La inversión responsable es capaz de evitar y anticipar las crisis, según Pictet AM

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Rahego, Flickr Creative Commons

Para sobrevivir a las próximas crisis, es indispensable adoptar un enfoque de inversión responsable. Es una de las tesis que defendió Denis U. Schmidli, especialista de producto de inversión temática en Pictet Asset Management, en una reciente presentación organizada también por Spainsif. Según su tesis, los factores extrafinancieros sobre temas ambientales, sociales y corporativos pueden ayudar a afrontar las crisis, evitar errores del pasado y anticipar los próximos episodios negativos, pero también resulta clave la estabilidad financiera, para incrementar la resistencia y mejorar el perfil de rentabilidad-riesgo de las carteras. De ahí que la gestora traslade ambas estrategias a su proceso de inversión.

Así, defendió la necesidad de incorporar criterios tales como el nivel de emisiones de CO2 de las empresas que forman la cartera frente al benchmark, la diferencia salarial entre el consejero delegado y los empleados, la independencia de los ejecutivos, la existencia de mujeres en la gestión o la capacidad de generación de puestos de trabajo, para generar rentabilidad extra-financiera. Pero, por otro lado, incluir también otros criterios tales como la permanencia y estabilidad del consejero delegado (capaz de generar más confianza), la gobernanza corporativa, la existencia de apalancamiento financiero (si es excesivo, la volatilidad de los retornos también será mayor, así como la probabilidad de bancarrota) o la rapidez del crecimiento y los peligros ante su insostenibilidad (un crecimiento muy volátil pone en peligro la cultura e identidad de una firma), para generar un extra de rentabilidad, ahora sí, financiera.

Además, Schmidly defendió la importancia de aplicar estos dos conceptos no sólo a la hora de invertir en renta variable del mundo desarrollado, sino de forma global y también en el mundo emergente, donde la productividad de los recursos es baja, los costes laborales también bajos pueden presionar a proveedores y empleados y la mala goberanza puede afectar a los inversores, algo que afecta especialmente a países como Rusia, India y China. De ahí la importancia de mirar a esos mercados con otros ojos, buscando oportunidades a largo plazo (porque es ahí donde está el grueso de los factores de producción y de valora añadido económico, contando además con su infraponderación en los índices).

Y también a los de renta fija, donde la calidad de buen gobierno puede representar una medida de la solvencia. En deuda pública, por ejemplo, Alemania supera a España en temas como estabilidad política y no violencia, efectividad gubernamental, calidad regulatoria, papel de la ley o control de la corrupción. “¿Por qué se prefiere invertir en Alemania en vez de Grecia?”, se pregunta el experto, argumentando la importancia de estos factores. De hecho, aplicándolos, y con una perspectiva muy fundamental, considera que se pueden anticipar problemas y que, debido a problemas de sostenibilidad, Grecia habría salido de las carteras en 2009, y Portugal e Irlanda un año después. Pictet AM ha lanzado recientemente el fondo Global Fundamental Bonds, un producto que tiene una aproximación distinta a la deuda soberana, analizando factores de producción, sostenibildidad financiera y análisis top down para lograr una asignación alternativa a la de los indices tradicionales, “donde pesan más los países con más deuda”, explica Patricia Arriaga, de Pictet AM.

La gestora tiene una aproximación de sostenibilidad y temática a la hora de invertir, analizando tanto factores de estabilidad financiera como de sostenibilidad extra financiera a todos los activos. Entre sus fondos temáticos, los de agua y agricultura tienen como finalidad enfrentar la crisis alimenticia, el de madera, ofrecer una alternativa ante la crisis inmobiliaria, y el de energía limpia y cambio climático, a afontar la crisis energética. “Los problemas son distintos a los de antes: ya no se trata de invertir en energías renovables sino en empresas bien posicionadas para afrontar la transición que se está produciendo en este terreno, empresas más eficientes y generadoras de energías más limpias, como el gas natural”, afirma Schmidly.

La gestora aplica la sostenibilidad en tres niveles: uno de exclusión (en el que salen las firmas con violaciones serias de los criterios anteriores), uno de inclusión (donde caben firmas con una exposición mínima, de entre el 20% y el 50%, a las megatendencias anteriores) y un tercero de compromiso con las empresas para mejorar las buenas prácticas.Y todo, en colaboración con la fundación suiza Ethos.

Los inversores están cada vez más dispuestos a aplicar criterios extrafinancieros y también de sostenibilidad financiera, como primera aproximación a una inversión que tenga en cuenta la ISRT”, apostilla Arriaga.