Olea Gestión de Activos cumple su segundo aniversario mientras prepara el lanzamiento de un plan de pensiones

Olea Gestión
Rafael Peña y Arancha Gómez. Fuente: Cedida (Olea Gestión)

Se cumplen dos años de la autorización de Olea Gestión de Activos como gestora. Aunque su track record en la gestión de sus fondos se remonta al año 2004, en su etapa en Tressis Gestión. Un aniversario que arranca con nuevos planes. A nivel producto, tienen previsto lanzar un plan de pensiones para replicar la misma estrategia. Una idea que surge por la demanda de sus clientes, explica Rafael Peña, fundador y gestor.

Hasta ahora, su gama se compone de un único producto, aunque con dos fondos. Bajo una estructura master feeder, tienen un vehículo español, Olea Neutral, que invierte en el principal domiciliado en Luxemburgo, Olea Investment Fund Neutral. Allí tienen tres clases de participaciones: la clase Master, con una comisión cero y en la que invierte el fondo español; la clase Retail, con una comisión de gestión del 1,4%; y la clase clean, con un coste del 0,75% y dirigida a contratos asesorados y gestionados.

Entre ambos suman un patrimonio alrededor de los 120 millones, con tres grupos de clientes diferenciados: institucionales o red de agentes, family offices y los que entran por el canal digital. Aunque sus acciones comerciales se dirigen, según explican, al canal digital.

La cifra objetivo que se marcan es alcanzar los 500 millones en comercialización. Una masa crítica que ven “razonable para un país como España y con el track record que tenemos”, justifican. Lo que quieren hacer únicamente vía el crecimiento orgánico.

Filosofía de gestión

Bajo tres premisas sustentan su proyecto: alineación de intereses, reflexión y sencillez. “Esa manera de crecer no sabemos dónde nos llevará, pero no tenemos ninguna presión detrás porque tenemos un proyecto independiente”, arguyen.

Al frente de la gestión están Rafael Peña, Hernán Cortés y Jesús Díaz Vega, acompañados de Arancha Gómez al frente de la dirección comercial. “Hemos ido haciendo crecer el modelo de una forma natural. Pero no hemos modificado en ningún momento el mandato”, aseguran. Sus objetivos son preservación del capital a tres años y obtener un 5% de rentabilidad anual.

Se trata de un fondo multiactivos muy diversificado, puede tener entre un 20% y un 60% en renta variable; no obstante, tiene un sesgo más de renta fija. Por otra parte, mantiene importantes límites de diversificación: no puede tener más de un 3% en una misma acción ni más de un 4% en un mismo bono. Si tuviera ambas posiciones de una misma compañía, el límite conjunto sería el 6%.

El proceso de inversión parte de un análisis muy macro. Hasta un 15% en bonos high yield, hasta un 20% en emergentes sean de renta fija o renta variable; y hasta un 50% en divisas fuera del euro. “Intentamos identificar tendencias en el mundo y lo contrastamos con las valoraciones”, explica Peña.

Tras el fuerte rebote de la inflación y el cambio en las políticas de los bancos centrales tienen una posición del 30% en bolsa. Tienen sesgo entre el value y sectores que se van a beneficiar de las subidas de tipos. Fundamentalmente, financieras, tecnología no vinculada a una contingencia. Les gusta la que sea buena generadora de cashflow e infraestructura tecnológica. Por otra parte, lo combinan con posiciones de value americano y el resto más sesgo sectorial. Posiciones en autos y utilities.

En la parte de deuda, mantienen posiciones cortas en duración y tienen crédito financiero y no financiero, renta fija emergente en moneda local y lo combinan con otras posiciones como el oro o exposición al dólar. "Conjugamos una cartera multiactivos que esté preparada para afrontar los vaivenes del mercado y prepararnos para un entorno de subidas de inflación que se ha convertido en estructural, no coyuntural", arguyen.