¿Cómo está ganando tiempo el Banco Central Chino para arreglar su problema de deuda?

Jacobo_Arteaga
Funds People

TRIBUNA de Jacobo Arteaga, CEO, BrightGate Capital.

Parece que después de las turbulencias acontecidas en 2015 tanto en las bolsas chinas como la pésima gestión de la depreciación de su moneda ha hecho que tanto el Banco Central Chino (PBOC) como su Ministerio de Finanzas (MoF) hayan aprendido la lección de cómo gestionar sus problemas internos. En un mundo globalizado con información al instante el intervencionismo y la pasividad de respuestas pasan elevadas facturas. Hemos constatado un cambio significativo en estos dos últimos años siendo mucho más proactivos y enfocados a garantizar la estabilidad financiera y la correcta gestión de sus riesgos internos.

La comunidad internacional percibe el elevado apalancamiento de la economía china como uno de los grandes retos a los que se tiene que enfrentar el gobierno chino. Por el contrario de lo que pronosticaban muchos agoreros, en los últimos trimestres China ha vivido una época apacible y normalizada. Su moneda se ha estabilizado incluso tomando una senda apreciativa, la fuga de capitales se ha estabilizado, su producto interior bruto crece moderadamente, el sector inmobiliario parece bajo control con las medidas que se adoptaron durante el 2016 y lo que es más importante, el gobierno reconoció, aunque de una forma discreta, su problema de exceso de deuda proponiendo soluciones para solventarlo. O en el mejor de los casos para ganar el preciado tiempo que permita avanzar en el rebalanceo de su economía.

A finales del 2016 anunciaron que a través de los cinco grandes bancos estatales iban a testear un programa de intercambio de deuda por equity denominado DES (debt to equity swap) permitiendo a los mismos crear AMC (asset management companies) específicos para canalizar dichos canjes. En un consultation paper publicado el 7 de agosto se ha hecho extensible al resto de entidades financieras del sistema dicho programa.

Los beneficiarios de dicho programa son los grandes conglomerados estatales (SOE-stated owned enterprises). Dentro de dichas instituciones están excluidas del programa DES los denominados zombis: SOE sin solución de continuidad y que están en procesos de fusión o liquidación. Durante el ejercicio 2016 entraron en los juzgados 5665 procesos de quiebra de los que 3600 terminaron resueltos, la mayoría con expedientes de liquidación y cierre. El objetivo del gobierno es conseguir una economía más eficiente eliminando holdings que drenan recursos de la economía.

Existen por otro lado grandes conglomerados estatales en sectores de la nueva economía china con crecimientos de doble dígito y aportación positiva al sistema. En medio se encuentran los beneficiados de programa DES: compañías en sectores punteros que han sufrido de exceso de sobrecapacidad y que redimensionadas y correctamente gestionadas pueden ser viables y generar aportaciones positivas a la economía.

El denominador común de las SOE incluidas en este programa son elevados apalancamientos otorgados en épocas de bonanza que hace que las cargas de costes financieros ahoguen sus cuentas de resultados impidiendo su viabilidad. El objetivo del programa DES es llevar a cabo un canje de la deuda otorgada por los bancos a dichas compañías por acciones de las mismas. En la mayoría de los casos el swap se efectúa con pacto de recompra a un precio prefijado y con una fecha de finalización. Con ello se gana tiempo para abordar su proceso de reestructuración o redimensión de las mismas.

Desde el punto de vista del Banco dicho canje es muy lesivo para sus balances. Por ley tiene que provisionar hasta un 1,250% el valor del equity recibido lo que limita su capacidad de financiación a otros sectores productivos de la economía. Es por ello por lo que el PBOC permitió a finales de 2016 que los cinco grandes bancos estatales crearan AMC específicas con tal fin. La regulación es mucho más laxa con este tipo de entidades consumiendo tan solo un 200% en requerimientos de capital.

Los requisitos impuestos por el PBOC a los bancos para poder crear dichas AMC son: poseer más del 50% de la entidad resultante, un capital superior a 10.000 millones de reminmbis y que el 50% de los ingresos de las AMC provengan de actividades relacionadas con el programa DES. El PBOC también indicó una guía del tipo de prestatarios que podía acogerse al programa favoreciendo a determinados sectores e industrias y asegurándose que no acaben recursos en compañías zombis o en compañías con estructuras de deuda muy opacas y complejas. Por último, los prestamos transferidos a las AMC han de ser por el valor nominal de los mismos.

Mediante este programa cambia el papel de los bancos que pasan de tener un papel de gestores de crédito a gestores de equity o incluso de private equity. Es lógico pensar que la capacidad de los bancos a la hora de influir en la gestión de sus participadas es limitada al tratarse de grandes corporaciones públicas. Es más un concepto de equity holders que de real ownerships pero no deja de ser una manera en la que el estado tenga un mayor control indirecto sobre los mercados financieros locales, que es una espina clavada después de las volatilidades experimentadas en las bolsas chinas en el 2015.

La clave de que este programa sea un éxito o no dependerá de si las SOE prestatarias tengan la capacidad de redimensionar sus negocios y hacerlos rentables y poder cumplir con la recompra de sus acciones en el futuro a los precios pactados. Tardaremos años en constatar las bondades del proyecto, pero de lo que no cabe duda es que el gobierno a través de esta medida está comprando un preciado tiempo que le ayudará a gestionar el riesgo de crédito de su economía. Comprar tiempo la mayoría de las veces ha resultado siendo una buena estrategia.

De fracasar dicho programa siempre le quedará la misma alternativa in extremis como la que se vivió en la crisis subprime, es decir, securitizar los activos tóxicos y diseminarlos en el mercado mediante la creación de WMP (wealth management products) que son vendidos a los clientes retail mediante las redes bancarias. O siendo más enrevesados aun, siempre le quedará la opción a un banco estatal de volver a prestarle dinero a la misma corporación estatal, para que pueda pagarle las acciones que tiene que ya de por si recomprarle. No deja de ser otra forma de ganar tiempo adicional. Estaremos atentos al desenlace.