Las oportunidades que ofrece el universo ‘crossover’ capta la atención del inversor

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Solenoide, Flickr, Creative Commons

El universo ‘crossover’, que engloba los créditos del segmento más bajo dentro de la calificación con grado de inversión (BBB) y el crédito de alto rendimiento de más alta calidad (BB), ofrece un sinfín de oportunidades, ya que permite a los inversores sacar partido de ineficiencias estructurales creadas por las agencias de calificación de riesgos. En los últimos meses, el interés por este tipo de productos ha ido en aumento. La degradación de la nota de varios países europeos ha arrastrado la calificación crediticia de muchas de sus empresas, lo que les ha obligado a elevar el interés que tienen que pagar por colocar su deuda.

Las estrategias implementadas por algunos fondos aplican un enfoque de comprar y mantener para aprovechar así las elevadas rentabilidades actuales. Entre ellos está el Nordea 1-European Cross Credit Fund, producto que acaba de superar los 300 millones de euros en activos bajo gestión y cuya estrategia pasa por ofrecer una solución de alto rendimiento defensiva. Se dirige a los inversores que buscan bonos de mayor rentabilidad de empresas con fundamentales sólidos y balances saneados. “Una de las características de la inversión en el universo ‘crossover’ es que el gestor invertirá con toda seguridad tanto en ‘ángeles caídos’ como en valores con un brillante futuro”, afirman en Nordea.

Este fondo aprovecha las fluctuaciones de los diferenciales con los segmentos de calificación de ‘BBB’ a ‘B’ que generan la mejor rentabilidad ajustada al riesgo. El proceso de inversión del fondo es puramente ascendente y privilegia la selección de créditos con los mejores fundamentales. “Esto es crucial, puesto que el fondo aplica un enfoque conservador. Además no invierte en valores financieros (descarta bancos y aseguradoras) con el fin de depender menos de los acontecimientos políticos y macroeconómicos a corto plazo y de la volatilidad que éstos acarrean”, indican.

Según Christophe Girondel, responsable del departamento de distribución de fondos a escala mundial de Nordea, “el éxito del fondo estriba en los inversores que actualmente desean obtener rendimiento asumiendo un riesgo crediticio menor que el que conlleva un producto de alto rendimiento puro”. El fondo está gestionado por Jan Sorensen, del equipo de crédito de la entidad. A nivel geográfico, el 17,3% de la cartera está invertida en bonos del Reino Unido. Le siguen Holanda y Francia con una ponderación del 16% y del 14%, respectivamente. Por calidad de los activos, el 42% es deuda ‘BB’, mientras que casi un 30% se destina a bonos ‘triple B’.