La directora de Estrategia para España y Portugal de la firma americana recuerda que, históricamente, en el momento en el que los bancos centrales terminan de subir los tipos, la renta fija lo hace mucho mejor que la liquidez.
En un entorno de crecimiento económico discreto con una política monetaria muy restrictiva, la visión de mercado de J.P.Morgan AM se ha vuelto más constructiva que hace unos meses. Aunque en líneas generales siguen manteniendo una postura neutral, en la gestora están empezando a detectar oportunidades de inversión muy interesantes, de valor relativo en renta variable y duración en renta fija. Así lo puso de manifiesto Lucía Gutiérrez-Mellado en el tradicional desayuno trimestral organizado con medios, en el que la directora de Estrategia de la firma para España y Portugal ha anunciado una gran novedad (la popular Guía de Mercados de J.P.Morgan AM ha empezado a actualizarse de manera diaria) y dado a conocer la visión de la casa de cara a los próximos meses.
En lo que respecta al mercado de renta fija, la TIR del bono del Tesoro americano a 10 años ha subido desde Semana Santa 130 puntos básicos. “Nosotros hace tiempo que nos pusimos largos en duración. Tiene todo el sentido tener duración en cartera. El momento exacto en el que vayamos a ver bajadas de las tires no lo sabemos ni tampoco vamos a tratar de averiguarlo. Hasta ahora, las subidas de las rentabilidades de los bonos han ido muy relacionados con la inflación y la política monetaria. Ahora, los últimos movimientos se deben a unas expectativas de crecimiento más elevadas. Nos parece que ese escenario de mayor crecimiento que está descontando el mercado está siendo demasiado optimista”, afirma Gutiérrez-Mellado.
Estrategia en renta fija
En su opinión, las razones que explican las últimas subidas registradas por las tires de los bonos son tres: unos datos macro americanos mejor de lo esperado, una expectativa de tipos más elevadas por más tiempo y el hecho de que Estados Unidos vaya a tener que emitir deuda para financiar déficit. Aunque en la gestora han reducido la probabilidad de recesión, sí consideran que esa política monetaria restrictiva que están aplicando los bancos centrales acabará teniendo un efecto sobre el crecimiento económico, pero sin que acabe en aterrizaje duro. “Esto es posible. En otras épocas se consiguió conciliar un escenario de fuertes subidas de los tipos de interés con una desaceleración moderada de la economía. Todo dependerá de cómo evoluciona el mercado laboral”, indica.
La TIR del treasury americano a 10 años llegó a tocar el 4,8%, máximo de los últimos 18 años, mientras que la del bund alemán al mismo plazo se situó en cotas que no se veían desde 2011, algo que en la entidad han estado aprovechando comprando bunds y renta fija europea. “Acertar con el momento exacto es imposible. Pero la oportunidad en renta fija para un inversor con un horizonte temporal de medio-largo plazo está ahí. Históricamente, en el momento que los bancos centrales terminan de subir los tipos, la renta fija lo hace mucho mejor que la liquidez. Y el ciclo de subidas de tipos por parte de los bancos centrales ha llegado prácticamente a su fin”, explica. Por el momento, en la gestora siguen favoreciendo el investment grade frente al high yield.
Estrategia en renta variable
En lo que se refiere al mercado de renta variable, la visión de J.P.Morgan AM también se ha vuelto algo más constructiva. Arrancaron el año infraponderados y en verano adoptaron una postura más neutral, que en líneas generales siguen manteniendo. “Las expectativas de crecimiento de beneficios empresariales han tocado fondo y, a partir de ahora, deberíamos ver cómo se recuperan. Nos hemos puesto largos en bolsa americana porque es un mercado con un sesgo a compañías de calidad y porque no todo ha subido de igual forma. Aquí lo que buscamos capturar son aquellas compañías que, por valoración, nos siguen pareciendo atractivas”, explica.
Preguntada por el impacto que pudiera tener sobre el mercado de acciones el conflicto en Oriente Medio, la directora de Estrategia de la firma americana para España y Portugal considera que su efecto debería ser limitado mientras éste siga siendo local y no se extienda. Eso sí -matiza- “aunque a corto plazo las tensiones geopolíticas pueden afectar a los mercados, a medio-largo plazo no tienen ningún impacto. Al final, lo que marca su evolución es si las economías y las empresas crecen”, concluye.