Por qué lo barato puede salir caro en cuestiones de gestión

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Funds People

El debate existente entre los defensores de la gestión activa y los de la gestión pasiva en el mercado de los fondos de inversión es posiblemente uno de los más intensos de la industria. ¿Tienen razón los primeros o los segundos? Hay una serie de aspectos a valorar para poder responder esta cuestión tan importante.

Empecemos por la rentabilidad. Si hay algo que se ha visto en los últimos diez años (teniendo en cuenta que, en ese periodo, hemos sufrido los peores años de las bolsas desde 1930), es que los fondos de gestión activa, cuando están bien gestionados, baten ampliamente en rentabilidad a los índices bursátiles y a los fondos de gestión pasiva o indexada. La rentabilidad media a diez años de los fondos de renta variable española de mayor calidad, con cinco estrellas Morningstar, es del 109,15%, frente al Ibex35, que podría servir como referencia de fondos indexados, que se anota un 22,28%. Sólo hay situaciones excepcionales en las que puede compensar más indexarse. Para los que quieran invertir en un mercado o activo muy difícil de replicar, como las materias primas, la gestión pasiva a través de un ETF puede ser la decisión más recomendable.

Mantener bajo control el nivel de riesgo es otro de los motivos por los que la balanza se inclina del lado de la gestión activa. Los fondos de gestión pasiva han de estar 100% invertidos ya que su mandato es el de replicar la evolución de un índice bursátil, por lo que asumen al completo el riesgo del índice bursátil en el que invierten. Sin embargo, los de gestión activa, podrán decidir, dentro de sus límites legales,  si quieren estar invertidos al 100% o no, y en qué  tipo de activos (por ejemplo, en momentos de caída del mercado un fondo de gestión activa podría dedicar una parte a efectivo, en caso de necesitarlo). Es por ello que los fondos de gestión activa tienen menor riesgo que una gestión pasiva, si lo mides por la volatilidad.

Y hablando de volatilidad, en entornos como el que estamos viviendo desde el año 2007, la gestión activa cobra una mayor importancia, ya que se puede ir adaptando a los diferentes entornos de mercado, invirtiendo en aquellos activos que presumiblemente puedan comportarse mejor y que, por lo tanto, aporten valor a los inversores. La  gestión pasiva no tiene esa posibilidad, ya que su función es simplemente la de replicar, incluidas las caídas, a su índice bursátil de referencia.

En cuanto a los costes, precisamente las comisiones son un aspecto en el que los defensores de la gestión pasiva siempre se amparan encarnizadamente, asegurando que la gestión activa es mucho más cara. Cabe destacar que cuando lo único que hay que hacer es replicar un índice es normal, aunque ni siquiera sucede en todos los casos, que las comisiones de gestión sean más baratas. Y es que la gestión activa destina bastante tiempo y recursos a la hora de decidir en qué tipo de activo va a invertir en función del entorno económico (estudios, análisis, selección de valores, peso en la cartera, etc.). Pero lo cierto es que, si tenemos en cuenta la rentabilidad (que hemos comentado ya que suele ser mayor) neta de comisiones, la balanza se inclina al final hacia la gestión activa.

Si nos fijamos en los resultados de la última década podemos afirmar que en España existen excelentes gestores que permanecen en el anonimato o no son tan conocidos por parte de los inversores,  debido, entre otros aspectos, a cómo se encuentra estructurada la distribución comercial de fondos en España, en donde priman las redes comerciales de los bancos, que  en su mayoría, suelen ofrecer únicamente sus propios productos.

En definitiva, en algunos casos los inversores, ya sea por decisión propia o bien por recomendación de un tercero, no invierten en productos de gestión activa porque los consideran “muy caros”. Desde aquí les decimos que, como en otros muchos negocios y, especialmente en materia de inversiones, la buena gestión puede ser en ocasiones más cara pero al final, por el rendimiento obtenido, sale mucho más barata.