Pablo Hernández de la Merced, de CaixaBank AM, expone durante el Círculo Robeco de Sostenibilidad los riesgos y oportunidades que presenta la inversión sostenible de cara a 2024, así como la visión de su casa al respecto. Comentario patrocinado por el Círculo Robeco de Sostenibilidad.
TRIBUNA de Pablo Hernández de la Merced, head of Sustainability, CaixaBank AM. Contenido patrocinado por el Círculo Robeco de Sostenibilidad.
Quedan grandes escollos que superar en la inversión sostenible. La tendencia a la baja de los flujos o la excesiva politización que sufre son solo algunos de ellos. Sin embargo, no debemos olvidar que todavía hay grandes motores impulsando esta tendencia. Las grandes medidas de financiación, así como el apoyo regulatoria se cuentan entre ellos. Me gustaría exponer algunas de las reflexiones que tuve el placer de compartir, durante el Círculo Robeco de Sostenibilidad, con algunos de mis colegas de profesión.
Los desafíos que enfrenta la inversión sostenible
Uno de los desafíos principales que identificamos es revertir la tendencia de bajada de flujos en los fondos sostenibles, y el menor rendimiento que han experimentado en el último año y medio. Vemos que es un cambio de tendencia que se está produciendo a nivel rentabilidades. A esto se suma la politización, que es otro de los retos que tenemos, sobre todo en EE.UU. Se puede ver agravada con las próximas elecciones en USA y gran parte del mundo. En Europa este debate sigue abierto y sigue habiendo una visión menos polarizada.
A nivel de distribución entendemos que el test MiFID es un desafío importante a la hora de comercializar los productos sostenibles. Los primeros datos disponibles apuntan que la mayoría de los clientes prefieren delegar en la entidad comercializadora. Por último, el dato sigue siendo un ejemplo de la necesidad de evolución constante. Una vez alcanzada la velocidad de crucero en clima, en concreto en scope 1+2, queda el desafía del scope 3, relacionado con la taxonomía y biodiversidad.
¿Qué oportunidades alberga el segmento?
Identifico como oportunidades el apoyo regulatorio y el amplio paquete de medidas de financiación.
IRA, EU Green deal y finalmente COP 28, han sido unas palancas muy importantes y un refuerzo para continuar con la agenda 2030, reforzar los acuerdos de Paris y objetivo 2050 de neutralidad en emisiones. En el caso de IRA ha sido importante la apuesta en EE.UU. por las energías limpias, debido a que puede suponer una reducción extra de entre 5% y 10% en las estimaciones de reducción de emisiones a 2030 en Estados Unidos. En cualquier caso, sigue siendo una tarea complicada llegar al 50%. La COP 28 ha sido un hito importante, en transición energética se ha llegado un acuerdo global entre más de 200 países para dejar atrás los combustibles fósiles. Además, se ha logrado compromiso en triplicar la energía renovable y duplicar la eficiencia para 2030.
Es muy importante la consolidación del fondo de pérdidas y daños para emergentes, pues supone duplicar la financiación para la adaptación. Vemos oportunidades en el apoyo a nuevas tecnologías que pueden ser unas de las soluciones. También observamos apuestas rentables, tales como la captura de carbono, hidrógeno verde, real estate, SAF (Combustible Sostenible Aviación), etc… Y también queda trabajo por hacer en lo que a la naturaleza se refiere. En CaixaBank tenemos una hoja de ruta de la naturaleza, nos queremos posicionar, priorizar sectores, realizar formación interna, trabajar con las métricas y establecerlo como una prioridad en nuestro plan de implicación.
Ideas de inversión para 2024
Los activos vinculados a la sostenibilidad pueden tener un buen comportamiento a largo plazo de 2024, después de haber sufrido en el 2022 y parte del 2023. Las compañías energéticas con foco en la energías renovables que presentan un elevado endeudamiento se pueden consolidar en un entorno donde la subida de tipos ya haya hecho pico y podamos ver un panorama de condiciones financieras más laxas. Esto también redundará a favorde los bonos verdes. Creemos que pueden ser una buena apuesta y esperamos que repunte su volumen de emisiones y sean más competitivas en precio.
El contexto de mejores condiciones financieras y un aterrizaje suave de la economía, que es nuestro escenario central, debería favorecer a las pequeñas empresas que se han quedado rezagadas en los últimos años y presentan claras oportunidades por valoración, lo que redundaría en un entorno propicio para las estrategias de impacto. Como ejemplo, el último trimestre de 2023 lo dedicamos a potenciar temáticas que se puedan ver favorecidas ante un cambio en el panorama tipos. El final de año nos dio la razón, pero en el inicio del 2024 se han moderado las expectativas y se prevee que hasta el segundo semestre no vamos a ver recortes.
A pesar de ello, estamos positivos en todo lo que tiene que ver con la transición energética, especialmente en infraestructuras sostenibles, que correlacionan bien con tipos ya que tienen bastante exposición a utilities. También estamos impulsando fondos de energías limpias, con bastante exposición al segmento de renovables y sensible a tipos.
Como ideas más de medio-largo plazo, encontramos la cadena de valor de transporte sostenible, hacia a donde apunta la regulación, y soluciones de agua, porque el mundo requiere que este recurso se gestione de forma más eficiente ante la escasez. Como idea de largo plazo, tenemos inversión en hidrógeno verde, que, aunque todavía es pronto para asegurar nada, creemos que puede ser una gran oportunidad para descarbonizar las industrias.
En este sentido, recientemente hemos lanzado un fondo de los denominado Improvers. Tiene por objeto apostar por compañías que están comprometidas con la senda de la sostenibilidad, pero que aún tienen recorrido. Creemos que si somos capaces de captar ese momentum nos pueden dar un alfa adicional. Además, el fondo Improvers va a tener otro objetivo: el de invertir en 'enablers', compañías que tienen su actividad principal en habilitar esa transición.