Los fundadores de la entidad explican e esta entrevista su estrategia en soluciones de inversión en mercados privados y sus perspectivas para este universo de activos.
En 2008, Tasio del Castaño y Alejandro Sarrate fundaban AMCHOR IS, entidad centrada en la gestión y representación de estrategias de inversión, tanto de mercados líquidos como ilíquidos. Cuentan con una plantilla de más de 35 personas cubriendo España, Portugal e Italia. Su oferta en activos alternativos se ha centrado en los últimos años en cuatro verticales, real assets, de la mano de JPMorgan AM; private equity buyots, con Alpinvest; crédito privado, con Apollo; y venture capital con Stepstone.
Preguntados por su visión de la industria de mercados privados, destacan el dinamismo del canal de distribución en nuestro país. “Estamos ante el despertar generalizado de las bancas privadas”, señala Tasio del Castaño, presidente de la compañía. Algunas firmas llevan tiempo en esta industria, y las que no lo están, están pensando cuál es la mejor manera de entrar. En cualquiera de las vertientes, AMCHOR busca jugar un papel destacado “tratando de proporcionar soluciones a las bancas privadas en función de sus necesidades. Nuestra estrategia ha sido escuchar qué quieren ofrecer a sus clientes y cómo lo quieren ofrecer, y después estructurar el producto adecuado”.
La respuesta al qué quiere distribuir una de banca privada, depende de su nivel de avance en materia de alternativos. “Un inversor sofisticado, puede querer un producto más nicho. En cambio, un inversor no tan especializado, puede necesitar un multiestrategia que permita un acceso diversificado a través de un único vehículo”, añade del Castaño.
Luego llega el cómo, es decir, la estructuración del vehículo, que dependerá, principalmente, de quien sea el inversor final. “Para una banca privada de altos patrimonios puede ser más interesante un FCR. Sin embargo, para patrimonios menores, puede ser mejor un formato FIL o evergreen”, explica.
“Nuestra función tiene que ser buscar la solución más eficiente para nuestros inversores de la mano de los mejores especialistas en cada en cada clase de activo”, explica Alejandro Sarrate, CEO de la firma. "Esa filosofía se tiene que mantener inalterada”, añade.
EVOLUCIÓN DEL MODELO DE LAS BANCAS PRIVADAS
Para mantener estable dicha filosofía, son conscientes que han de evolucionar y adaptarse a los cambios que está experimentando el mercado. Un ejemplo de estos cambios nos lleva de nuevo al terreno de las bancas privadas, que están pasando de un modelo de colocación de producto a un modelo de asesoramiento. “Muchas entidades han visto que al ir colocando producto todos los años, se encontraban con clientes con perfiles de riesgo, edades, necesidades de flujos de caja muy similares, pero invertidos en productos muy distintos”, señala Sarrate. “La cartera final estaba condicionada por el año en que habían podido entrar”.
En ese cambio de modelo, afirman poder jugar a ambos lado del terreno de juego: ofreciendo producto a aquellas entidades centradas en la distribución, y orientando a las bancas privadas que buscan estructurar sus propios vehículos de mercados alternativos. “Estamos trabajando en un mosaico de piezas para proporcionar soluciones y seguir brindado apoyo a estas entidades”, señala Tasio.
La principal ventaja competitiva de su modelo de negocio que destacan es el ser agnósticos en cuanto al tipo de activo y en cuanto a la vía de acceso (fondo de fondos, acceso en directo, fondos cerrados o fondos abiertos). “Eso nos da mucha potencia”, señala Sarrate. “La mayoría de gestoras suelen encasillarse, y eso les limita mucho a la hora de dar la solución más eficiente”. En materia de estrategia, se trata de una cuestión de filosofía de vida, explica: o eres un generalista, que intenta cubrir todo, o eres un especialista que solo se dedica a una cosa. “No puedes decir que tienes al mejor, porque eso nunca se sabe. Pero sí que tienes a alguien que lleva 25, 30 o 40 años siendo uno de los mejores en un determinado activo”, añade. “Este es un aspecto muy importante porque la industria ha crecido mucho en los últimos años, dando entrada a muchos equipos de nueva creación que no han operado nunca en un entorno de tipos al 5%”, apunta Sarrate.
