COLABORACIÓN de Gorka Aguirre Hernanz, Ceo y fundador de Snab y Snab Asset Management Solutions.
Hasta hace unos pocos meses, el tema de la Inteligencia Artificial (IA) sonaba un poco a ciencia ficción. Mucho ruido pero pocas nueces, esa era la impresión inicial. Pero dada la velocidad a la que ha ido evolucionando, y dado el ritmo de actualizaciones y versiones con mejoría exponencial que hemos podido ver, va totalmente en serio.
El impacto de la inteligencia artificial en nuestras vidas parece indicar que va a ser muy grande. A día de hoy, yo ya lo utilizo por ejemplo para redactar emails, escanear facturas y documentos de inversión, traducir presentaciones, preparar guiones, y generar contenido de marketing, es decir para muchas tareas de mi día a día, excepto para redactar este artículo, ya que estamos obligados a garantizar un mínimo de originalidad por lo menos.
Por tanto, todo parece indicar, que el mundo laboral, y el empresarial, tal y como los conocemos hoy en día, cambiarán radicalmente en los próximos años. Sin embargo, en el artículo de hoy, no pretendo predecir las ventajas o desventajas de la IA, sino analizar el impacto que tiene este nuevo fenómeno global en la inversión de los mercados privados, principalmente en los ámbitos de infraestructura, real estate y energía.
La línea que une la IA y los mercados privados
Y como lector, es posible que te estes preguntando; ¿y qué relación tiene la Inteligencia artificial con los mercados privados, más allá del nuevo boom (o burbuja) de inversión de los fondos de venture capital en startups de Inteligencia artificial?
Pues mucha relación, y muy grande. ¿Por qué? Porque a día de hoy, en el momento en el que estoy escribiendo este artículo, una búsqueda de información en Chat GPT por ejemplo, tiene un consumo energético de alrededor de 200x veces más que una búsqueda tradicional en Google, y generar una imagen consume 1.000x veces más que una simple búsqueda de texto, habiendo sido esta información obtenida al preguntárselo al propio Chat GPT.
Por tanto, la evolución de este nuevo fenómeno global va a originar un impacto muy grande para los mercados privados en sectores como la energía, infraestructuras, real estate y los sectores cloud y datacenter.
Demanda de energía creciente
Por una parte, de acuerdo con los últimos datos de la IEA, la agencia internacional de la energía, el consumo eléctrico proveniente de los data centers, de la inteligencia artificial, y de las criptomonedas, se podría duplicar en tan solo los dos próximos años, hasta el 2026. Actualmente, por ejemplo, el consumo global de los data centers es de 460 (TWh), y se espera que alcance los 1.000 (TWh) en 2026. Un crecimiento muy vertiginoso para un sector que generalmente tarda tiempo en adaptarse por las necesidades de infraestructura, ya que por la magnitud de sus obras, generalmente llevan varios años en ejecutar. Para que este consumo no se descontrole, será necesario un gran énfasis en mejorar la eficiencia tecnológica de estos sistemas, y probablemente parte de intervención regulatoria.
Necesidad de nueva infraestructura eléctrica y centros de datos
Por otro lado, de acuerdo al último informe International Scientific Report on the Safety of Advanced AI, elaborado por expertos globales en la materia y participado por expertos de la Unión Europea y las Naciones Unidas, se estima que la creciente demanda energética causada por la inteligencia artificial, puede generar cuellos de botella debido a la infraestructura eléctrica existente.
Como decíamos anteriormente, la renovación de la infraestructura eléctrica requiere de largos procesos de concurso, planificación, aprobación y construcción, por lo que claramente puede bloquear la rápida evolución de la inteligencia artificial. Es por ello, que ya se empieza a ver grandes “players” del sector en Estados Unidos, adquiriendo y construyendo centros de datos muy cerca de las fuentes de generación.
Por tanto, la necesidad de activos de centros de datos co-localizados a las fuentes de energía puede convertirse en una tendencia creciente en el sector para garantizar la continuidad de las operaciones, así como la necesidad de construir nueva infraestructura tanto de generación como de transmisión eléctrica para cubrir las crecientes necesidades. De hecho, tanto Nvidia como su competidor AMD anunciaban estas pasadas semanas inversiones mil millonarias en centros de datos vía M&A.
Riesgo de aumento de las emisiones y necesidad de recursos renovables
Una de las tendencias que estamos viendo debido al boom de la inteligencia artificial y a la creciente demanda de energía asociada, es un gran cambio en las emisiones de CO2 que se había previsto recientemente. De hecho, Google anunciaba recientemente que sus emisiones de CO2 habían incrementado un 50% en los últimos 5 años. En esa misma línea, Microsoft que en 2020 aprobó un nuevo plan de sostenibilidad en el que se marcó un objetivo de ser neutro en emisiones para 2030, reveló recientemente que el impacto de la inteligencia artificial iba a obligar a la empresa a no cumplir con el objetivo marcado.
En consecuencia, y ante la creciente presión que van a recibir empresas como Google, Microsoft, y los otros grandes tecnológicos, va a ser necesario dar un empujón a las fuentes renovables de energía para abastecer sus necesidades operativas y cumplir con sus planes de sostenibilidad, dando lugar a una nueva oportunidad de crecimiento del capital privado en el sector renovable y en la transición energética.
En conclusión, el boom del sector de la inteligencia artificial presenta varias oportunidades claras para los mercados privados y de las que puede tomar grandes ventajas. La demanda desmedida de energía va a generar una necesidad urgente de construir o renovar la infraestructura eléctrica existente, va a generar una necesidad muy grande de centros de datos, y de centros de datos co-localizados a las fuentes de generación, y por último, va a empujar a las grandes empresas a fomentar aún más si cabe el abastecimiento de energía eléctrica renovable si quieren acercarse a los objetivos marcados públicamente en materias de sostenibilidad, y que van a ejercer grandes presiones sobre estas grandes empresas en caso de no ser cumplidos.
“Este artículo no constituye asesoría financiera, ni una invitación a invertir o utilizar ninguna plataforma mencionada. La información proporcionada es solo para fines informativos y educativos.”