Nicholas Field, gestor de renta variable emergente de Schroders
En un momento en el que el consumo emergente se ha convertido en el tema de moda, Nicholas Field, gestor de renta variable emergente de Schroders, señala que cualquier inversión en estos mercados debe seguir teniendo muy en cuenta a las compañías orientadas a la exportación.
“En el largo plazo tiene sentido apostar por el consumo interno de los países en desarrollo, pero ahora no se pueden olvidar los exportadores que, además, venden cada vez más a otros emergentes. El argumento es que es preferible apostar por compañías orientadas más al crecimiento emergente que al de países desarrollados, pero hay que tener cuidado y no desechar compañías porque sí”, afirma Field.
El gestor de Schroders descarta que exista una burbuja en las valoraciones de los activos emergentes. Y señala que los beneficios de las compañías de estos países crecerán más rápido que los de las empresas de mercados desarrollados. Field cree que la inflación no constituye una amenaza seria en el corto plazo, salvo en algunos mercados como India y Sudáfrica.
“No vemos que la Fed pueda mover los tipos reales hacia arriba en los próximos meses, incluso años. Eso puede favorecer la entrada de dinero en emergentes”, comenta. Un peligro sería que el dólar se pudiera apreciar de manera significativa. “Los emergentes nos gustan desde el punto de vista estructural y también cíclico”, afirma Field.
Al invertir en emergentes, el gestor de Schroders asegura que se debe contar con la capacidad de ser flexible. Reconoce que en su fondo ha llegado a tener hasta un 15% en efectivo en determinados momentos.
La calidad de los datos disponibles, además, suele ser peor que en los mercados desarrollados, un aspecto que se debe tener en cuenta al gestionar.
“Estaría bien que todos los emergentes tuvieran una información más clara, pero hay que recordar que se trata de economías no desarrolladas. Eso sí, hasta ahora no hemos visto un ejemplo de distorsión de datos en emergentes tan grave como el de Grecia. Es cierto que en Argentina se falsearon los datos de inflación, pero se trata de un mercado frontera y no ya de un país considerado como emergente. El problema no es tanto la manipulación como la calidad de la información”, dice.