Julie Dickson expone las virtudes de las estrategias multiactivo en el contexto macroeconómico actual, además de presentar un fondo de su casa que invierte en este segmento de mercado. Comentario patrocinado por Capital Group.
TRIBUNA de Julie Dickson, Investment director, Capital Group. Comentario patrocinado por Capital Group.
El Capital Group Global Allocation Fund (LUX) acaba de celebrar su décimo aniversario. El fondo se lanzó en 2014 tras la crisis financiera mundial, cuando muchos inversores aún estaban infra expuestos a la renta variable frente a los niveles medios históricos anteriores a la crisis.
Los principales factores que impulsaron esta infra asignación fueron una baja tolerancia a la pérdida de capital, el deseo de buscar crecimiento con una baja tolerancia a la volatilidad y el deseo de encontrar ingresos en un momento en que las fuentes tradicionales de rendimiento habían alcanzado mínimos históricos. Como parte de la estrategia Capital Group Global Allocation, que se lanzó en EE.UU. en 2011, el fondo busca cumplir de forma equilibrada tres objetivos: crecimiento del capital a largo plazo, conservación del principal e ingresos corrientes, invirtiendo en renta variable y renta fija de todo el mundo.
En un momento en que los mercados, la economía y la política afrontan posiblemente sus perspectivas más inciertas desde hace años, un enfoque equilibrado orientado al crecimiento y la conservación del capital, así como a la obtención de rentas, podría ser el siguiente paso claro de los inversores para colocar su efectivo y entrar en los mercados con cautela.
¿Por qué es ahora el momento de invertir en multiactivos?
La preocupación por el aumento de la inflación y de los tipos de interés fue el principal factor de volatilidad de los mercados en 2023. Ésta, unida a los niveles de los tipos de depósito en efectivo más elevados de la década, hizo que la mayoría de los inversores con aversión al riesgo salieran de los mercados mundiales y se decantaran por las inversiones en efectivo. Es posible que hayamos alcanzado un pico cíclico en los tipos de interés, lo que indica que los bancos centrales de los países desarrollados podrían empezar a relajar sus tipos de interés oficiales.
La historia nos ha demostrado que la renta variable y la renta fija han superado con creces al efectivo en los 12 meses posteriores a que la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) pusiera fin a las subidas de los tipos de interés en los cuatro últimos ciclos, y los rendimientos de las inversiones en efectivo normalmente han decaído con rapidez. Por lo tanto, si la historia se repitiera, los rendimientos de los fondos del mercado monetario disminuirían, y los inversores pueden salir peor parados con el tiempo si se quedan con el efectivo.
La renta variable y la renta fija superaron al efectivo tras alcanzar los tipos de interés máximos
En el caso de la renta variable, a medida que las empresas y los consumidores vean que sus costes de endeudamiento se estabilizan y acaban reduciéndose, es probable que reanuden la inversión y el gasto, lo que supondría un impulso para la economía y los beneficios empresariales. En EE.UU., los analistas de Wall Street esperan que los beneficios de las empresas del índice S&P 500 aumenten casi un 12% en 2024, según los datos de consenso recopilados por FactSet.
Además, se espera un aumento de los beneficios del 6,1% en los mercados desarrollados no estadounidenses y una fuerte subida del 18% en los mercados emergentes. Dadas las dificultades de 2023, es lógico esperar un repunte de los beneficios en 2024. Esto podría proporcionar una pista para que las acciones suban.
En cuanto a la renta fija, los mayores rendimientos de partida significan que los bonos pueden volver a cumplir su papel de fuente de ingresos. Al mismo tiempo, a medida que la inflación se modere, podríamos empezar a ver cómo la renta fija vuelve a ofrecer una diversificación más consistente con respecto a la renta variable.
Un planteamiento equilibrado podría proporcionar rendimientos sólidos
Si observamos el gráfico anterior, desde el inicio del MSCI ACWI, dividendos netos reinvertidos, en 2001 hasta el primer trimestre de 2020, podemos ver que la combinación de una cartera 60/40 captó la mayor parte de la rentabilidad del mercado de renta variable. Lo que no se muestra en el gráfico es que, además de captar gran parte de la rentabilidad, lo hizo con sólo dos tercios de la volatilidad. Si bien el reciente repunte de las empresas orientadas al crecimiento ha provocado una diferencia de rentabilidad entre la renta variable y la cartera 60/40. Cabe destacar que sólo hemos presenciado esto una vez antes, durante la burbuja tecnológica, lo que indica que los mercados pueden revertir a la baja.
Global allocation: posicionado por el futuro
La parte de renta variable de la cartera trata de proporcionar crecimiento del capital a largo plazo impulsado por unos fundamentales sólidos. Dentro de la renta variable, el fondo tiene una exposición significativa a la revolución digital a través de semiconductores, software y servicios y hardware. Además, la exposición a la edad de oro de la atención sanitaria ofrece interesantes oportunidades de cara al futuro.
El sector se beneficia de una menor volatilidad de los beneficios, altas barreras de entrada, enormes mercados a los que dirigirse y un número acelerado de medicamentos que obtienen la aprobación en los últimos años. Dentro de las sub industrias sanitarias, la biofarmacéutica, la asistencia gestionada y los equipos son convicciones clave. La cartera de renta variable también cuenta con una combinación de empresas que tienden a ser resistentes en entornos inflacionistas, respaldadas por su capacidad para repercutir el aumento de los costes.
La exposición a la renta fija tiende a centrarse principalmente en bonos con grado de inversión de alta calidad, con el fin de ofrecer una mayor protección frente a las caídas y beneficiarse actualmente de unos rendimientos más elevados. El fondo mantiene una proporción considerable de sus posiciones de renta fija en bonos con grado de inversión y deuda soberana de alta calidad, lo que significa que los inversores podrían disfrutar de rendimientos relativamente atractivos sin asumir un riesgo excesivo. La deuda soberana también suele tener la menor correlación con la renta variable, por lo que ofrece ventajas de diversificación.
La atención que se presta a la gestión de la duración y al posicionamiento de la curva de rendimientos puede proporcionar cierta mitigación del riesgo en torno a la posibilidad de nuevas subidas de tipos, al tiempo que anticipa un pronunciamiento de la curva de rendimientos en caso de que la Fed decida recortar los tipos. El fondo también tiene la flexibilidad de invertir en bonos ligados a la inflación para ayudar a defenderse de la inflación.