El gurú afirma que los inversores deben tener presentes dos cosas durante las fases bajistas de los mercados.
Además de su ataque frontal a los costes de la gestión activa, Warren Buffett ha dedicado su carta anual a los accionistas de Berkshire Hathaway a algo que sí suele hacer en otras cartas: dar consejos de inversión, basándose en su dilatada experiencia profesional y en la de Charlie Munger, su segundo de abordo.
Estos consejos habitualmente van acompañados de reflexiones en retrospectiva. Por ejemplo, Buffett afirma que “los logros económicos de América han llevado a generar unos beneficios asombrosos para los accionistas”. Por ejemplo, recuerda que el Dow Jones pasó de cotizar a 66 puntos en sus inicios a alcanzar los 11,497 puntos, es decir, una apreciación del 17.320% en la que el incremento de los dividendos supuso un gran impulso para el índice. Esta tendencia continúa, como demostró la reciente conquista de los 20.000 puntos por parte del indicador.
El pronóstico de Buffett es que “es virtualmente incuestionable que las empresas americanas –y, consecuentemente, una cesta de acciones- valgan mucho más en los próximos años”. El Oráculo de Omaha cree que en esta revalorización jugarán un papel clave “la innovación, el rendimiento de la producción, el espíritu emprendedor y una abundancia de capital”. Esto no significa que el gurú de la inversión sea un gran optimista, sino un gran conocedor del mercado: “Por supuesto, muchas empresas se quedarán atrás, y algunas fracasarán. Esa separación del grano de la paja es un producto del dinamismo de mercado”.
De la misma forma, Buffett también recuerda que en los próximos años se producirán grandes desplomes de la bolsa con regularidad. “Nadie te puede decir cuándo van a suceder estos traumas. Ni yo, ni Charlie, ni los economistas, ni los medios de comunicación”, afirma. Sin embargo, recomienda que, durante esos periodos de pánico, los inversores nunca deberían olvidar dos cosas: “La primera, que el pánico extendido es un amigo para ti como inversor, porque te sirve para comprar gangas. La segunda, que tu propio miedo es tu enemigo”.
A esto se puede añadir una tercera observación: el tiempo está de lado de los que saben seleccionar bien sus inversiones. “Los inversores que evitan los costes altos e innecesarios y simplemente esperan durante un periodo largo de tiempo con una colección de empresas americanas grandes y financiadas de forma conservadora, con casi toda certeza lo harán bien”, afirma el inversor value por excelencia. No en vano, es el estilo de inversión que lleva aplicando en su compañía desde hace más de 50 años: “La colección de buenos negocios de Berkshire, junto con su inexpugnable fortaleza financiera y su cultura orientada al propietario, debería generar resultados decentes. No nos sentiríamos satisfechos con menos”.
Qué buscar en una compañía
Para poder seleccionar a la compañía correcta, es imprescindible conocer sus fundamentales en profundidad. En este sentido, el inversor afirma lo siguiente: “Charlie y yo queremos que los equipos directivos, en sus comentarios, que describan los puntos inusuales – buenos o malos- que afectan a la contabilidad. Después de todo, la razón por la que estudiamos esos números del pasado es para hacer estimaciones del futuro”.
Buffett advierten este sentido de un peligro grave: “Un equipo directivo que regularmente trata de desestimar costes muy reales al destacar los beneficios ajustados por acción nos pone nerviosos. Esto es porque el mal comportamiento es contagioso: los consejeros delegados que buscan manifiestamente maneras de informar sobre números altos tienden a fomentar una cultura en la que los subordinados se esfuerzan también en contribuir. Esa clase de objetivos pueden llevar, por ejemplo, a que las aseguradoras desestimen sus reservas para cubrir pérdidas, una práctica que ha destruido a muchos participantes de la industria”.
Buffett recuerda a los inversores que no basta con dar con empresas que dispongan de unos balances impresionantes: “Pueden ser una mala inversión si se compran a un precio demasiado alto”. Sí admite haber pagado “primas sustanciales respecto a los activos tangibles netos” en la mayor parte de las adquisiciones hechas en nombre de Berkshire Hathaway, pero afirma que “este coste está reflejado en los grandes beneficios que mostramos en nuestro balance por nuestro fondo de comercio y otros intangibles”. Y, además, estas inversiones generan “un retorno decente sobre el capital que hemos empleado”. De hecho, Buffett añade que “si no se produce una recesión, los beneficios del grupo probablemente crezcan en 2017, en parte porque por primera vez Duracell y Precision Castparts (ambas compradas en 2016) contribuirán a los beneficios del año fiscal del grupo”.