TRIBUNA de Sébastien Senegas, director general de Edmond de Rothschild AM para España e Italia. Comentario patrocinado por Edmond de Rothschild AM.
TRIBUNA de Sébastien Senegas, director general de Edmond de Rothschild AM para España e Italia. Comentario patrocinado por Edmond de Rothschild AM.
Después de un 2017 muy favorable para la deuda financiera, 2018 también ha empezado con perspectivas muy alentadoras para esta clase de renta fija. La reglamentación continúa evolucionando de manera positiva, como lo demuestran, entre otras cosas, la finalización de los acuerdos de Basilea III el pasado diciembre y el mantenimiento de una presión favorable sobre las entidades financieras. Los diferentes avances que se han producido en el sistema bancario europeo el año pasado han permitido un saneamiento del sector y la actitud del regulador, que combina la presión regulatoria con el pragmatismo, contribuye a la mejora de la solvencia al mismo tiempo que limita que se produzca algún hecho de mercado inesperado que pudiese, por tanto, generar nerviosismo.
Asimismo, la recuperación en el ciclo macroeconómico en Europa y Estados Unidos debería igualmente beneficiar a la deuda financiera. Todo apunta a que en 2018 veremos muchos indicadores en verde tanto en Europa como en Estados Unidos sin que, sin embargo, la inflación se acelere a niveles que pudiesen inquietar a los inversores. Este contexto podría traducirse en un alza gradual de los tipos de interés así como en un aumento del margen de los bancos y aseguradoras mejorando las perspectivas de beneficios de los emisores.
Para sacar el mayor partido posible de un mercado que ya está relativamente caro, dentro de nuestro fondo Edmond de Rothschild Financial Bonds adoptamos un enfoque prudente y altamente selectivo. Esto da lugar a una cartera concentrada compuesta por inversiones en las entidades financieras que son campeones nacionales. En efecto, intentamos capturar el rendimiento a través de posiciones en instrumentos subordinados, pero de emisores sólidos, lo que nos permite maximizar el potencial de revalorización al mismo tiempo que mantenemos el riesgo dentro de unos niveles aceptables.
El fondo, que acaba de superar la barrera los 2.000 millones de euros en activos bajo gestión1, obtuvo una rentabilidad superior al 10% en 20172 y ofrece una solución genuina para los inversores que buscan diversificar las fuentes de rendimiento en el entorno actual caracterizado por bajos tipos de interés. No solo se trata del fondo con más volumen de su categoría sino también del más diversificado tanto por tipo de compañía en las que invierte (bancos y aseguradoras) como por los tipos de instrumentos/emisiones empleados. Gestionado por Julien de Saussure, gestor de crédito y analista especializado en deuda financiera desde 2009, la cartera del fondo se divide en un 75% en lo que podríamos denominar como asignación estratégica y 25% táctica. Dentro del primer grupo se incluyen emisiones más defensivas o emisores más sólidos siempre manteniendo el foco en el potencial ofrecido por el carry. Por su parte, el segundo, que suele estar sujeto a una mayor rotación, comprende instrumentos con mayor riesgo potencial, pero que a su vez ofrecen un mayor potencial de revalorización.
En definitiva creemos que la deuda subordinada financiera debería continuar siendo uno de los segmentos del mercado de renta fija que ofrece los rendimientos más atractivos, siempre teniendo en cuenta que los niveles de valoración exigen una adecuada diversificación y ser altamente selectivos.
Si quiere ampliar más información sobre este tema, consulte esta entrevista con el gestor del fondo: Julien de Saussure
1Datos a 11 de enero de 2018.
2Datos a 31 de diciembre de 2017. Fuente. Edmond de Rothschild Asset Management (France). Datos para la clase C en EUR de rentabilidad acumulada a cinco años al 31/12/2017: +34,08% (anualizado +6,04%). Rentabilidad 2017: +9.59%.