Perspectivas 2021: Los directores de Inversiones de las 10 principales gestoras españolas ponen el punto de mira en renta variable europea y emergentes

A simple vista, Europa y Emergentes se posicionan como los mercados favoritos de los directores de Inversiones de las principales firmas nacionales. No obstante, otras ideas como Japón, la sostenibilidad, el value y otros sectores más castigados por el COVID-19 se harán hueco en las carteras de los fondos de bolsa nacionales.

Un año más, FundsPeople vuelve a recabar las perspectivas para el próximo ejercicio del Top 10 de gestoras españolas por patrimonio. A continuación, los máximos responsables de las inversiones de las principales firmas nacionales ofrecen sus perspectivas en renta variable de cara al próximo año.

Jorge Colomer, CaixaBank AM

Encontramos atractivo en aquellas áreas geográficas, sectores, compañías y estilos de inversión que han tenido un comportamiento más discreto durante este año, dado el mayor impacto de la pandemia en estos activos por su perfil, en general, más cíclico. Esto nos lleva a una preferencia por Europa frente a la bolsa americana y sectorialmente un sesgo hacia compañías cíclicas y financieras. Como complemento consideramos atractivas aquellas compañías o sectores que se benefician de la revolución verde como generadores de energía renovable o movilidad sostenible. Asimismo, en un entorno de crecimiento económico esperamos encontrar oportunidades siendo selectivos entre las compañías de pequeña y mediana capitalización. Evitaríamos tener un sesgo muy marcado en compañías de crecimiento que, tras una década de comportamiento muy destacado, cotizan a valoraciones muy exigentes. 

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Jacobo Ortega Vich, Santander AM

Aunque a corto plazo aún existen incertidumbres respecto a la evolución de la pandemia y su impacto en la actividad económica, el 2021 en su conjunto debería ser un año marcado por la recuperación económica. Apostaríamos, por tanto, por aquellos activos más beneficiados en ese entorno de mayor actividad. La renta variable en su conjunto debería ser, por tanto, un activo con buen comportamiento relativo. Las regiones, sectores y compañías con más apalancamiento a la reactivación económica tendrán probablemente una mejor evolución de beneficios en 2021. Desde un punto de vista geográfico, Europa debería tener un mejor comportamiento que EE.UU. ya que los beneficios están mucho más deprimidos como resultado de la recesión sufrida durante 2020. El mercado de renta variable europeo tiene un mayor componente cíclico por su mayor peso en sectores como industriales, bancos o materiales básicos. Desde un punto de vista de valoración relativa, Europa también parte de un nivel de descuento superior a la media histórica. Del mismo modo, vemos atractivos aquellos mercados emergentes que han estado en 2020 más negativamente afectados por la pandemia. En concreto, creemos que puede ser un buen año para países latinoamericanos cuyas monedas han sufrido fuertes depreciaciones y que exportan materias primas a países como China que ya están aumentando su demanda. Probablemente evitaríamos compañías con alto apalancamiento, retornos vinculados a la evolución de los bonos (bond proxies) y poca capacidad de beneficiarse del crecimiento económico, que probablemente sufrirán cuando esta rotación suceda.

Eduardo García Hidalgo, BBVA AM

No encontramos grandes diferencias con una perspectiva de valoración a largo plazo entre la rentabilidad ajustada por riesgo de la renta variable desarrollada respecto de la emergente y creemos que ambas deben tener su espacio en cartera. 

Las áreas de crecimiento, calidad y más defensivas han sido protagonistas en 2020. No obstante, la reparación sostenible del mercado pasa por dar una oportunidad también a los sectores más cíclicos y las industrias castigadas durante la pandemia.  El mercado, en todo caso, seguirá favoreciendo aquellas temáticas beneficiarias de los grandes cambios socioeconómicos y culturales, notablemente la transición hacia un planeta más verde. 

Sebastián Redondo, Bankia AM

En renta variable siempre apostamos por una cartera diversificada globalmente, aunque para 2021 sobre ponderaríamos tácticamente Europa y especialmente España por la brecha que se ha abierto respecto de otras áreas como EEUU, China o Japón. Apostamos por el éxito de las vacunas y pensamos que en la eurozona, con una gran proporción de su economía en el sector servicio, va a ser el área más favorecida cuando se levanten las restricciones a la movilidad. Más que a evitar, reduciríamos la exposición a las grandes empresas tecnológicas tras la buena evolución durante el año 2020.

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José Antonio Pérez Roger, Sabadell AM (grupo Amundi)

La Eurozona, Japón y las economías emergentes son nuestros mercados de renta variable preferidos. Las razones, la gran recuperación de beneficios que esperamos en Europa (por encima del 50%), una valoración relativa especialmente atractiva en Japón, y el avance de China en la recuperación de la actividad económica. Y por encima de mercados concretos, pensamos que la inversión en acciones que incorpore factores ESG en su proceso de inversión seguirá teniendo un protagonismo creciente, tanto en términos de flujos de entrada como en comportamiento relativo.

