EL BCE bajó tipos de nuevo la semana pasada. Durante bastante tiempo ha habido un debate entre los seguidores del mercado acerca de si el hecho de bajar tipos aún más – incluso entrando en territorio negativo- tendría mucho impacto. Numerosos bonos del gobierno en Europa se encuentran en rendimientos negativos, lo que preocupa a muchos inversores.
Durante los últimos meses, los bancos han estado también bajo presión; la disminución de los márgenes a raíz de las bajadas de tipos significa menores ingresos. Suscitaron dudas sobre si la naciente recuperación de préstamos en la eurozona podría ser de corta duración. El banco central ha tomado nota de estas preocupaciones y ha tomado más medidas para fomentar el préstamo. Los bancos que concedan más préstamos serán recompensados tal y como se desprende del nuevo programa de refinanciación de operaciones (TLTRO).
Fomentando el préstamo y aumentando la oferta de crédito, el BCE pretende dar un impulso a la economía. Sin embargo, la demanda aún se queda atrás. Los consumidores han comenzado a gastar más y la recuperación de la economía se debe en gran medida a este hecho. Las inversiones empresariales se están quedando rezagadas ya que las empresas no ven muchas perspectivas de crecimiento. Además, aún hay un exceso de capacidad en la economía. Por lo tanto, ¿por qué deberían invertir las empresas si las perspectivas de crecimiento son tan limitadas?
Un poco de ayuda
Los datos de crecimiento del cuarto trimestre, que mostraban que el crecimiento estaba mejorando, fueron alentadores. Además, dado el incierto panorama económico, parece un buen momento para pedir un poco más de ayuda. Esto es algo que el BCE no puede remediar inmediatamente. Pero sí los gobiernos. Ahora que la batería de medidas del BCE se está agotando, estimular el crecimiento depende de los gobiernos. Han estado tomando dinero prestado a tipos muy bajos durante bastante tiempo- algunos incluso pagando tipos negativos- haciendo que ahora sea un momento atractivo para invertir.
En su discurso whatever it takes de Julio de 2012 y las posteriores acciones, Mario Draghi ha demostrado que tanto él como el BCE se toman muy en serio dirigir la Eurozona hacia buen puerto. Sin embargo, ha insistido en reiteradas ocasiones que los gobiernos también juegan un papel importante, a través de reformas e inversiones. Hasta ahora han sido casi invisibles, mientras que el actual entorno de tipos ultra-bajos presenta una oportunidad única para invertir en educación, energías renovables e infraestructuras. Esto daría un mayor impulso tanto al momentum cíclico a corto plazo como al crecimiento de la economía a largo plazo. También sería un fuerte catalizador para la inversión privada, cuyos costes de financiación apenas se verían afectados. De hecho, los gobiernos que puedan financiarse a tasas de interés negativas deberían invertir en su futuro.
La pregunta es quién dará el primer paso y servirá de ejemplo. Una acción coordinada de la eurozona sería la mejor opción. Sin embargo, no hace mucho, una conocida política europea pronunció la frase wir schaffen das, o lo conseguiremos, y ya sabemos a lo que nos ha llevado…