Se espera que Consejo y Parlamento adopten el Reglamento en primera lectura y que el texto esté listo antes de fin de año.
Tres años han pasado ya desde que la Comisión Europea publicara su propuesta de Reglamento sobre los Fondos del Mercado Monetario. Tres años de batallas entre los partidarios de los productos con un valor liquidativo (NAV) constante (CNAV) y los defensores del variable (VNAV) y que ya, ahora por fin, parece haberse saldado con un win-win en palabras de la ponente del texto, la británica Neena Gill. El acuerdo (solo político) alcanzado entre Parlamento y Consejo esta semana da el espaldarazo final a la creación de los fondos con valor liquidativo de baja volatilidad (LVNAV) que ya en 2015 propusiera el propio Parlamento.
Según las notas de prensa difundidas por ambas instituciones, todavía se están finalizando “una serie de cuestiones técnicas” tras lo cual, el proyecto de Reglamento se presentará al Comité de Representantes Permanentes para su aprobación. Se espera que Consejo y Parlamento adopten el Reglamento en primera lectura y que el texto esté listo antes de fin de año.
En la primera propuesta para introducir los nuevos fondos LVNAV, se estableció una clausula de extinción por la cual a los cinco años de la entrada en vigor, estos fondos desaparecerían. Finalmente, el Parlamento la eliminó. Pero, al tiempo, endureció el uso que podrán hacer del método del coste amortizado en la valoración de activos. En síntesis, los nuevos fondos monetarios de baja volatilidad se caracterizarán por tener una banda de fluctuación estricta de la cartera: el valor liquidativo constante no puede desviarse en más de 20 puntos básicos respecto al valor liquidativo real, lo que es más rígido que los 50 puntos básicos de que disponen los CNAV. Asimismo, tendrán una cartera diversificada con requisitos de concentración estrictos para reducir el riesgo.
El mercado de los monetarios en Europa (según datos de Europe Economics) está prácticamente repartido entre Francia, Luxemburgo e Irlanda. Con la particularidad de que los CNAV no pueden domiciliarse en Francia por lo que Irlanda y Luxemburgo acaparan la práctica totalidad de estos fondos cuyos inversores -en su mayoría con domicilio en Reino Unido- son, básicamente, institucionales, planes de pensiones, aseguradoras... El valor de los activos bajo gestión, repartidos casi al 50% entre ambos tipos de fondos, supera el billón de euros.
Concesiones a los fondos con CNAV
Una de las principales consecuencias del primer texto propuesto por la Comisión era que la mayor parte de los fondos invertidos en monetarios con CNAV se movería, en el mejor de los casos, a los monetarios con valor liquidativo variable sin descartar su salida a otras jurisdicciones. Básicamente, a los fondos CNAV se les imponía una reserva de capital del 3% para hacer frente a demandas masivas de reembolsos, algo que la industria consideró económicamente inviable. En cifras, unos 530.000 millones de euros se irían en busca de un nuevo destino.
Finalmente, en junio de este año el Parlamento suprimió esta cortapisa aunque, al tiempo, dejó básicamente reservado el modelo CNAV para fondos invertidos en deuda soberana europea y propuso el nuevo tipo de monetario con LVNAV. Lógicamente, la industria francesa ve este nuevo modelo como una variante de los fondos CNAV en tanto que los activos no son muy volátiles. Asimismo, a este nuevo tipo de monetario se le permitirá utilizar comisiones de suscripción y reembolso. No obstante, la nota de prensa del Parlamento de esta semana anunciado su acuerdo con el Consejo, los monetarios con VLNAV tendrán un “estricto régimen” para los “fees and gates” en caso de falta de liquidez.
Mientras en Europa aún no ha terminado el debate -¿quizá a la espera de ver lo que pasa al otro lado del Atlántico?-, la reforma de los monetarios entró en vigor el pasado mes de octubre en EE.UU. De momento, y a raíz de la supresión de los monetarios con valor liquidativo constante, se ha producido un importante trasvase desde los fondos prime a los govies al tiempo que el Libor ha alcanzado su nivel más alto desde 2009.