TRIBUNA de Stefan Chapott, gestor del Vontobel Fund – High Yield Bond.
A nivel macroeconómico, hemos de tener en cuenta que el mercado norteamericano tendrá que seguir lidiando con la volatilidad en 2015 con la política monetaria (discusiones en torno a la fecha, el ritmo y el alcance de las subidas de tipos de la Fed) y la política fiscal (techo de la deuda y las negociaciones del presupuesto) como las principales fuentes de incertidumbre. Aún así, esperamos que el crecimiento del PIB en Estados Unidos en 2015 sea un poco más alto que el de 2014, impulsado por el consumo. Aunque la Fed prevé adoptar una política monetaria más restrictiva, creemos que los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense sólo deberían subir modestamente y poco a poco, sobre todo en la parte larga de la curva de rendimientos.
En Europa, por su parte, es muy probable que el crecimiento continúe siendo débil y que la inflación se mantenga en niveles muy bajos, incluso tras nuevas medidas de liquidez anunciadas recientemente por el BCE. En este contexto, creemos que es una buena opción decantarse por crédito con calificación B que ofrezca carry atractivo, por encima de los niveles del índice. En general, y dado que la liquidez y la deuda soberana continuarán teniendo rendimientos bajos (incluso negativos), los bonos corporativos constituyen una alternativa mucho más atractiva.
Por último, en cuanto a los precios de la energía, si bien estamos de acuerdo en que es poco probable que los precios del petróleo vuelvan en el futuro cercano a situarse en los niveles vistos antes de verano, no esperamos que la situación actual conduzca a un aumento inminente de las tasas de impago o a una corrección concreta del mercado en el corto plazo.
Asimismo, otro aspecto al que los inversores deben prestar atención es la liquidez. Durante los períodos de volatilidad, como los que vivimos en verano del año pasado y en otoño, la liquidez en el mercado de bonos de alto rendimiento se deterioró de forma considerable y no esperamos que pueda mejorar en un futuro previsible. Por ello, pensamos que, si los inversores decidiesen en masa abandonar esta clase de activo, no sería fácil para el mercado absorber salidas sustanciales, por lo que resulta sensato incorporar un colchón de liquidez en la cartera que permita amortiguar estos potenciales reembolsos. Esta estrategia permite ajustar el posicionamiento de manera rápida y fácil cuando se produzcan cambios en el mercado, por lo que parece lógico mantenerla mientras el ciclo madura, descartando que no se produzcan shocks sistémicos, lo cual no creemos que sea inminente. La causa cíclica más probable sería la perspectiva de aumento de las tasas de impago como consecuencia de un ajuste en la política monetaria de la Reserva Federal, que en nuestra opinión, sigue estando un poco lejos.