Para J.P.Morgan AM, "en los últimos meses, las expectativas de inflación sí que se han incrementado, contribuyendo a la debilidad del yen”.
Los anuncios de la semana pasada por parte del “ya no tan independiente” Banco de Japón forman parte de una estrategia para alcanzar una inflación anual del 2%. Según J.P.Morgan Asset Management, las medidas aprobadas por la autoridad monetaria nipona –abriendo una nueva fase de flexibilización monetaria en términos cuantitativos y cualitativos, duplicando la base monetaria a través de la compra tanto de bonos del Estado como de fondos negociables en el mercado- representan simplemente una de las ‘tres flechas’ que el primer ministro, Shinzo Abe, ha identificado como las herramientas principales para reactivar la economía japonesa.
Tal y como explica la gestora estadounidense en su último informe Market Insights, las otras consisten en un programa de estímulo fiscal y de reformas económicas estructurales. “En los últimos meses, las expectativas de inflación sí que se han incrementado (ver gráfico), contribuyendo a la debilidad del yen”. ¿Pero es realista un objetivo de inflación del 2%? “La experiencia de programas anteriores de estímulo fiscal y reformas económicas sugiere que el impacto se verá limitado por intereses políticos, a lo que habrá que unir una tendencia deflacionaria provocada por una población cada vez más escasa y con más edad”, afirman.
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