En este desayuno organizado por FundsPeople, Ramón Pardo (Mapfre AM), Joaquín Ferrer (Mutuactivos), Jorge González (Tressis) y Mikko Ripatti (DNB AM) analizan las consecuencias que tiene para el sector de las energías renovables la subida del precio del petróleo.
Las fuerzas tractoras que impulsan las energías renovables
Joaquín Ferrer, responsable de Producto en Europa de Mutuactivos, observa tres vientos de cola que favorecen la transición en la sustitución de las fuentes fósiles por renovables. De un lado, el mero hecho de que el precio del petróleo suba “facilita” ese camino; de otro, “la garantía de suministro que proporcionan estas fuentes alternativas” y, por último, dado que el sistema de fijación de precios de electricidad en Europa es marginalista y la tecnología más cara fija el precio en cada hora, el mayor precio del gas utilizado en los ciclos combinados favorece la generación de electricidad y el encarecimiento de las renovables.
Explica que, dado que “es poco realista concebir una situación en la que toda la electricidad venga de fuentes renovables”, el gas “seguramente sea la opción menos mala, ya que emite menos CO2 que otras fuentes, como el carbón o el fueloil”, dejando aparte la nuclear.
Desde el punto de vista económico, “si pensamos en los sistemas de generación eléctrica en Europa, casi todos son marginalistas, lo que significa que en cada franja horaria hay una subasta entre las distintas tecnologías compitiendo por cuál ofrece el precio más barato. La última tecnología que vende electricidad en esa hora es la que fija el precio para todas las demás. Lógicamente, como el gas es la tecnología más cara, porque es la que tiene un coste variable mayor, a las renovables les interesa que ese precio esté muy alto”.
Por otra parte, una vez que Europa decidió no contar con el suministro de gas por gasoducto desde Rusia, ha aumentado la dependencia del gas natural licuado, que es el que llega en metanero, con un precio generalmente más alto y, sobre todo, más volátil. Eso implica que, “si en Oriente se paga un precio más alto, a nosotros nos va a costar más dinero ese gas” pero “conforme aumente la oferta de GNL y mejoren las infraestructuras de importación en Europa, esperamos que ese problema será menos acuciante”.
1/4El head of Fund Analysis & Research de Tressis, Jorge González, no se muestra optimista en que Europa en general y España particular puedan conseguir la independencia energética mediante nuevas fuentes energéticas respecto a otros países, teniendo en cuenta el aumento de los precios. “Nos encontramos que, desde hace año y medio, todos los países europeos están haciendo lo posible para llenar sus almacenes procedentes de esos Estados de los que nos queremos independizar. Esa apuesta por las renovables implica nuevas inversiones muy fuertes y los proyectos tardarán en ponerse en marcha”, comenta.
En ese camino hacia la transición energética, también pone el foco en la apuesta de las petroleras de invertir en renovables. “Nos gusta mucho, pensando en que las energéticas no construyen en la mayoría de los casos plantas de renovables, sino que las compran y las adquieren a unos precios elevados, porque las regulaciones están presionando tanto a cambiar el mix energético, que llega un punto en el que o te enfrentas a una sanción o al impuesto o compras con sobreprecio esas empresas de renovables”. Este es el argumento, reconoce, de que se haya producido una “distorsión en las valoraciones”.
“Tenemos que llegar a ese mix de equilibrio tanto en las fuentes de energía como en las fuentes de proveedores y ahí sí que somos un poco menos escépticos que con la posibilidad de conseguir la independencia energética”, concluye.
2/4Desde la gestora de la aseguradora se apuesta por un modelo mixto, y puntualiza cómo la mayoría de las grandes petroleras que han obtenido beneficios extraordinarios fruto del encarecimiento del crudo, lo están destinando a posicionarse en energías alternativas.
“El gas natural de origen fósil no puede desaparecer de un día para otro, pero sí ir reduciéndolo a favor de energías alternativas”, afirma Ramón Pardo, responsable de Ventas Institucional de Mapfre AM, citando como ejemplo el biometano. A su juicio, este gas natural renovable tiene una enorme visibilidad largo plazo y cuenta “con vientos de cola en materia regulatoria”. Recuerda en este punto se están reduciendo los derechos de emisión y aumentando las obligaciones. Por ejemplo, a partir de este año el uso del biometano entra en vigor para el transporte pesado, tanto marítimo como terrestre, lo que significa que se está allanando un “terreno inflacionista” para esta fuente energética.
“Pensamos que puede ofrecer retornos altamente atractivos en el en el corto y medio plazo”. Argumenta que la parte positiva respecto a otras energías alternativas es que la infraestructura ya está hecha, dado que utiliza la red del gas natural. Y, además, “en España somos un país en donde el residuo orgánico en el sector primario tiene mucho peso y, si nos comparamos con otros vecinos europeos, vamos muy por detrás, está todo por hacer”. Cita como ejemplo Francia, donde hay cerca de 400 plantas y unas 600 en construcción, frente a las nueve de España.
A nivel de dependencia, reconoce que en Europa “no hemos hecho los deberes y la guerra de Ucrania nos ha sacado los colores por la brutal dependencia a Rusia y, en el caso particular de España, a Argelia, y eso no puede ser”.
3/4Los recursos naturales son cada vez más escasos, mientras el cambio climático es el mayor “desafío” al que se enfrenta la humanidad. “Existe la enorme oportunidad de ayudar de forma decisiva a resolver la emergencia medioambiental y obtener al mismo tiempo grandes rendimientos en sectores como las energías renovables y la economía circular”, afirma Mikko Ripatti, responsable para Iberia de DNB Asset Management, destacando el fondo DNB Renewable Energy como la mejor opción de inversión para dar respuesta a las “necesidades presentes y futuras de nuestro planeta”.
En la gestora noruega se apuesta por lo que llama activadores sostenibles para la mejora del medio ambiente, la eficiencia en los recursos, la energía limpia y la electrificación. Además identifica otros subsectores “interesantes y prometedores” como son la demanda de turbinas solares y eólicas terrestres, la eficiencia energética, la eficiencia de recursos y el almacenamiento de la electricidad.
Considera que tras décadas construyendo infraestructuras energéticas sobre tecnologías no limpias, conseguir la independencia no es rápido. No coincide en que el gas natural licuado pueda convertirse en una solución a largo plazo, dado su elevado precio.
“Las energías renovables son un sustituto del petróleo. El aumento del precio del petróleo hace que las energías renovables sean más competitivas en precio. El GNL tiene un coste más elevado que las energías renovables y por eso no es una solución a largo plazo para Europa importarlo”, aclara Mikko Ripatti.
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