Tras pasar página a la etapa de rentabilidad nula e, incluso, negativa con el entorno de tipos cero que convirtió a la renta fija en sinónimo de activo refugio, este vehículo de inversión ha recuperado su brillo con el endurecimiento de la política monetaria y actualmente ofrece una rentabilidad-riesgo atractiva. El favorable panorama para 2024, con un aterrizaje suave y precios a la baja, va a situar a la renta fija como el activo por excelencia para batir.
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