“La volatilidad en 2011 disminuirá, pero habrá picos alcistas”

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Joel Filipe (Unsplash)

Para Antoine Lim, gestor de carteras de volatilidad en CCR Asset Management, 2011 será un año con algo menos de volatilidad que 2010, si bien estará salpicado de repuntes puntuales en la misma, debido a problemas esperados como las novedades que traiga consigo la crisis de deuda en Europa (por ejemplo, relativos a la refinanciación de países como Portugal o España) o la subida de la inflación en los mercados emergentes, que obligaría a tomar decisiones de política monetaria restrictiva. De hecho, cree que aún hay potencial bajista para la volatilidad pues ésta no puede mantenerse muy alta durante mucho tiempo, si bien matiza que tampoco caerá demasiado, pues seguirá catalizada por el sector financiero europeo en los próximos meses. “La volatilidad se dispara muy rápido al alza, pero baja de forma lenta debido al efecto memoria”, afirma, que lleva a una mayor cautela en los mercados, como sucedió después de 2008.

“Habrá tensiones en los países periféricos europeos que darán lugar a determinados picos en la volatilidad, pero no creemos que se produzca una crisis sistémica, pues las autoridades como el BCE o el FMI han mostrado su compromiso de evitarla y además los inversores extranjeros están interesados en comprar deuda europea por sus atractivas rentabilidades”, comenta Lim. De hecho, explica que la situación en Europa, donde la deuda está en manos de los propios inversores, es distinta a la de EEUU, en manos de otros países, lo que limita la crisis a un ámbito más local.

Además, matiza que hasta ahora los problemas de deuda sólo han afectado a países con contribuciones al PIB inferiores al 4% y, en caso de que llegara a España o Italia, las autoridades intervendrían para calmar los mercados, evitando el colapso de la Unión. Además, el mayor contribuidor, Alemania, tiene buena salud gracias a la actividad exportadora. De hecho, si no hay un sobrecalentamiento en los emergentes, demandantes de esos productos y la situación inflacionista se controla en China y otros mercados, cree que la recuperación económica continuará.

“Si hubiera un problema de deuda en EEUU, tendríamos un escenario mucho más volátil, pero las preocupaciones allí son relativas a las rondas de relajación cuantitativa que en algún momento podrían generar inflación y llevar a un aumento de los tipos de interés”, añade Lim.

Problemas inesperados

El experto considera que para que la volatilidad se dispare este año tendrá que suceder un problema inesperado e impredecible, tal y como sucedió con Grecia el año pasado y cree que, de no producirse, el escenario será similar al vivido en noviembre de 2010, cuando se confirmó el rescate a Irlanda. Con todo, asegura que aprovechará los picos que se produzcan en la volatilidad para vender y sacar beneficios, comprando a su vez cuando baje y gane atractivo.

De hecho, el fondo de CCR AM de estrategia direccional, el CCR Long Vol, puede tener una exposición de entre el 1% y el 7% a este mercado, que actualmente está en el 1,1%, casi en mínimos. Una exposición recortada de forma drástica en septiembre de 2008, tras el colapso de Lehman Brothers, cuando aprovecharon para vender volatilidad teniendo en cuenta su boom. Lim afirma que ahora compran volatilidad en algunas firmas energéticas y la venden en otras como Carrefour, EDF o GDF. “También jugamos a veces de forma oportunista: si ocurre un evento como una crisis, analizamos si durará poco o mucho, y, si vemos que se mantendrá en el tiempo, incrementamos la exposición, como ocurrió el pasado mayo”, explica, como ejemplo. El fondo logró retornos del 9% en 2010, sacando partido precisamente de dicha crisis. “Es un fondo ideal para complementar la exposición a renta variable, capaz de reducir el sufrimiento si las bolsas caen y reducir el riesgo”, comenta.

Por otro lado, las estrategias no direccionales o de valor relativo se aplican en un rango de seis fondos, cuatro de los cuales utilizan el arbitrage (el CCR Volatility Floor, CCR Arbitrage Volatilité 50, CCR Arbitrage Volatilité 150 y UBS Volatility Arbitrage) y otros dos son multiestrategia (CCR Active Alpha y UBS Volatility Plus). Las estrategias de volatilidad son tres: la primera consiste en jugar con los spreads de volatilidad entre diferentes activos; la segunda, de estructura de volatilidad, consiste en gestionar los movimientos de la curva; la tercera, la de sonrisa de volatilidad, se basa en utilizar las diferencias de volatilidad implícita en opciones con el mismo vencimiento. Su falta de exposición a la volatilidad, por sus posiciones bajistas y alcistas, hacen a estos productos idóneos para sustituir a los monetarios, con similares retornos. De hecho, sus objetivos son lograr las rentabilidades de los activos monetarios más algunos puntos básicos adicionales.