En cuanto a la vía de acceso, reconocen que en los últimos años “las gestoras españolas nos hemos beneficiado del vehículo como barrera de entrada, pero esa no puede ser nuestra ventaja competitiva”, añade. El jugador español que dependa exclusivamente de las ventajas actuales de una ECR, “está en una posición muy débil, porque en cualquier momento puede haber un vehículo europeo que cambie las reglas del juego”, afirma. Para ellos, el vehículo más eficiente es un fin para una estrategia.
¿QUÉ ESPERAR DE LOS MERCADOS PRIVADOS?
Desconocen cómo será la fotografía de la industria a cinco años, porque “hay muchos posibles escenarios”, señala Sarrate. Lo que sí tienen claro es que “la tarta va a ser claramente más grande”. Aquí va a pasar algo parecido a lo que pasó en el mundo UCITS en el principio del 2000. No es nada que no hayamos visto”.
La palanca está en lo que se denomina, la democratización de los mercados privados. Una frase, para ellos, marketiniana, que lo que realmente alberga es una simplificación operativa y de acceso. “Y eso es bueno para todos”, señalan. “Va a haber más actores con menos cuota de mercado, pero sobre una tarta más grande”.
En este proceso de simplificación de la operativa la clave, y el verdadero reto, está en cómo mantener la esencia de estos activos.
A la hora de hablar del atractivo de los activos ilíquidos como fuente de generación de alfa, Tasio acude a Warren Buffet y lo que el gurú denomina los tres ingredientes clave del éxito a la hora de invertir: convicción, paciencia y control emocional. “Esos tres ingredientes vienen de fábrica en los mercados privados”, señala del Castaño. Explica que se invierte con tremenda convicción después de unos exhaustivos procesos de due diligence; exigen paciencia porque son fondos a largo plazo; y control emocional, porque el inversor no tiene posibilidad de vender en momentos de pánico o de comprar en la euforia. “No tienes ese botón del pánico que es el mayor enemigo de los inversores. Si tú degradas esos tres ingredientes, el resultado va a ser un producto mediocre, incluso peligroso”, añade.
Los fundadores de AMCHOR no esperan que un entorno de mayores tasas de interés pueda suponer una caída de los retornos esperados. “Para nada”, señala Sarrate. “Lo que tendremos es menor retorno viniendo de expansión de múltiplos y de apalancamiento, y lo que va a prevalecer son las mejores operativas. Nuestra apuesta ha sido esa. Cuando tú ves nuestros programas de private equity, siempre hemos ido a gestores que históricamente han logrado al menos tres cuartos de sus retornos vía mejora de la operativa, que es lo más consistente”, añade.
En términos de riesgos, el primer paso está en la diversificación entre gestores. “En venture capital, por ejemplo, la probabilidad de perder dinero en un fondo es del 23%. Si utilizas nueve fondos es el 0,7”, explica del Castaño. Otros mitigadores de riesgo son, en su opinión, ir de la mano de alguien que lleve 25 años trabajando con éxito en este mercado, o no invertir en start-ups, si no en el segmento late stage-growth, que son compañías ya consolidadas. “Podemos poner tantos mitigadores como podamos, sin embargo, eso no nos va a librar del riesgo”, explica. “El riesgo es aquello que no somos capaces de predecir, que ocurre cuando ya has pensado y cubierto todos los escenarios. Ante esto, buscamos tener estrategias testeadas que se hayan enfrentado con éxito a escenarios inesperados”. Las últimas décadas han servido de campo de pruebas.