La inversión en activos ilíquidos: un ejercicio de diversificación necesario en las carteras

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Cedida por BBVA AM

TRIBUNA de José Luis Segimon, head of Private Markets, BBVA AM. Comentario patrocinado por BBVA Asset Management.

BBVA AM lleva años poniendo foco en la necesidad de construir carteras bien diversificadas, constituidas por activos descorrelacionados entre ellos y con una visión de largo plazo.

En un contexto de mercado como el que nos toca vivir, en el que los bancos centrales, en una actuación sin precedentes por volumen y rapidez, han de mantener los tipos deprimidos durante más tiempo, el precio de los activos se ha visto y se verá afectado por ello. Es importante buscar nuevas vías para completar la construcción de una cartera equilibrada y preparada para conseguir resultados consistentes en el largo plazo. Es ahora cuando la inversión en activos ilíquidos cobra, si cabe, más sentido que nunca. Ya sea capital privado (también llamado private equity), deuda privada, infraestructuras o activos inmobiliarios.

De entre los activos ilíquidos, el más importante por volumen bajo gestión es el private equity. Tiene como objetivo invertir en el capital de compañías no cotizadas con la intención de mejorar y transformar las empresas para poder venderlas generando plusvalías. El reto es hacer de buenas compañías mejores compañías. Al igual que en la inversión en cotizadas, la clave para conseguir rentabilidad son los resultados medidos en crecimiento de ventas y beneficios. El private equity ha demostrado con sus buenos resultados en el pasado que reúne las claves para conseguirlo y creemos que estas son algunas de las más importantes: 1) Que se trata de capital paciente que invierte a largo plazo. 2) La alineación de intereses existente entre los equipos gestores de los fondos y de las compañías, en donde todos coinvierten y acuerdan llevar conjuntamente un plan de acción. 3) El porcentaje de control en las compañías en las que invierten permite poner en marcha planes de mejora y/o transformación.  

A modo de ejemplo, en uno de los fondos de fondos que gestionamos, en el periodo comprendido entre los años 2007 y 2019, el crecimiento medio de los beneficios de las 139 compañías en las que invirtieron los fondos subyacentes en cartera fue del 100% (es decir multiplicaron por dos). Este dato contrasta con el crecimiento medio, en el mismo periodo, de los beneficios de las compañías cotizadas en índices de renta variable en Europa como el Euro Stoxx 50 o el Ibex 35, en donde los beneficios se mantuvieron planos o decrecieron (un 20% en el caso del Ibex 35).

Para algunos inversores, el acceso a muchos fondos de private equity resulta complicado por los altos mínimos de entrada que requieren (10 millones de euros en algunos casos). Una de las mejores formas de invertir en el activo es, por tanto, a través de fondos de fondos. Estos ofrecen diversificación del riesgo gestor al invertir en 10 o 12 fondos a través de un único vehículo. Diversificación del año de entrada, al no invertir todo el fondo en un único año si no en varios años sucesivos. Y diversificación geográfica, sectorial y por estrategia de inversión, accediendo así a compañías en distintas fases de desarrollo y tamaño.

BBVA AM cuenta con un equipo con una amplia experiencia en la gestión de fondos de capital riesgo. En 2007 lanzamos BBVA Capital Privado FCR, un fondo de fondos cuyo objetivo era construir una cartera de fondos de capital riesgo paneuropeos y españoles, que ha conseguido una rentabilidad neta para sus partícipes iniciales de un 46% y ha devuelto el 137% de las aportaciones iniciales, quedando tan solo un 10% del tamaño inicial en cartera. Es, además, el primer y único fondo de capital riesgo (FCR) admitido a negociación en el mercado alternativo bursátil (MAB). 

En 2008 asesoramos a un cliente institucional en la constitución, gestión y lanzamiento de otra entidad de capital riesgo también con formato de fondo de fondos, que acumula una rentabilidad neta para sus partícipes de un 63%. A finales de 2016 lanzamos BBVA Capital Privado 2016 FCR, un fondo de fondos centrado desde el punto de vista de inversión en las estrategias de buyout con un enfoque geográfico global y paneuropeo. Acumula una rentabilidad neta de un 13% y ha podido distribuir ya el 5% a sus partícipes.

Recientemente hemos registrado el BBVA Capital Privado 2020 FCR, un fondo de fondos que tendrá como objetivo principal de inversión  la construcción de una cartera diversificada y complementaria de fondos de private equity centrados en las estrategias de buyout globales. Con posibilidad de realizar también inversiones en estrategias de capital expansión, situaciones especiales o deuda privada. El actual entorno de mercado, por la situación excepcional y sin precedentes que estamos viviendo por la pandemia, es complicado y supone un gran reto. Si bien ofrece, como en crisis anteriores,  interesantes oportunidades de invertir en buenas compañías, con necesidades coyunturales de financiación y apoyo, a precios atractivos.