Hay que cambiar la forma de ver la renta fija

Inigo_Bilbao_Goyoaga_05_2016
Iñigo Bilbao

Yo también me asusté cuando la Fed decidió que iba a terminar el plan de compras de deuda y comenzar a subir los tipos de interés. Pero al cabo de unos meses volvió la calma. Como bien dijo entonces un clásico y ya veterano de nuestra industria, nos equivocamos todos. Nadie podía imaginar que la solución más evidente era que la Fed se iba a quedar casi toda la deuda que había comprado y que iba a esperar a que madure. Todo el mundo creyó que iban a empezar a sacar al mercado paquetes de renta fija muy grandes y el mercado se desbocó.

Lo mismo va a pasar con el BCE el año que viene. Va a dejar de comprar renta fija todos los meses y no va a pasar nada, porque ya todos sabemos que harán un poco de trading pero el grueso de lo que han comprado lo guardará hasta que madure y reciban su correspondiente efectivo directamente del emisor del bono. Nadie se va a poner nervioso como cuando la Fed anunció el final de su programa de compras.

Pero a pesar de esta realidad tan evidente, como si los bancos centrales tuviesen que actuar de forma diferente a los profesionales del mercado e incluso a los pequeños inversores, todavía seguimos percibiendo la renta fija a valor de mercado, es decir nuestros ojos sólo se fijan en el cierre del día.

Es cierto que comprar un bono suelto y guardarlo es como antediluviano, de otra época. Es por ello que en bancas privadas clásicas de centro Europa, donde no han olvidado lo que es un bono con sus cupones y el pago a vencimiento, emiten maturity funds. Consiste en comprar bonos con unas determinadas características que se indican con claridad en el prospecto del fondo, se empaquetan en formato fondo regulado y dichos bonos se compran y se guardan hasta la madurez del producto.

Suelen ser UCITS que tienen principio y fin, conocidos en la literatura anglosajona de nuestra industria como closed end funds, al contrario de los fondos de inversión que la gente está acostumbrada a comprar en su banco que son lo que en terminología anglosajona se llama open end funds. Para darle más valor añadido al producto, se permite gestionar los bonos al gestor, aunque la realidad es que éste solo actuará en momentos concretos, y para añadir un poco de salsa, se permiten ventanas de liquidez.

En España tuvieron mucho éxito los fondos garantizados, pero estoy seguro que si se explicasen bien los maturity funds especialmente dedicados a la renta fija (los cuales también disponen de un periodo de suscripción determinado como los fondos garantizados), podría ser una vía de negocio significativa en nuestra industria, la cual, como todos sabéis, sigue siendo muy conservadora. Me da un poco de no sé qué ver la renta fija en negativo. Quizá haya que empezar a volver a pensar de otra forma, y seguro que en los bancos centrales saben un poco de todo esto. ¿Por qué no aprender de los que saben?