Inversión en capital privado: entendiendo la curva J y las llamadas de capital

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Firma: cedida (Crescenta).

TRIBUNA de Ramiro Iglesias, CEO y cofundador, Crescenta. Comentario patrocinado por Crescenta.

Desde sus inicios, el capital privado ha estado tradicionalmente reservado para grandes patrimonios y fondos institucionales. Sin embargo, gracias a la entrada en vigor en 2022 de la Ley Crea y Crece, los inversores minoristas en España ahora tienen la oportunidad de participar en este tipo de inversiones a partir de tickets mínimos de 10.000 euros. Ahora bien, a pesar de que los mercados privados se han convertido en activos accesibles a una mayor base de inversores, la educación sobre la inversión en este segmento sigue siendo limitada. Por eso, antes de acceder a estos activos, es crucial entender algunos conceptos clave que guiarán tu experiencia de inversión: las llamadas de capital y la curva J.

Al contrario de la inversión en los mercados tradicionales, cuando te comprometes a invertir en un fondo de capital privado, no se requerirá que desembolses todo el capital de inmediato. Tu compromiso de inversión se despliega gradualmente a través de un proceso conocido como 'llamadas de capital'. La gestora puede hacer distintas llamadas, es decir, pedirte desembolsar distintos porcentajes de tus 10.000 euros (o más) comprometidos a lo largo de los primeros cuatro o cinco años del fondo. Estas llamadas pueden estar distribuidas de distinta forma, por ejemplo: 2.000 euros al año, 2.500 durante los primeros 3 años y 1.250 durante los últimos dos, etc.

Este sistema permite a los gestores del fondo disponer del capital necesario en función de las oportunidades de inversión que vayan surgiendo. A la vez, proporciona cierta flexibilidad al inversor, ya que no necesita desembolsar una gran cantidad de dinero de una sola vez, permitiendo planificar mejor su flujo de caja personal.

En los mercados tradicionales, el inversor puede ver los retornos (o pérdidas) de su inversión casi de inmediato, ya que el precio de las acciones es volátil y depende de la oferta y demanda creada entre miles y millones de inversores en cada momento. Siendo un activo mucho menos volátil (aunque también menos líquido), los retornos en mercados privados también funcionan de otra manera. De hecho, casi todos los procesos de inversión en capital privado siguen la misma tendencia, conocida en el sector como la curva J.

Curva J y las fases de un fondo

La curva J es un gráfico que representa la valoración de los fondos a lo largo del tiempo. Inicialmente, el valor de la inversión suele ser negativo o muy bajo. Esto se debe, por un lado, a los desembolsos iniciales, cuando los fondos empiezan a invertir en empresas que aún no han tenido tiempo a generar retornos. Por otro lado, el inversor se enfrenta a las comisiones desde el principio, ya que en los primeros años los fondos de capital privado cobran comisiones de gestión y otros gastos operativos, lo que puede llevar a que las valoraciones iniciales sean menores que 1.

Por esto, no hay que alarmarse si el valor de tu inversión parece negativo en los primeros dos años: se trata de un comportamiento normal de tu inversión en esta etapa inicial. En la siguiente fase, a medida que las empresas en las que se ha invertido comienzan a desarrollarse y a generar ingresos, la curva J empieza a elevarse. Las valoraciones empiezan a mejorar conforme las inversiones comienzan a ser rentables: las empresas en las que se ha invertido mejoran su productividad y generan más ingresos. Finalmente, en la fase de madurez, que suele empezar alrededor del quinto año, se empieza a desinvertir en las empresas adquiridas, y los retornos de esas desinversiones empiezan a llegar a los inversores. Aquí es donde se maximizan los retornos y se ve la verdadera ganancia de la inversión.

Históricamente, la inversión en capital privado ha sido menos transparente que en los mercados tradicionales, donde las empresas cotizadas están obligadas por ley a hacer pública toda la información relevante para los accionistas. Sin embargo, hoy en día, la transparencia ha mejorado significativamente, alcanzando niveles comparables a los de los mercados públicos. Los fondos de capital privado son conscientes de la importancia de mantener a los inversores informados sobre el rendimiento de sus inversiones, tanto si se trata de fidelizar a sus inversores existentes como de atraer nuevos inversores.

Las gestoras que hacemos accesible este tipo de inversión a los inversores minoristas estamos aún más comprometidos con la transparencia, ya que estamos trabajando en la intersección de los mercados tradicionales y privados, haciendo que estos últimos sean una alternativa viable para todo tipo de inversor. Por eso, no solo trabajamos para proporcionar toda la información necesaria para que puedas tomar decisiones informadas, sino que también apostamos fuerte por la educación financiera.

Invertir en capital privado parece complejo, pero con la información adecuada, navegar este ámbito puede resultar incluso más sencillo que los mercados tradicionales. En este caso, empezar por entender las llamadas de capital y la curva J te permitirá tener expectativas realistas sobre el comportamiento de tus inversiones y te preparará para maximizar tus retornos a largo plazo.