Dónde están las oportunidades de inversión en renta fija ante una política monetaria más expansiva

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Cedida por Schroders

TRIBUNA de Patrick Vogel, responsable de crédito europeo de Schroders. Comentario patrocinado por Schroders.

Los inversores de crédito global han disfrutado de rentabilidades sustancialmente positivas durante el primer semestre. La combinación de diferentes elementos, entre los que destacan unos diferenciales atractivos, el aumento de la confianza de los inversores y el giro acomodativo de la política monetaria del BCE y la Fed, ha contribuido a alimentar este fuerte repunte en los mercados mundiales de renta fija desde principios de año.

Actualmente en la eurozona hay una alta probabilidad de que se implemente un programa adicional de expansión cuantitativa que debería apoyar los diferenciales de crédito. Por otro lado, en EE.UU., la desaceleración del crecimiento, una inflación por debajo de objetivos, el aumento de la incertidumbre provocada por las tensiones comerciales y los sorprendentes comentarios del presidente Trump, entre otros factores, han influido en la dirección más dovish o acomodativa que ha tomado la Reserva Federal. Por lo que pensamos que este entorno sigue siendo favorable para los activos de riesgo, aunque a la hora de gestionar no estamos inclinados a perseguir el riesgo, sino a seguir siendo selectivos, tomando incluso beneficios en aquellas áreas que se han beneficiado del amplio repunte del riesgo.

Si analizamos el momento del ciclo económico en el que nos encontramos, estamos comenzando a detectar una desaceleración del impulso en varias economías, pero sobre todo en EE.UU., lo que indica, por extensión, una desaceleración del impulso a nivel mundial. ¿Cómo reflejamos esta visión en nuestras estrategias? Si nos fijamos en el Schroder International Selection Fund Global Credit Income, un fondo de crédito global gestionado sin restricciones respecto a un índice de referencia, mantenemos una postura defensiva , lo que se manifiesta en nuestra preferencia por los activos de grado de inversión sobre los de alto rendimiento (high yield-HY). Así, la exposición al HY norteamericano es la más baja desde que lanzamos el fondo.

A nivel regional, seguimos prefiriendo Europa a EE.UU. Además de contar con unos sólidos fundamentales, un nuevo QE podría ser positivo para los diferenciales de crédito europeos. No obstante, los bonos gubernamentales europeos están ofreciendo unos rendimientos muy bajos, lo que favorece que la deuda corporativa parezca más atractiva.  En Reino Unido continuamos teniendo posiciones, ya que encontramos sectores infravalorados en medio de la incertidumbre por el Brexit. A pesar de la desaceleración, seguimos viendo oportunidades en algunos emisores no cíclicos y más defensivos, como en el sector de los servicios públicos, o también en banca sénior.

En términos generales, los mercados emergentes tienden a beneficiarse de una mayor liquidez y de un dólar estadounidense más débil, y es probable que algunos países tengan margen para recortar los tipos de interés este año. En este entorno, los bonos soberanos de mercados emergentes, tanto grado de inversión como high yield, han empezado a parecernos más atractivos, dada la postura de la Fed y el BCE. No obstante, la escalada de tensión en la guerra comercial entre EE.UU. y China podría tener un efecto dominó en estos mercados. Esto nos ha llevado a ser cautelosos en las asignaciones dentro de China y el resto de Asia, y a centrarnos en las oportunidades en moneda fuerte, principalmente USD. En este sentido, estamos viendo oportunidades en México dentro de los bonos grado de inversión. Otra área de atención es el espacio de bonos soberanos sin grado de inversión, donde las valoraciones siguen siendo atractivas en regiones como Turquía y Ucrania.

Por temáticas, mantenemos un enfoque único. Nuestro proceso de análisis tiene como objetivo identificar las tendencias seculares en los mercados y cuáles son los efectos de primer y segundo orden que podrían extenderse por todo el mercado crediticio. Esto nos permite analizar mejor la dirección de los diferenciales de crédito en el largo plazo. En este sentido, uno de nuestros sectores favoritos es el inmobiliario europeo. También vemos oportunidades en el sector de las telecomunicaciones, tanto en Europa como en EE.UU.

Por lo tanto, a pesar de las incertidumbres, sigue habiendo oportunidades en el sector del crédito, aunque para aprovecharlas será más necesario que nunca contar con flexibilidad, experiencia y recursos.