Final feliz

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Imagen cedida

Como en esas películas de suspense en que el héroe o la heroína atraviesan mil peripecias en las que están a punto de perder su vida, pero finalmente consiguen resolver el misterio y todo acaba felizmente, así hemos transitado por los mercados financieros españoles en 2012.

La foto de fin de año está plena de sonrisas. Y con razón. El Ibex 35 con dividendos conseguía finalizar el año con una revalorización del 2,78%.

Bien distinta era la situación a finales del mes de julio, hace apenas cinco meses. Los titulares de la prensa económica eran del tipo:

“Suenan todas las alarmas” ('Cinco Días' del 21 de julio de 2012).

“¿Hay riesgo de rescate total? Diez incertidumbres que acercan a España al abismo” ('Expansión' del 22 de julio de 2012).

“La bolsa con respiración asistida” ('Expansión' del 28 de julio de 2012).

Y el índice Ibex 35 con dividendos mostraba, el 31 de julio de 2012, una caída del 16,33%.

¿Qué ha obrado el milagro? Todo comenzó cuando el Presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, afirmó que el BCE haría cuanto estuviera en su mano para salvar el euro y que sería suficiente. El posterior anuncio de un programa del BCE de compras de deuda soberana de aquellos países que lo solicitaran, marcó el punto de inflexión de los mercados.

Si en medio del pánico que reinaba a finales del mes de julio, hubiéramos instado a nuestros clientes a malvender sus posiciones de renta variable y a adoptar una posición de refugio total, el resultado de las carteras de inversión a 31 de diciembre sería bien distinto del que ahora presentan.

En medio de esta situación difícil, a menudo convulsa y plagada de incertidumbres, hemos procurado atenernos a los principios de la planificación financiera: respeto al perfil de riesgo, al horizonte de inversión, a la diversificación y al contacto frecuente y cercano con el cliente.

Y así pretendemos seguir haciéndolo en el año 2013 que ahora comienza. El hecho de que algunas nubes se hayan disipado y de que los términos catastrofistas no aparezcan ya diariamente en la prensa color salmón, no debe inducirnos a bajar la guardia. Las dificultades estructurales de la economía siguen sin resolverse y los cisnes negros (acontecimientos negativos inesperados) pueden hacer su aparición en cualquier momento. Por ello, nos proponemos mantener nuestra cercanía al cliente y nuestra fidelidad a los principios de la planificación financiera. Sea cual sea la evolución que nos aguarde.