Objetivo primordial: preservar el capital
Estas son las recomendaciones para las carteras de fondos de cara al próximo año de varios selectores de fondos españoles. Y es que termina el año y es momento de rediseñar estrategias de cara a 2012. Aunque la situación económica y la crisis de deuda soberana condicionarán a los gestores a la hora de seleccionar los activos de una cartera, el perfil de riesgo del inversor sigue jugando un papel clave. En este sentido, las gestores son conscientes de que, en un proceso de asignación de activos, el horizonte temporal y la finalidad de la inversión marcarán el carácter de una cartera. Y, en el actual escenario de incertidumbre económica, los productos orientados a preservar el capital son los más demandados.
Así, para ahorradores con un perfil de riesgo muy conservador, el socio director de Atlas Capital, Félix M. López, destaca la opción de los monetarios, que en el caso de los españoles podrían llegar a ofrecer rentabilidades del orden del 3%. Los prefiere que inviertan en letras del Tesoro, como máximo a 12 meses, como el Atlas Capital Liquidez, con más del 60% expuesto a estos activos. Otra de las apuestas es la renta fija corporativa y high yield para inversores con un horizonte temporal a medio plazo, ya que los diferenciales de crédito que pagan estas emisiones están en niveles históricamente altos y es previsible que bajen a lo largo del año. Entre los fondos recomendados está el Invesco Euro Corporate Bond, con un fuerte peso de la deuda bancaria y una presencia significativa en high yield, el M&G Optimal Income, de gestión flexible, y el AXA US Short Duration High Yield, centrado en bonos de alto rendimiento de EEUU con vencimiento inferior a 3 años, para los que se espera una rentabilidad de entre el 4% y el 8% en 2102.
Si lo que se busca es un producto más genérico, Guillermo Santos, responsable de estrategia de iCapital, recomienda reducir la direccionalidad de las carteras y concentrarse en activos con exposición a economías en crecimiento. En este caso optaría por multiactivos flexibles, como el Carmignac Patrimoine y el Pimco GIS Global Multi-Assets, dada la capacidad y flexibilidad de estos productos para posicionarse en distintos activos. También deberían incluirse, a su juicio, fondos de gestión alternativa. En este punto las recomendaciones serían el Julius Baer Absolute Return Europe Equity Fund, centrado en pares de empresas europeas con vocación de neutralidad, y el Schroders EM Debt Absolute Return, que invierte en bonos de empresas emergentes de elevada calidad crediticia. Santos también incluiría fondos que inviertan en high yield, como el GS Global HY, centrado en EEUU, o el BNY Mellon Emerging Markt Debt Local Currency, que apuesta por deuda de países emergentes con tipos de interés muy elevados.
La cartera de Victor Alvargonzález, consejero delegado de Profim, no dejaría de lado la renta variable estadounidense, si bien su peso sería muy limitado hasta que los políticos europeos cumplan con sus responsabilidades y den carpetazo a la crisis de deuda soberana que sufre el continente. También apostaría por los bonos corporativos, sobre todo de empresas españolas sólidas, solventes y bien diversificadas, que están pagando “literalmente” por tener la nacionalidad española. Otra parte debería estar en fondos de retorno absoluto o deuda empresarial a corto plazo, como reserva de liquidez para poder contar con recursos disponibles si el panorama económico se esclareciera. El producto más atractivo sería el Amundi International Sicav.
La distribución de fondos para una cartera equilibrada que propone la responsable de análisis y productos de Selfbank, Victoria Torre, adoptaría un mayor riesgo, al tener un 50% en renta fija y un 50% en renta variable. En el primer caso, un 15% estaría invertido en fondos de bonos vinculados a la inflación (como el AXA WF Global Inflation Bonds); un 20% en bonos a largo plazo euro (M&G Optimal Income-A-Euro); otro 10% en deuda a corto plazo (Gesconsult Corto Plazo); y otro 5% en renta fija global (Templeton Global Bond). En renta variable, el 15% estaría invertido en EEUU (Threadneedle American Extended Alpha); otro 15% en Europa (Invesco Pan European Structured Equities) y un 20% en renta variable global (Amundi International Sicav).
Por su parte, el equipo de análisis de Inversis destaca entre los fondos más interesantes para este año el Allianz RCM Europe Equity Growth, orientado a buscar compañías con alzas de beneficios superiores a la media a largo plazo, incrementos de cash flows no anticipados por el mercado y cuyo crecimiento dependa menos del componente cíclico. Otras opciones serían el Morgan Stanley US Advantage, que invierte en compañías con fuerte presencia de marca, o el Pimco Global Investment Grade, con un importante peso en EEUU y cerca del 15% de la cartera en activos emergentes en dólares.
¿Qué pasa con el oro?
Los fondos que invierten en oro han llegado a estar durante algunos meses entre los más rentables al calor de la fuerte demanda que ha registrado este metal ante su condición de activo refugio. Sin embargo, su comportamiento es cada vez más volátil y los retornos se han vuelto impredecibles. No obstante, hay motivos para pensar que pueden hacerlo bien en 2012. Sämi Bossart, de Man, resalta que el precio del oro se ha doblado desde 2008 y el de las acciones de las compañías mineras sólo ha subido un 30%, por lo que el potencial es muy elevado. Entre los fondos con exposición a estas empresas se encuentran el Blackrock World Gold o el DWS Invest Gold & Precious Metals, ambos en negativo en el año.