Cada vez son más los inversores que miran hacia la deuda inmobiliaria como una alternativa sólida para diversificar sus carteras. Este tipo de inversión, canalizada habitualmente a través de fondos especializados, combina la seguridad de la deuda respaldada por activos tangibles, ofreciendo rendimientos estables y predecibles. En este sentido, Christian Rouquerol, Managing Director de Tikehau Capital, explica que, “si el prestatario incurre en impago, el prestamista tiene derecho a reprocesar y vender el activo subyacente para recuperar su inversión. De esta manera, la financiación inmobiliaria presenta un atractivo perfil de riesgo-rentabilidad, teniendo en cuenta el próximo déficit de financiación de la deuda en toda Europa”.
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