Morningstar acaba de publicar en su herramienta Morningstar Direct, el balance de los flujos en fondos de inversión europeos que dejó el mes de agosto, un mes en el que los inversores estuvieron pendientes de no pocos acontecimientos que tuvieron su impacto en las carteras. Aun así, quizá por lo estival del mes, se vieron muchos menos movimientos en los flujos de fondos que en meses anteriores.
Por ejemplo, se registraron suscripciones netas por valor de 43.000 millones de euros, frente a los 62.000 millones del mes de julio y además, gran parte de esas entradas de dinero se vieron en productos de renta fija, con suscripciones por valor de 25.000 millones de euros. Por su parte, los productos de renta variable llegaron a septiembre con 13.500 millones de euros más, sobre todo gracias al tirón de los fondos tecnolñogicos, mientras que los mixtos lo hicieron con apenas 3.400 millones de euros.
En el informe también se dedica un capítulo a la eterna comparativa entre la evolución que tuvieron los productos gestionados de forma activa y los fondos gestionados pasivamente. “Al examinar la división activo-pasivo, las entradas de dinero recibidas por los fondos pasivos, que incluyen tanto los fondos indexados como los ETFs, tuvieron una tasa de crecimiento más alta que la de los fondos gestionados activamente. La tasa de crecimiento orgánico de los productos pasivos se situó en el 0,66% en agosto, frente al 0,42% de los fondos activos. En los últimos 12 meses, los fondos pasivos crecieron orgánicamente un 10,3% frente a apenas el 1,9% para los fondos gestionados activamente”, afirma Ali Masarwah, uno de los autores del informe. Es ese crecimiento lo que ha permitido que la cuota de mercado de los fondos índice a largo plazo alcanzara el 20,0% al cierre de agosto, frente al 18,37% un año antes.
Y eso a pesar de que en cuestión de suscripciones, en el mes de agosto, fueron los fondos activos los que captaron las mejores cifras, aunque éstas fueron inferiores a las vistas en meses anteriores.
