Los fondos universitarios más pequeños superaron a los grandes, con retornos del 13% y 9,1%, respectivamente, mientras que la inversión responsable (ASG) sigue creciendo, adoptada ya por el 28,6% de las instituciones.
Los endowments de educación superior en Estados Unidos siguen mostrando un crecimiento sostenido en sus retornos. Esto se debe a la fortaleza del mercado de renta variable y a una prudente asignación de activos. Según el estudio 2024 NACUBO-Commonfund Study of Endowments, el 55,7% de la cartera total se concentra en estrategias alternativas y activos reales. Sin embargo, Richard M. Ennis, en su artículo The Endowment Syndrome: Why Elite Funds Are Falling Behind, publicado en el CFA Institute, comenta que aquellos endowments de élite, con una alta asignación a inversiones alternativas han quedado rezagadas frente a estrategias indexadas más simples. Altos costes, mayor competencia y percepciones desactualizadas de superioridad han impactado su desempeño, poniendo en duda la efectividad de su enfoque.
El estudio de Nabuco comenta que la inversión responsable (ASG) sigue ganando adeptos. Esta diversificación, junto con un entorno económico moderadamente favorable, ha contribuido a que el retorno promedio anual en 2024 alcance el 11,2%. Esto consolida una tendencia positiva ya observada en años anteriores. No obstante, es importante considerar que las pérdidas del 8% en 2022 redujeron el rendimiento promedio a tres años a un 3,4%.
Un aspecto relevante es que, por segundo año consecutivo, los endowments más pequeños registraron retornos anuales superiores a los multimillonarios. Mientras que las carteras inferiores a 50 millones de dólares alcanzaron cerca del 13% de rendimiento, los endowments superiores a 5.000 millones lograron un 9,1%, según NACUBO. Sin embargo, los fondos más grandes se enfocan en la rentabilidad a largo plazo y recurren más a inversiones de capital privado o estrategias de cobertura. Estas suelen ofrecer ganancias estables, pero en horizontes más prolongados.
Cifras principales del estudio
El informe 2024 NACUBO-Commonfund Study of Endowments recopiló datos de 658 instituciones de educación superior y fundaciones relacionadas en EE.UU. Estas representan un patrimonio total superior a los 873.700 millones de dólares. La rentabilidad media a 10 años se situó en un 6,8%, con un retorno anual del 11,2% en el año fiscal 2024.

Este desempeño positivo se vio impulsado por un entorno económico más estable, la mejora en los mercados de renta variable y un ligero repunte en los activos de renta fija. Los endowments con mayor exposición a acciones públicas y hedge funds lograron mejores resultados en 2024. En contraste, aquellos con mayores inversiones en activos privados, como capital privado y capital de riesgo, obtuvieron rendimientos relativamente más bajos.
Se observaron diferencias según el tamaño de los endowments. Los fondos más pequeños (menos de 50 millones de dólares) asignaron más recursos a renta variable pública. En cambio, los de mayor tamaño (superiores a 5.000 millones de dólares) apostaron por estrategias alternativas como capital privado y activos reales.
Estrategias de inversión y asignación de activos
La diversificación sigue siendo clave en la mayoría de las carteras de endowments. Aproximadamente el 55,7% del total está invertido en estrategias de renta variable y activos reales no cotizados. Dentro de este segmento, destacaron los vehículos de private equity (17,1%), capital de riesgo (11,7%) y otras inversiones en mercados alternativos (16,1%). La renta fija, por su parte, apenas superó el 10% de las carteras.
Las inversiones alternativas han sido fundamentales para el rendimiento a largo plazo. No obstante, en 2024 estas estrategias no lograron igualar el desempeño de los mercados públicos. Esto afectó a los endowments con mayor exposición a activos privados. La preferencia por estos activos se debe a su potencial de rentabilidad a largo plazo y a su capacidad de cobertura ante la volatilidad del mercado de valores.

También se observa un incremento en la adopción de estrategias de inversión responsable. Alrededor del 28,6% de las instituciones aplican criterios ASG (medioambientales, sociales y de gobernanza). Un 15,2% emplea filtros negativos para excluir ciertos sectores y un 9,8% opta por la inversión de impacto, en línea con la misión de la institución. Sin embargo, las principales barreras para expandir estas prácticas incluyen la estructura de los fondos, el temor a comprometer rentabilidad y la complejidad para analizar parámetros ASG de manera fiable.
Perspectivas para el sector
Los endowments mantienen una perspectiva sólida a pesar de la volatilidad ocasional de los mercados. La combinación de rentabilidades positivas, diversificación en activos alternativos, aumento en donaciones y un mayor uso de herramientas de inversión responsable refuerzan su papel como soporte financiero esencial de la educación superior en EE.UU.
Además, el gasto total de los endowments ha aumentado un 6,4% interanual, alcanzando los 30.000 millones de dólares. Estos fondos se destinan a apoyo financiero, salarios de personal y mantenimiento de instalaciones, entre otros aspectos. Con un entorno macroeconómico en evolución, la capacidad de adaptación de estas instituciones será clave para sostener su crecimiento y estabilidad en el futuro.