Por si Japón no tuviese problemas, aquí va uno más…

Japonesa
Benzpics63, Flickr, Creative Commons

En 1987, el Reino Unido sufrió los efectos de una grave tormenta otoñal que causó efectos devastadores sobre una amplia masa forestal que fue aniquilada, lo que provocó una fuerte conmoción en la sociedad británica. A medida que fue pasando el tiempo, sin embargo, el entorno natural se fue adaptando a la crisis. Los grandes y viejos árboles destruidos cambiaron el entorno natural dominante durante siglos, algo que sirvió para dar paso a toda una nueva generación de plantas más pequeñas y jóvenes que brotaron donde antes estaban aquellos árboles. Fue un claro ejemplo de la destrucción creativa en el trabajo.

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