Los inversores pierden la confianza en la libra y la deuda británica: análisis de las gestoras de UK

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Foto: Images_of_Money, Flickr, Creative Commons

El pasado 26 de septiembre, la libra esterlina alcanzó su mínimo histórico frente al dólar: 1,035. La incertidumbre en torno a un plan fiscal claro y creíble por parte del Gobierno de Liz Truss ha provocado el desplome de una moneda británica que muchos analistas del mercado sitúan ahora en la paridad con el billete verde, o en un nivel inferior. “La libra podría alcanzar la paridad con el dólar en las próximas semanas”, señala Steven Bell, economista para EMA de Columbia Threadneedle. “La pérdida de confianza y la falta de financiación del proyecto han hecho que la libra caiga en picado”, comenta Paul Grainger.

Pero la crisis de credibilidad también se ha reflejado en el mercado de renta fija del Reino Unido, donde los precios de los gilts han caído bruscamente, disparando los rendimientos. ¿Qué está pasando? Según el responsable de renta fija global y divisas en Schroders, la confianza de los inversores se ha visto claramente afectada y un gran número de noticias negativas han sido descontadas con rapidez por los activos del Reino Unido. “En este momento, el mercado de gilts ofrece las mejores valoraciones desde hace muchos años. Sin embargo, todavía es demasiado pronto para comprar deuda pública británica en este momento, dada la falta de visibilidad de un plan fiscal claro y creíble”.

Chris Smith, director de inversiones de renta variable británica en Jupiter AM, incide en que el Reino Unido está cotizando a una valoración extremadamente baja en relación con su propia historia y con otros mercados regionales. “Si una empresa estadounidense o una sociedad de capital riesgo fuera a comprar un activo británico, el momento sería ahora, dada la caída de la libra esterlina", asevera.

Lo que necesitan los inversores para recuperar la confianza

A su juicio, el Banco de Inglaterra, que acaba de anunciar una intervención de urgencia en el mercado con la compra de deuda a largo plazo hasta, en principio, el próximo 14 de octubre, se queda corto. “Los inversores buscan una respuesta del Banco de Inglaterra y del Tesoro para defender la libra esterlina”, pero, tal y como comenta el experto, "la caída de la libra tras la declaración y la subida de los gilts a 30 años al nivel más alto desde 1998 sugieren que el mercado necesitaba más seguridad y una acción más rápida. La política del Reino Unido para estabilizar los mercados es incoherente", afirma.

En su opinión, para detener la caída de la libra esterlina, el Gobierno británico o el Banco de Inglaterra deben restablecer la confianza en la moneda. “Esto podría significar un vergonzoso giro en las políticas fiscales del gobierno, el anuncio de severos recortes de gastos para reducir el déficit presupuestario previsto o una agresiva subida de tipos por parte del Banco de Inglaterra o incluso una reunión de emergencia para subir los tipos y estabilizar la libra”.

Los tipos en Reino Unido tendrán que subir más de lo esperado

Pase lo que pase en los próximos días, el experto considera que los tipos de interés tendrán que subir más de lo que se pensaba para compensar la relajada política fiscal del Gobierno y cualquier inflación adicional derivada de la depreciación de la libra. “Los hogares ya se enfrentaban a una importante presión inflacionista y a la perspectiva de una recesión. Ahora se enfrentan a la perspectiva de unos costes de endeudamiento aún más elevados y a un golpe material a la riqueza de los hogares, en contra del objetivo del Gobierno de impulsar el crecimiento y contener la crisis del coste de la vida”.

De acuerdo con Azad Zangana, economista y estratega senior para Europa en Schroders, “hay una preocupación de que el Banco no siga y haga lo que el mercado le está diciendo que haga. Es decir, subir los tipos al 5,25% a mediados del año que viene y al 5,5% a finales de 2023”. A su entender, los inversores internacionales de gilts exigen tipos más altos para compensar lo que ahora ven como un mayor riesgo de prestar al Gobierno.

“Si puede, supongo que el Banco evitará intervenir vía subidas de tipos de emergencia, dadas sus experiencias pasadas de intervención monetaria, como el Miércoles Negro de 1992, cuando el Reino Unido se vio obligado a retirarse del Mecanismo de Tipos de Cambio Europeo tras un colapso de la libra. Sin embargo, la institución puede hacer declaraciones más agresivas, insinuando más subidas de tipos, de aquí al próximo Comité de Política Monetaria de noviembre”, concluye.