El planificador

Compartimos la opinión de varias casas y especialistas en el sector financiero respecto a la infravaloración del valor de los activos de riesgo, entre ellos, las acciones. Desde varios puntos de vista, a través de los ratios, compra de insiders, nivel de volatilidades (pánico-miedo), volumen opciones de venta frente a las de compra (Ratio call-put) sobreventas técnicas, etc., y por supuesto el nivel de varios ratios fundamentales de índices y compañías con respecto a sus medias históricas, se puede afirmar que estamos en uno de los momentos “baratos” para ir de compras o en su caso de acumular posiciones.

En este articulo queremos destacar que debemos de asegurarnos bien de hacer nuestros deberes en materia financiera y de planificación patrimonial. Por un lado tenemos según ya hemos comentado la opinión de los especialistas, gestoras, analistas, mesas de tesorería, gurús,… pero por otro habría que escuchar la voz del “planificador” o medico de cabecera; “está bien tener el punto de vista del traumatólogo pero es indispensable contrastar con nuestro medico de medicina interna”.

El especialista tiene inmerso en su ADN la gestión continuada de los activos por la que su filosofía de inversión le obliga y el planificador es el responsable de poner las dosis para de esta forma completar una asignación de activos adecuada según el perfil de riesgo del inversor y su horizonte temporal.

Muchas veces en nuestra vida nos hace falta un evento traumático para darnos cuenta de los errores que hemos cometido en el pasado sobre nuestra planificación y debería de servirnos para adecuar mejor nuestras inversiones para los próximos tiempos no exentos de problemas y volatilidades ante nuevos eventos que van ha suceder, unos ya ocurridos en el pasado, es decir, con manual de procedimiento y otros sin manual al ser nuevos.

Así pues, a pesar de adecuar eficientemente nuestro “asset allocation o asignación de activos”, éste va ha tener que exigir futuras visitas con nuestro planificador para hacer el tuning continuo. Ahí es donde surge la profesión del asesor, el cual presta sus servicios de asesoramiento, quien debe darlo de forma continua y no puntual (vigilancia continua); deberemos exigir a nuestro planificador un máximo nivel en independencia para la búsqueda de activos-productos para nuestra cartera, hecho vital para evitar los posibles conflictos de interés.

Lógicamente nos estamos refiriendo a la planificación financiera-mobiliaria, pero deberíamos planificar todos los eventos que rodean a una persona o grupo, como nivel de endeudamiento, rentas periódicas, participación accionarial en empresas con dividendos, gastos e ingresos ordinarios y extraordinarios, y en el caso familiar, sucesiones, protocolo familiar, etc.…. Es decir una radiografía competa, mejor dicho, una resonancia si lo que queremos es diagnosticar eficientemente y hacer un buen asesoramiento.

A raíz de los eventos de este pasado verano, donde se ha acentuado el riesgo de las cuentas publicas de países miembros de la UEM, consecuencia del gran apalancamiento financiero que ha vivido el sistema desde el 2001, las bolsas han caído de media un 25% y no sólo las europeas sino que el impacto ha sido internacional, donde deberíamos más que nunca trazar un plan, y escribirlo. Rehacer el test de nuestro perfil de riesgo que aunque pueda salir afectado por el miedo que todavía tenemos en el cuerpo ya es una observación estadística que tenemos y que deberíamos de compararlo con el test que resulto en épocas benignas. Lo mismo que hace nuestro médico de cabecera comparando dos análisis de sangre en dos momentos del tiempo distintos.

Una vez afinemos nuestro “umbral del sueño” deberíamos de preguntarnos si hemos sabido aguantar bien el chaparrón y si la respuesta es negativa, entonces tener claro que deberemos de rebajar las unidades de riesgo dispuestas a ser invertidas. Consecuentemente será fundamental no precipitarnos en implementar el nuevo esquema de inversión sino planear unos timings donde vamos a ejecutar nuestra estrategia. La avaricia como sabemos no es buena acompañante y no podemos exigir más rentabilidad esperada de la que obliga una dosis de riesgo proporcional.

Cómo no destacar que para que el análisis o la planificación tengan los efectos deseados será necesario y eficiente realizar el análisis consolidado de todas las posiciones existentes en todos los bancos depositarios o asesores que tenga; y para ello deberé designar un solo médico de cabecera lo más independiente posible en la toma de decisiones o mejor dicho en la búsqueda y confección del asset allocation ya que las decisiones las va ha tomar el interesado final, el inversor. Otra cosa es que podré disfrutar de varios especialistas en cada una de sus materias…..

Estamos ante un “mercado de producto” en su pleno apogeo y por el contrario todavía damos poca importancia al planificador, …”muchas medicinas y pocos médicos de medicina interna”. Aquí surge lo que denominamos conflicto de intereses; siguiendo con el símil , el especialista e incluso el médico de cabecera son retribuidos mejor o peor en función del laboratorio que prescriban al paciente; este tema es grave del mismo modo que el paciente vaya a varios especialistas y haga caso de sus recomendaciones sin hacer un análisis global de su posición.

Incidiendo más el temas técnicos, y he tenido la ocasión de leer un buen articulo que trataba sobre las correlaciones de los activos en la actualidad, éstas son muy parecidas no obteniendo nuestro deseo que arroja el principio de diversificación de Markowitz; no hay buena diversificación aun que el portafolio esté compuesto de varios activos y de distintos mercados, si todos ellos caminan con la misma fuerza y dirección; el gran trabajo del asesor es identificar activos descorrelacionados, entre otras cosas, entender bien los activos a elegir, y simular un árbol de probabilidades de distintos escenarios y su repercusión teórica en retorno y riesgo sobre la cartera agregada, pero sobre todo, repito, hay que estar encima, servicio continuo; dar un servicio recurrente de diagnostico y posibles modificaciones ante perspectivas distintas a las originalmente pensadas y por supuesto no hablamos de trading.

Tenemos entre todos el deber de profesionalizar nuestro sector, hay gente buena y preparada de la misma forma que hay un porcentaje suficientemente alto de profesionales mal formados. Fuerza, honor, buenos principios (ética) y adelante ya que estoy convencido que la próxima década va ha arrojar excelentes retornos en nuestra industria, que al final los beneficiados deberían de ser “los clientes-inversores”.

Todo lo bien o mal que planifiquemos nuestras inversiones en el momento que nos encontramos, histórico a todos los niveles, mejor o peor recompensa tendremos en la próxima década; creo firmemente en el crecimiento de la economía global y por ende de las empresas y sectores que lo componen, con sus ciclos de expansión y contracción, y todo ello deberá de reflejarse en las cotizaciones de los mercados bursátiles en algún momento.

La última década ha sido excesivamente mala seguramente por la inflación exagerada de activos de riesgo desde 1980 hasta el fin de la burbuja tecnológica; estos treinta años de bonanza bursátil nos han costado pero que muy caros; esperemos que gran parte de la corrección haya sido en gran medida finalizada; y ahora que? mucha esperanza porque los buenos días también vendrán y sobre todo, habiendo aprendido una gran lección: los mercados están para rentabilizar el dinero, no para forrarse….