Es la hora de dar un giro al mercado de pensiones

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Cedida

Varias firmas de gestión de patrimonios ultiman su desembarco en el mercado de pensiones español. ¿Es ésta una buena noticia para el inversor? ¿Puede contribuir a mejorar la percepción de un mercado que no atraviesa sus mejores momentos?

Si analizamos las cifras y resultados de la industria, nos damos cuenta de que los 64.000 millones de euros invertidos en planes de pensiones individuales han sufrido un déficit importante en cuestiones como la calidad de producto y alternativas de inversión.

Por un lado, por el exceso de producto industrializado de las grandes gestoras y redes bancarias (fondos de pensiones garantizados, PPA, productos de gestión pasiva…). Y por el otro, en los casos de aquellos considerados de gestión activa, por el menor cuidado o mimo que han puesto los gestores frente a, por ejemplo, los fondos de inversión.

Mención especial merecen los costes, que son muy elevados, aunque este último punto ya lo está regulando la nueva normativa de planes de pensiones, que limita las comisiones máximas de gestión y depositaría.

El resultado de todo esto es evidente: planes de pensiones abandonados a su suerte en entidades bancarias donde el ahorrador dedica poco tiempo al seguimiento de su inversión. En el mejor de los casos se revisa a final de año (en el momento de revisar nuestras aportaciones por cuestiones fiscales) o en medio de alguna campaña comercial del banco donde interese mover en bloque a los clientes. ¿Es esta la manera de gestionar nuestros ahorros futuros? Nosotros pensamos que no.

Con la aparición de nuevos jugadores como las gestoras independientes, el ahorrador dispone de una alternativa de verdad interesante. Van a poder entrar en fondos de pensiones de calidad, en manos de gestores de reconocido prestigio que se presentan con un historial de rentabilidad consistente. Un mayor cuidado en la gestión que lleve también de la mano una importante mejora en la calidad de servicio e información.

Conocer la cartera del fondo, tener acceso al gestor y compartir la estrategia de inversión, y por supuesto contar con información mensual sobre los resultados y la toma de decisiones (aciertos, errores) es algo deseable también en las pensiones. Esto, que nos parece algo habitual en la industria de los fondos de inversión, debe exportarse cuanto antes a los productos de ahorro para la jubilación.

Las perspectivas que desde Gesconsult tenemos para este mercado son positivas y es por ello que acabamos de lanzar nuestros primeros dos planes de pensiones, que toman como referencia la estrategia de sus fondos de inversión mixtos: Gesconsult Ahorro Pensiones y Gesconsult Equilibrado Pensiones.

Las buenas perspectivas de la industria se deben primero a la propia situación del ahorro y la mejora económica que ya empezamos a ver, y segundo a la necesidad cada vez más imperiosa de planificar nuestra situación patrimonial a largo plazo.

Si nos paramos a estudiar los preocupantes datos referentes a las pensiones públicas (perspectivas demográficas, déficit de las pensiones públicas y consumo del fondo de reserva de la SS, que ha descendido un 37% entre 2011 y 2014) el ahorro privado se presenta imprescindible.

Y para ello disponemos de diferentes instrumentos entre los que diversificar nuestro patrimonio financiero, entre los que encontramos los planes de pensiones, que cuentan con unas ventajas fiscales que, a igualdad de resultados, los convierten en la mejor alternativa financiero-fiscal. Una opción que permite reducir de nuestra base imponible lo aportado, difiriendo así el pago de impuestos.

Además, tienen otro aspecto positivo, aunque rara vez es visto así: su alta iliquidez. Los requerimientos y excepciones exigidos para su rescate (jubilación, invalidez, desempleo de larga duración… o las ventanas de liquidez a partir del décimo año introducidas tras la reforma) nos fuerzan a “respetar” nuestra hucha de pensiones en momentos de debilidad o necesidades de capital. En un país en el que conocemos nuestra propensión al consumo, tener ciertos “obstáculos” que incentiven nuestra capacidad de ahorrar puede ser positivo.

Pero las barreras de entrada que vamos a encontrarnos en el segmento de planes de pensiones son altas y las gestoras pequeñas conocemos los retos a los que nos enfrentamos. Si ya en la industria de fondos de inversión los grandes bancos limitan en muchos casos su arquitectura abierta en beneficio del producto propio, en el caso de pensiones la restricción se lleva al extremo. Por tanto, el inversor deberá entender que en el 99% de los casos deberá traspasar su plan de pensiones desde su banco a la gestora destino (siendo ésta una operativa sin coste en cualquier entidad de nuestro país). Pero no debe hacerlo atraído por ingeniosas campañas comerciales con regalos en forma de televisiones, smartphones o abonos en efectivo, sino decidido en la búsqueda de una gestión independiente de mayor calidad, que se traduzca en más rentabilidad y mejor servicio.