Eduardo Roque, director de renta fija de Mutuactivos
La solución a la crisis de deuda griega está en boca de todos. Para Eduardo Roque, director de renta fija de Mutuactivos, la solución ideal habría sido atajar el problema mucho antes, ya en 2009. Por ejemplo, dejando quebrar al país u otorgándole un préstamo a 30 años a un tipo del 2%. “Los mercados aplauden las soluciones claras y contundentes aunque a corto plazo sean dolorosas”, explica, convencido de que la Eurozona ha improvisado, poniendo parches y creando una gran incertidumbre que es lo que más castigan los inversores.
“Grecia era un problema pequeño entonces, pero la falta de una acción contundente ha hecho posible el contagio a otros países hasta convertirlo en el factor que más está desestabilizando los mercados. Se ha comprobado que la solución inicial no era válida. Dar un préstamo a un país a corto plazo y al 6% de interés y pidiéndole que arregle sus cuentas en tres años, con perspectivas de crecimiento del -5%, no es salvarle, es echarle una soga al cuello”, afirma Roque, indicando que además las consecuencias actuales de la crisis son mayores de lo que podrían haber sido si el problema se hubiera atajado antes.
“Un ciudadano alemán sufre ahora más de un 20% de caída de su mercado bursátil y una desaceleración fuerte de los países a los que más exporta. ¿No es este coste más elevado que haber solucionado desde el principio las cuentas de un país que supone un 2% del PIB de la UE?”, se pregunta el experto. “Muchos argumentan que entonces muchos países no habrían impuesto medidas de disciplina fiscal pero creo que se hubiera podido lograr un acuerdo, a medio plazo, sin las prisas y las improvisaciones que estamos viviendo estos días”, comenta Roque, preguntándose cómo va a invertir un extranjero en la Eurozona si no sabe a qué atenerse.
Positivos en deuda Tier 1 a medio plazo
La crisis de deuda de la Eurozona ha provocado que los grandes tenedores de deuda pública de los países periféricos, bancos y compañías de seguros, sufran fuertes varapalos en sus cotizaciones y en la deuda más subordinada. Los titubeos de algunos países en su apoyo a Grecia y el contagio a otros más importantes como España e Italia, ha hecho que los inversores perciban que muchas entidades financieras no podrán soportar valoraciones más negativas e incluso quitas en deuda de países periféricos. "La crisis es ya sistémica puesto que los bancos que más están sufriendo son los de los países no periféricos, como Francia" -Societé Generale ha perdido más de un 50% de su valor en bolsa desde finales de julio-.
“En este entorno la deuda TIER1 ha sufrido, a nuestro juicio, en exceso. La falta de liquidez ha provocado caídas muy fuertes y en bancos de primer nivel. Pensamos que habrá un rebote fuerte en estos activos en el medio plazo”, explica Roque. Sin embargo, las cédulas hipotecarias han tenido un buen comportamiento. “Primero porque ya habían sufrido mucho el año pasado y segundo porque el inversor ha reconocido la particular protección que ofrece la ley española. Aunque también han aumentado su diferencial, la fuerte subida en precio del libre de riesgo ha hecho que este activo sea uno de los mejores en esta crisis”, asegura.
Riesgo de inflación más moderado
“A principio de año la inflación era uno de los factores que más temíamos. La subida de las materias primas hizo que en muchos países emergentes sus Bancos Centrales se pusieran más agresivos en política monetaria. Incluso el BCE subió dos veces los tipos desde el 1% al 1,50%. Ahora, con la desaceleración que se ha producido, principalmente en los países desarrollados, la inflación está muy lejos de ser la primera preocupación", dice Roque, De hecho, cree que la inflación descontada por el mercado a través de los bonos ligados a la inflación ha caído fuertemente, alejando la posibilidad de tensiones de subidas de precios.
Con respecto a la deuda pública, explica que los tipos de interés de los países refugio, como Estados Unidos y Alemania, han caído a mínimos históricos. “No sólo están reflejando la desaceleración económica a nivel mundial sino también la gran aversión al riesgo fruto de la situación tan complicada que atraviesa la Eurozona”. El experto cree que los tipos continuarán bajos porque el crecimiento es bajo pero, al nivel actual, Mutuactivos se decanta por no estar invertido. “De hecho, contemplamos la posibilidad de una caída en los precios si mejora la gestión de la situación de la Eurozona o los datos económicos son mejores de los esperado en el último trimestre”, dice Roque.
Consenso en las decisiones
El equipo de renta fija de Mutuactivos, liderado por Eduardo Roque, está compuesto por siete personas en total que toman las decisiones de forma consensuada. Las seis restantes son Esther Álvarez, responsable de Tesorería y bonos a corto plazo; Joaquín Álvarez-Borrás, subdirector del equipo y analista y gestor de crédito financiero junto a María Portillo; Gabriel Pañeda y Rebeca Martínez, encargados de crédito corporativo, y Erika Vidal, analista y gestora de deuda pública, supranacional y agencias.
Las fuentes de retorno del equipo de Mutuactivos, por orden de importancia, son cuatro. La primera es la duración de tipos, la más volátil y considerada como la duración de los activos libres de riesgo. Se analiza según criterios equiponderados de tres tipos: macroeconómicos, de trading (con distintos pesos en las decisiones de cada gestor en función de su éxito) y cuantitativo, que busca las tendencias del mercado.
La segunda fuente de retorno es el riesgo de duración de crédito, donde se consideran tanto las empresas como el riesgo país y se gestionan distintos pesos en función no de las posiciones en cartera sino también teniendo en cuenta su vencimiento. La tercera es la de las operaciones de valor relativo, y la cuarta las divisas, muy residual.