óscar del diego, ibercaja

Óscar del Diego, Ibercaja Gestión

En renta variable, las valoraciones absolutas son exigentes pero la previsión es que los beneficios se recuperen el año que viene un 25% a nivel mundial. Si a esto le añadimos que sigue siendo el activo con una valoración relativa más atractiva, tenemos que seguir apostando por que la renta variable sea un componente fundamental dentro de nuestras carteras. Vamos a seguir apostando por las tendencias de crecimiento estructurales (digitalización, automatización, transición energética, consumo global y envejecimiento poblacional) aunque siempre dejando un hueco en las carteras para posiciones más cíclicas, sobre todo en esta primera mitad de año, en sectores como autos y materias primas. Seguimos cautos en petroleras y en financieras, además de por nuestra visión macro y micro, por la presión de flujos hacia fondos con criterios ASG (infraponderados estructuralmente en estos sectores) que van a beneficiar más a otras acciones.

Javier Egaña Kutxabank

Javier Egaña, Kutxabank Gestión

Pensamos que la pandemia del COVID ha acelerado tendencias que ya estaban presentes y que van a beneficiar durante varios años a sectores como la salud, las infraestructuras, las energías limpias, las tecnologías relacionadas con el teletrabajo. A nivel geográfico también nos parece una buena opción invertir en Asia, que no sólo ha gestionado mejor la crisis sanitaria, sino que ha cerrado un importante acuerdo de libre comercio regional. Como activos a evitar mencionaríamos a las grandes tecnológicas americanas que probablemente descuente un crecimiento desproporcionado.

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Cristina Lastra, Bankinter Gestión de Activos

Nuestro escenario central para 2021 es una recuperación sincronizada a nivel global apoyada en la efectividad de la vacuna contra el COVID-19, en unas políticas monetarias y fiscales expansivas y en una reducción del riesgo geopolítico.

En base a ello, las áreas geográficas que creemos que presentan mayores oportunidades son Europa, Japón y Emergentes.

A nivel sectorial apostamos por sectores cíclicos, que se vean beneficiados de la recuperación económica y con una valoración atractiva, como Consumo Discrecional, Materiales, Energía y Financieras.

Emilio Ortiz Mutuactivos

Emilio Ortiz, Mutuactivos

En bolsa nuestra apuesta sigue siendo la vuelta a la normalidad. En noviembre se ha producido por fin un giro sectorial que está favoreciendo a los valores más cíclicos y deprimidos y dejando algo más atrás a los de crecimiento y a los de mayor calidad. En nuestro caso hemos invertido en empresas de alta calidad, líderes en sus sectores que por culpa del COVID están sufriendo mucho, pero que al mismo tiempo tengan un balance fuerte y liquidez como para aguantar varios meses más sin necesidad de ampliar capital. En esa línea tenemos en cartera Aena, Aeropuertos de Zurich, IAG, Compass Group, Accor y Total.

Esther Revilla, Unigest

La COVID-19 generó una considerable dispersión entre los sectores value y growth no vista desde el auge de las puntocom, dispersión corregida parcialmente en noviembre de este año con el anuncio de la alta efectividad de varias vacunas. Nuestro escenario base es que no se producirá un giro radical del segmento de crecimiento al de valor. Abogamos más bien por separar los sectores seculares de los cíclicos en ambos estilos para centrarnos en aquellas regiones, sectores y compañías con las perspectivas de beneficios empresariales más sólidas e infravaloradas.

Dentro de los sectores growth, a pesar de sus valoraciones, creemos que pueden seguir teniendo recorrido los sectores que alimentan las megatendencias, tales como inteligencia artificial, robótica, digitalización, biotecnología, ESG, etc. Dentro de los sectores value nos gustan recursos básicos (alta correlación con China y beneficiado por un dólar débil), construcción (receptor de estímulos fiscales), autos (las ventas superarán las estimaciones), lujo e, incluso, energía y bancos, dos sectores altamente castigados que se vieron forzados a recortar el dividendo este año y que pudieran recuperarlo el próximo. Por el contrario, en los sectores donde estamos más negativos son bienes personales y del hogar, alimentación, telecomunicaciones y media.

Geográficamente, estamos positivos en mercados emergentes (tanto en Asia como en Latinoamérica) y neutrales entre Europa  y Estados Unidos. Dentro de Europa vemos más valor en Francia, Italia y España, países más castigados por la pandemia, que se verán beneficiados en mayor medida por el Fondo de Recuperación Europeo y más value en su composición, frente a Alemania, Suiza y países nórdicos.