mejor tratamiento a nivel fiscal, como la mayor claridad en términos de retenciones en los fondos de deudas. A cambio, afirma Vicente, “de unos mayores costes porque se exige que operes con proveedores de servicios de allí, que suelen tener un coste más elevado, por lo que hay pocas economías de escala que se puedan aprovechar con España”, asegura.
Erhardt destaca el caso concreto del ELTIF luxemburgués, que cuenta con pasaporte europeo de distribución. En su opinión, este va a ser el vehículo que “va a hacer que los reguladores nacionales se pongan las pilas. Nos encantaría que en España el marco regulatorio fuera más ágil para no tenernos que ir fuera”, afirma, pero de momento hay una ausencia de estructuras locales fuera del private equity.
Catalizadores del crecimiento
Al respecto reflexionan acerca de la irrupción de las gestoras internacionales en España. Serrats lo ve “como una oportunidad porque va a permitir desarrollar un activo que tiene un crecimiento estructural importante”. Según comenta, al tiempo que va mejorando la cultura financiera en España va a permitir que los inversores tengan una mayor sensibilidad hacia los activos alternativos. “El riesgo es que las entidades que vengan ofrezcan un valor añadido diferencial. Por eso tenemos que especializarnos. El conocimiento del mercado local nunca lo va a tener una gestora extranjera como lo tenemos nosotros”, subraya.
Además de una gestión excelente, el crecimiento del mercado también depende de la entrada de dinero en el sector. Y esta viene, fundamentalmente, por la vía de family offices, el sector público y fondos de fondos.
Cómo atraer nuevas fuentes de inversión
Vicente recuerda que la industria de inversión alternativa va una generación por detrás de otros mercados. En su opinión, “todavía se puede seguir desarrollando y “la entrada de aseguradoras podría suponer un punto de inflexión en su crecimiento”.
Un punto de vista en línea con el de Erhardt, que destaca que destaca que la cantidad de dinero que el inversor institucional puede invertir es menor en porcentaje y volumen. En cambio, “estamos más desarrollados en el segmento wealth. Si finalmente las entidades empezaran a ofrecer los ELTIF por 10.000 euros se el volumen se podría disparar”, avisa. Aunque advierte que no puede haber un exceso de ambición que lleve a una mala praxis.
Para estar preparados para la esperada entrada del inversor de banca privada es importante estar preparados. “Hemos hecho un desarrollo importante en tecnología para ser capaces de recibir un aluvión importante de inversores”, añade Serrats.